El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dado hoy por roto su apoyo a la aplicación del 155 en Cataluña al entender que el Gobierno no está aplicando la Constitución como debería, una decisión que el Ejecutivo ve desleal y que cree que le pasará factura en las urnas.
“Hasta aquí hemos llegado con esta displicencia”, ha advertido Rivera, que se ha quejado además de forma reiterada de que Mariano Rajoy lleva más de tres meses sin comunicarse con él para hablar de Cataluña.
El anuncio de ruptura, que en la práctica no tiene ningún efecto sobre los acuerdos que ya tienen, incluidos los Presupuestos, se ha producido después de un tenso cara a cara entre ambos en la sesión de control.
Un debate en el que Rivera ya ha advertido a Rajoy de que retiraría su apoyo si no recurría ante el Tribunal Constitucional el voto delegado de Antoni Comín y Carles Puigdemont y si no vigilaba “de cerca” a los separatistas.
Rajoy le ha llamado “aprovechategui”, avisándole que ese comportamiento no solo no le hace ganar un voto sino que le puede hacer perder apoyos.
Pero a Rivera no le han echado para atrás las advertencias, como tampoco las explicaciones de Rajoy sobre los informes jurídicos que desaconsejaban el recurso. Y ha decidido finalmente dar un portazo al acuerdo.
Cuando se han enterado de la decisión de Rivera los 'populares' se han lanzado a enviarle reproches, y mientras el coordinador del PP, Fernando Martínez-Maíllo, calificaba de “pataleta de niño” el comportamiento del líder de Ciudadanos, el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, lo acusaba también de tener una actitud “infantiloide” y le pedía que no se confundiese de adversario.
Después, en los pasillos del Congreso, Maíllo y el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, han intentado templar los ánimos pero tras la conversación que han tenido el “número dos” del partido naranja ha advertido al Gobierno de que no apoyarán esa “aplicación blanda” del 155 en Cataluña, “amable con los nacionalistas” y “pactada” con el PNV.
Maíllo, que entiende la reacción de Cs como un “desahogo puntual”, ha negado la falta de comunicación que Cs denuncia, asegurando que se da una información “fluida” en distintos ámbitos al partido de Rivera y que aunque hay días mejores y peores, el diálogo siempre se mantiene.
Al igual que ha hecho Rajoy a primera hora, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha advertido a Rivera de que su comportamiento le acabará pasando factura.
Méndez de Vigo ha señalado así que los españoles juzgarán quién actúa con “lealtad, responsabilidad y madurez” ante el conflicto catalán, que exige una política de Estado para aplicar el artículo 155.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario que ha acordado interponer el recurso contra la Ley de Presidencia aprobada por el Parlament, ha considerado además que “nadie puede tener ninguna duda” sobre la voluntad del Gobierno de “restaurar el orden constitucional en Cataluña”, entre otras cosas porque éste es el recurso número 26 interpuesto con este objetivo.
También los socialistas han criticado a Rivera por su actitud, y la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, le ha acusado de carecer de sentido de Estado por utilizar políticamente asuntos como Cataluña o la lucha contra el terrorismo y de actuar solo buscando titulares.
Mientras, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha considerado que la bronca entre Ciudadanos y el PP es “lo menos creíble del mundo” y ha dicho no entender el supuesto “enfado” de Rivera y su anuncio de retirar el apoyo en la aplicación del 155 en Cataluña cuando después sigue manteniendo al PP en el Gobierno.