Los últimos compases del curso político anticipan cuál será el argumento del inicio de la segunda temporada del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos que preside Pedro Sáchez. La reunión mantenida este lunes por una delegación del Ejecutivo encabezada por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, con representantes de Ciudadanos, ha motivado la reacción del socio menor de la coalición. La ausencia de ministros de Unidas Podemos pese a que, según Irene Montero, solicitaron estar presentes, ha puesto en guardia a la formación de Pablo Iglesias. No tanto por el resultado concreto de la reunión, que apenas duró una hora y cuyos asistentes no informaron de ningún nuevo acuerdo, sino porque pone el foco en las diferencias que existen en el seno del Consejo de Ministros sobre qué apoyos debe buscar ante la inminente negociación de los Presupuestos Generales del Estado: amarrar la mayoría de la investidura o buscar un plan B con Ciudadanos ante las serias dudas que plantea la posición de ERC.
En Ciudadanos niegan que, como denunció Montero, vetaran la presencia de ministros de Unidas Podemos en la reunión. Según explican desde el partido de la ministra de Igualdad, cuando tuvieron noticia de la convocatoria trasladaron a su socio de Gobierno que querían estar presentes si se iba a tratar la agenda política del Ejecutivo. El PSOE no se opuso y se lo trasladó al partido de Inés Arrimadas, que sí se negó, según aseguran desde Unidas Podemos. Esa negativa motivó un tuit de Montero en el que aseguraba que la cita no se podía considerar con el Gobierno, sino con una parte de él.
Pero este lunes, Edmundo Bal aseguraba tras la reunión que no ha habido “ningún veto”, sin desmentir si se produjo o no la petición de que Unidas Podemos estuviera presente. El número dos de Arrimadas (quien se encuentra de permiso de maternidad), aseguró que “Ciudadanos no está en eso”. “Con la que está cayendo no se puede estar pensando en vetos ni en quiénes ocupan las sillas”, apuntó.
“Preguntad al Gobierno, fue una decisión de ellos. Nosotros nos reunimos con los interlocutores de la otra vez”, recalcan fuentes del partido. En la anterior reunión, celebrada el 12 de junio en la Moncloa, tampoco asistieron ministros ni ministras de Unidas Podemos.
En el Ejecutivo tampoco lo aclaran. Preguntado por este medio, fuentes oficiales se remiten a las declaraciones de Carmen Calvo, quien dijo asistir “en nombre del Gobierno” que “está todo representado cuando hay un ministro”. Bal reafirmaba esta idea: “Cuando te sientas en una reunión con el Gobierno te reúnes con todo el Gobierno, independientemente de quiénes sean los interlocutores”. Y recordaba que él no tiene problemas en sentarse a hablar con representantes del partido de Pablo Iglesias, como lo ha hecho con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para tratar sobre los ERTE.
Primeras aproximaciones en la negociación de los Presupuestos
En la reunión, según las partes asistentes, no se trató ninguna iniciativa legislativa nueva. Ni se tocó el asunto de los Presupuestos Generales que el Gobierno quiere llevar en septiembre al Congreso, siempre que las elecciones en Catalunya no se interpongan en los planes de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La cita duró apenas una hora y, siempre según la información oficial, se habló de los rebrotes de la COVID-19 y de cómo se está enfocando la apertura del curso educativo, además de repasar los acuerdos ya alcanzados previamente. La cita, además, se produce un día antes del último Consejo de Ministros antes de las vacaciones del Gobierno.
Pero la reacción de Unidas Podemos muestra la suspicacia que existe en el Gabinete de Pedro Sánchez. El Fondo de Reconstrucción aprobado por la UE afianza el plan inicial de aprobar los Presupuestos con sus socios de investidura. Ciudadanos solo tiene 10 diputados y su presencia en un hipotético acuerdo presupuestario podría espantar más votos de los que aporta. Pero en el Gobierno hay un plan B, ante las dudas, cada vez mayores, que existen sobre ERC. En la memoria del PSOE y de Unidas Podemos está el recuerdo de febrero de 2019, cuando los republicanos tumbaron al Ejecutivo al rechazar el proyecto de Presupuestos y llevaron a la doble cita electoral de ese año.
En Unidas Podemos son conscientes de que hay que explorar esa vía, pese al rechazo programático que les supone. Y recurren, precisamente, al acuerdo del Gobierno de coalición. “Ciudadanos gobierna gracias a VOX, por eso no es creíble que vayan a apoyar las políticas centrales del Gobierno de coalición”, apuntaba Irene Montero este lunes. Y apuntaba, en un guiño a los socios parlamentarios: “Quien mira hacia la derecha no es el Gobierno, sino una parte de él. Cumplir el acuerdo de gobierno implica cuidar la mayoría parlamentaria que lo hizo posible”.
Desde el partido de Pablo Iglesias aseguran que Podemos no apoyará ningún acuerdo que suponga que el Gobierno gire lo más mínimo hacia la derecha o trate de invalidar cualquier punto del programa de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.
Para reforzar la idea, el secretario de Estado de Derechos Sociales y referente económico de Podemos, Nacho Álvarez, arremetía contra las políticas económicas que propone Ciudadanos.
Los dirigentes de Ciudadanos niegan que sean los “nuevos aliados” del Gobierno, pero a la vez son conscientes del resquemor que levantan en la coalición cada vez que se sientan a negociar con los socialistas y no se frenan a la hora de echar más sal sobre la herida. “Estamos muy satisfechos de los resultados de la reunión”, enfatizó Bal, pese a a que ésta no llegó ni a hora y media y no hubo nuevos compromisos por parte de Moncloa. “Ha sido una reunión satisfactoria, productiva y fructífera”, resaltó Bal en su comparecencia. “En Podemos se ponen muy nerviosos cuando Ciudadanos aparece en el tablero con soluciones centradas y moderadas”, continuó. “Cuando se enfadan el señor Iglesias, el señor Rufián y Otegi es que algo haciendo bien Ciudadanos”, abundó después el portavoz adjunto del grupo. El partido ha adelantando que están abiertos a volver a verse en agosto con el Ejecutivo y cuanto veces haga falta.