Rajoy se enfrenta a los reproches del Congreso por el incumplimiento del pacto sobre refugiados
La comparecencia de Mariano Rajoy ante el Pleno del Congreso para dar cuenta del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía se ha convertido en una sarta de reproches de todos los grupos parlamentarios por el incumplimiento del acuerdo con el que partió del Parlamento antes de la cumbre. Tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias han tratado el pacto como papel mojado y han pedido que se respete. El más duro, el líder de Podemos, que le ha llamado “caradura” y le ha acusado de “llorar lágrimas de cocodrilo”. Rajoy ha tratado de defenderse acusando a los más críticos de actuar como “aprendices de mesías” y ha asegurado que Turquía es “un país seguro”. Aun así, ha reconocido que no está satisfecho al cien por cien: “Puede que sea un parche, pero es un paso en la buena dirección”.
Rajoy ha defendido el pacto la deportación de los refugiados y su preocupación por que se respetara el Derecho internacional: “España advirtió que no podía aceptar soluciones que no respetaran plenamente la legalidad europea internacional”. Y ha recordado que España insistió en el principio de la no devolución, la prohibición de que fueran masivas y el examen individualizado de las solicitudes de asilo y que así se incluyeron de forma explícita.
Según ha insistido, el acuerdo con el país euroasiático pretende “de manera primordial evitar la vida de pérdidas humanas. disuadiendo a las personas de que se expongan a viajes muy peligrosos para su integridad y para su vida”. Y, según asegura, el pacto pretende ofrecer “una vía legal y segura para solicitar asilo en la Unión Europea”.
Rajoy se ha declarado “impresionado” por el símil que utilizó Ahmed Ben Bella, líder de la independencia argelina, para referirse a esta cuestión. “Describí el Mediterráneo como un inmenso lago que linda al norte con un campo de golf y al sur con un campo de chabolas y añadía que se equivocarían los europeos si creyesen que ante una realidad como esta pueden vivir tranquilamente detrás de sus muros”.
“El acuerdo de la vergüenza”
Pese a sus esfuerzos, el jefe del Ejecutivo no ha convencido a los portavoces. Pedro Sánchez ha denunciado que el acuerdo Turquía-UE, lo que ha llamado “el acuerdo de la vergüenza”, convertía a Turquía en “una especie sala de espera y distribuidor de refugiados” y “la coartada perfecta para un gobierno como el suyo”. Sánchez ha acusado a Rajoy del incumplimiento a la hora de acogerlos y las trabas puestas a las autonomías y ayuntamientos dispuestos a hacerlo.
“Sólo hemos recibido 18, es una vergüenza la que nos hace pasar cuando CCAA y ayuntamientos se ofrecen a acogerlos y usted se niega. No vale con pedir en vano cuotas y esperar que los refugiados piensen en España. No lo van a hacer, están deslumbrados por Alemania y los países nórdicos y hay que ir a buscarlos y mostrarles las condiciones que van a tener”, ha pedido el socialista, que ha añadido que eso es lo que él haría si fuera presidente del Gobierno. “No hay que esperar a que Turquía cobre por detenerlos o a que Alemania estalle por acogerlos”.
El líder de Podemos ha acusado a la Unión Europea y al presidente de vestir de legalidad el acuerdo UE - Turquía. “Quizá tenga algo de caradura”, ha criticado por defender un pacto que “no respeta” la Declaración Universal de Derechos Humanos ni la Convención de Ginebra. En su opinión, el estudio individualizado de cada caso prometido por las autoridades europeas es irreal e imposible de realizar.
Rivera: “Los derechos humanos no se externalizan”
“¿Cómo se va a estudiar de forma individualizada en dos o tres días? Señor Rajoy, ¿cómo es posible cumplir con el derecho a acceder a las entrevistas de los abogados, a recurso efectivo en tres días? ¿Cómo van a poder acceder a ONG, a agencias especializadas y que no sean los agentes migratorios en dos o tres días los encargados, como han acordado en Bruselas?”, se ha preguntado.
Tampoco el líder de Ciudadanos se ha mostrado convencido y ha acusado a Rajoy de desentenderse de sus obligaciones: “Los derechos humanos no se externalizan, se garantizan”. Durante su turno desde la tribuna, Rivera ha reclamado una “respuesta conjunta y valiente” y ha insistido en que España debe cumplir su compromiso de acoger a los 16.000 refugiados comprometidos en octubre. Rivera ha discrepado de Sánchez en que las comunidades autónomas puedan adelantarse e ir acogiendo a refugiados y ha exigido una mejor organización: “Lo que pasa es que las autonomías quieren ejercer esa función sin que corresponda a sus competencias”.
El rifirrafe con Iglesias a cuenta de la influencia de Venezuela y la financiación del entorno de Podemos ha provocado que Iñigo Errejón reclamara un turno por alusiones. Errejón ha recordado que su partido ha sido absuelto de acusaciones similares y ha recordado que se les está acusando de un delito.
El portavoz del PP, Rafael Hernando, también ha insistido en que Iglesias “no puede hablar de derechos humanos ni dar ninguna lección” y ha acusado de “hipocresía y adanismo” a Podemos. El conservador ha negado que el líder de Podemos haya defendido “en su vida los derechos de las mujeres y de los homosexuales en Irán o los de los presos políticos en Venezuela mientras cobraba de ese régimen”.
Después de que Rajoy enfatizase como una de sus principales aportaciones en Bruselas la exigencia a retirar las devoluciones colectivas del acuerdo UE - Turquía, Pablo Iglesias ha recordado a Mariano Rajoy su política en las fronteras españolas. “El modelo de devoluciones en caliente de España me avergüenza. Las barbaridades que se han hecho en nuestras fronteras con seres humanos. Es una vergüenza que nuestro país exporte las devoluciones en caliente”.
Una de las escenas más curiosas se ha producido cuando la diputada de ERC Ana María Surra ha blandido desde la tribuna su tarjeta de refugiada en los años 70, cuando huyó de la dictadura uruguaya. “Usted no sabe de lo que habla. Todos podemos ser refugiados”, ha dicho al presidente del Gobierno. En su turno de réplica, Rajoy le ha negado que todos los que no pasen por ese trance no estén autorizados para hablar del asunto y se ha mostrado orgulloso de España por haber sido su país de acogida.
IU se querellará contra Rajoy por “delitos de lesa humanidad”
Alberto Garzón ha criticado lo que a su juicio es un “contrato comercial donde la mercancia son las personas”. El diputado de Izquierda Unida ha afirmado que “la UE ha contratado a un matón para que se encargue de los refugiados para que puedan mirar hacia otro lado”.
Por ello, ha recordado que su partido interpondrá este jueves una querella contra Mariano Rajoy por “delitos de lesa humanidad”, lo que ha despertado las risas de los parlamentarios 'populares'. “Entiendo que les haga gracia”, ha contestado Garzón. “Porque, entre otras cosas, parece que no aprenden. Con esa actitud respondieron cuando les anunciamos la querella de Bárcenas, y hoy no sonríen tanto por esa querella”.
El acuerdo entre la Unión Europea y Turquía pretende expulsar a todos los migrantes y refugiados llegados a las islas griegas de forma irregular. Para vestir el pacto con una base legal y evitar las devoluciones colectivas, los estados miembros se comprometieron a estudiar cada caso y analizar las solicitudes asilo registradas.
Del mismo modo y a pesar de un estudio individualizado, el pacto contempla la devolución a Turquía de los solicitantes de asilo aunque se considere fundamentada porque, según entienden los estados miembros estas personas podrían haber pedido asilo en territorio turco al considerarlo un “tercer estado seguro”. En este caso, las peticiones de protección internacional se considerarán “inadmisibles” en base al acuerdo.
Para poder aplicarlo, el Gobierno griego tuvo que aprobar una ley para calificar a Turquía como país seguro el pasado viernes. Hasta entonces, Grecia no lo reconocía como tal. Sin embargo, ONG como Amnistía Internacional o Human Right Watch han documentado el incumplimiento por parte de Tuequía de algunos de los requisitos establecidos por la legislación internacional para denominar a un estado como “seguro”. Por ejemplo, las posibles expulsiones a otro país donde los refugiados corran peligro, como Siria o Afganistán.
La semana pasada Amnistía Internacional denunció las deportación de cientos de refugiados a Siria “desde mediados de enero”, incluidos niños y mujeres embarazadas. También lleva años documentando disparos por parte de la policía turca para evitar el cruce fronterizo de sirios.