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Rajoy reacciona de urgencia ante el ascenso de Ciudadanos y las acusaciones de corrupción

Mariano Rajoy bosteza y Soraya Sáenz de Santamaría habla por teléfono durante la intervención de Irene Montero en el debate de la moción de censura

Andrés Gil

Mariano Rajoy ha anunciado que se presentará a la reelección. Cuando eso ocurra, habrá cumplido 37 años en un cargo institucional. Mientras tanto, el ecosistema empresarial y mediático parece estar dispuesto a buscar la renovación conservadora y liberal en Ciudadanos, toda vez que en el PP parece taponada. Rajoy, que para muchos de los suyos está tardando en reaccionar, ha decidido este martes reunirse de urgencia con sus barones para responder al ascenso de Ciudadanos y a las acusaciones de corrupción.

En septiembre de 2015, Inés Arrimadas logró 25 escaños y se colocó como la jefa de la oposición en Catalunya. Tres meses después, Rajoy ganaba las elecciones y Ciudadanos quedaba cuarto, lejos de Podemos. La repetición electoral del 26J de 2016 aún deparó un peor resultado para Albert Rivera.

En diciembre de 2017 Arrimadas ha superado la marca de dos años anteriores y ha ganado las elecciones catalanas con 36 escaños; unas elecciones en las que el máximo perdedor acabó siendo Mariano Rajoy, quien las convocó tras intervenir la autonomía catalana con el artículo 155.

La cúpula del PP se ha ido esforzando en reproducir el relato de 2015: “No es extrapolable, ni Ciudadanos es lo mismo en Catalunya que en el resto de España; ni el PP es lo mismo en el resto de España que en Catalunya”. Pero lo cierto es que el PP quedó el último en las elecciones y, mes y medio después, no se conocen consecuencias de aquel fracaso en cuanto a personas o discursos.

Y las encuestas, la opinión publicada y la opinión influyente han decidido contradecir ese relato; y Ciudadanos, a un año de las elecciones, se presenta como una alternativa al PP.

En Ciudadanos saben que los acontecimientos suceden rápidamente y no olvidan que llegaron a la campaña del 20D en disposición de disputar la victoria y se quedaron lejos, muy lejos.

Saben que pescan de una derecha que ve que el PP, empantanado en una legislatura sin reformas y acechado semana sí y semana también por la corrupción, no se renueva. Y también de un PSOE que parece perder por su derecha lo que le llega de su izquierda.

El propio cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha confirmado este martes los métodos de financiación en negro del PP. Por consejo de su abogado, ha dicho, no ha contestado a algunas cuestiones relacionadas con la caja B, aunque ha insistido en que ya “ha quedado muy claro” cómo se financiaba el PP de Valencia y ha confirmado todo lo que dijo en el juicio de la primera época sobre el amaño de grandes obras a cambio del 3% que pagaban los empresarios.

De acuerdo con el CIS, el PP tiene en el aire el 35,2% de su voto del 26J. Y, 24 horas después de saber que a día de hoy cosecharía el peor resultado desde las elecciones, Mariano Rajoy ha convocado a sus barones a una cumbre el próximo lunes. Demasiado tarde para algunos de los dirigentes del PP que llevan apremiando semanas a Rajoy para que se mueva, temerosos de la pérdida de poder local y autonómico que puede producirse en los próximos meses.

El presidente del Gobierno y del PP reúne a los presidentes regionales y de gobierno populares, además de la secretaria general y presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal; el coordinador general, Fernando Martínez Maillo; los vicesecretarios, Javier Maroto, Javier Arenas, Pablo Casado y Andrea Levy; la vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría; y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Sobre la mesa tienen el CIS de este lunes; las principales estrategias políticas que está desarrollando el PP, apelando a las emociones del electorado conservador: la prisión permanente revisable y la guerra de banderas por Catalunya –demás de unos datos macroeconómicos que no parece estar capitalizando–. Y el qué hacer leninista: poner en marcha al partido, agitar a la militancia, con vistas al calendario que se avecina: andaluzas, municipales, autonómicas, europeas y generales.

¿Le llega al PP para ganar las elecciones con un candidato que llegó a la política institucional con el Mundial de Naranjito? ¿Le llega al PP con la guerra de banderas y los delitos violentos? Hasta ahora le bastaba; la duda de Rajoy reside en sopesar hasta qué punto el ecosistema mediático y empresarial ha decidido cambiar de caballo para la próxima carrera.

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