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Una manifestación política en un centro religioso pone en peligro el futuro de Rita Maestre

El activismo del pasado vuelve a cruzarse en el presente institucional de un concejal de Ahora Madrid. La portavoz del Ayuntamiento, Rita Maestre, se sienta este jueves en el banquillo acusada de profanar la capilla de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense en un acto contra la discriminación sexual de la Iglesia Católica y la utilización de espacios públicos para atender creencias religiosas.

La Fiscalía solicita un año de cárcel para la concejal por un delito contra los sentimientos religiosos recogido en el artículo 524 del Código Penal. Una condena no supondría el ingreso en la cárcel de Maestre, pero pondría en peligro la carrera política de la portavoz del Consistorio. Al conocer la imputación en verano, Maestre dijo que “probablemente” dimitiría si era condenada.

La acusación popular, ejercida por el partido de extrema derecha Alternativa Española y una asociación de proselitismo católico y antiabortista, el Centro Jurídico Tomás Moro, se unen a la petición de condena y, alternativamente, a una multa de 12 meses por “escarnio de dogmas, creencias, ritos o ceremonias y vejación de los practicantes de la fe católica”, recogido en el artículo 525.

Según el escrito de acusación del fiscal, Rita Maestre y el otro acusado, Héctor Meleiro, irrumpieron en la capilla del campus de Somosaguas el 10 de marzo de 2011 a las 13.30 horas. Allí había un grupo de estudiantes rezando en presencia del capellán. “Invadieron el espacio destinado al altar, portando imágenes del Papa con una cruz esvástica y leyeron distintos pasajes de la Biblia, así como diversas citas de santos y obispos. Rita Maestre Fernández, así como otras mujeres no identificadas, se desnudaron de cintura para arriba”, recoge el escrito.

Aún no había eclosionado el 15-M y Maestre y su compañero en el Ayuntamiento Guillermo Zapata, con un chiste en Twitter dos meses antes, habían hipotecado una carrera política que ni siquiera imaginaban que iban a tener. Cuando se conoció la acusación contra Maestre, el PSOE, socio de Ahora Madrid en el Ayuntamiento, evitó solicitar la dimisión o el cese de la concejal.

La protesta en la capilla adquirió revelancia mediática, azuzada por la derecha política y mediática, y el ministro de Educación de la época, Ángel Gabilondo, condenó los hechos. Pero el asunto cayó en el olvido hasta tal punto que el fiscal presentó su escrito de acusación en marzo de 2014 pasando inadvertido. Pero Ahora Madrid ganó las elecciones y la mujer que ocupaba el puesto quinto de la lista de Manuela Carmena se convirtió en portavoz del Consistorio.

Maestre asegura que fue una protesta pacífica que ella no organizó. “Me la encontré y acompañé a los manifestantes. Fue a favor del laicismo y para que se dejaran de utilizar los edificios públicos para fines religiosos y no académicos”, ha declarado Maestre.

El artículo 524 del Código Penal recoge: “El que en templo, lugar destinado a culto o en ceremonias religiosas, ejecutare actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos legalmente tutelados será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses”.

¿Hubo ofensa?

La condena a Maestre depende, por tanto, de que la jueza Esther Arranz Cuesta concluya que los hechos que queden acreditados como realizados por Maestre supongan esa “ofensa a los sentimientos religiosos”. La Fiscalía da por confirmado que Maestre y el resto abandonaron la capilla gritando “vamos a quemar la Conferencia Episcopal”, “el Papa no nos deja comernos las almejas”, “menos rosarios y más bolas chinas”, “contra el Vaticano, poder clitoriano”, “arderéis como en el 36” y “sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios”.

Antes de deliberar, la jueza escuchará a una treintena de testigos, entre los que no se encontrará el líder de Podemos, Pablo Iglesias, como pretendía el Centro Jurídico Tomás Moro, que ejerce la acusación popular. La asociación ultra pretendía que compareciera por haber dirigido el Grupo de Teatro Político Antígona y como miembro de una asociación que compartía con Maestre, Contrapoder.

La jueza se ha negado porque la petición es extemporánea. Se produjo solo cuando Maestre pasó a primera línea de la actualidad política y sin que se haya acreditado la vinculación del citado grupo de teatro a la protesta ni la participación de Iglesias en Contrapoder. La petición, dice Arranz, no es “ni pertinente, ni relevante, ni necesaria”.