Albert Rivera se apunta con entusiasmo al discurso de Aznar por la España sin complejos
En la España que ve o imagina Albert Rivera, los españoles van por la calle hablando español y luego rápidamente piden disculpas por hablar en español. En esa España, hay españoles que van con escolta. En ese país, el Gobierno actual tiene un pacto con separatistas que resulta que no le da para aprobar unos presupuestos.
Rivera dio un breve mitin este sábado en Madrid bajo la marca de “España Ciudadana”, que el partido presentó como una idea para reclutar “a toda la sociedad civil que comparta los valores constitucionalistas”, pero que no es otra cosa que concentraciones de Ciudadanos para aliviar la impotencia que tiene cualquier partido de la oposición en las instituciones. Si en el Congreso no cuelas una, al menos que se te oiga en la calle.
Lo interesante del acto es que el presidente del partido dio algunas pistas sobre cuáles serán las prioridades de la campaña de Ciudadanos en las próximas elecciones generales, que ahora parecen estar más cerca que hace algunas semanas. El nacionalismo español estará en primera línea. La estrategia consistirá en definir a la izquierda, representada en su discurso por el PSOE, como la opción de los que pactan con los enemigos de España.
Rivera denunció que Pedro Sánchez “prefiere gobernar con los separatistas”, con Bildu o Torra, dijo. Prefiere decir Torra que Puigdemont, porque es consciente de que el presidente de la Generalitat suscita rechazo fuera de Cataluña, pero sobre todo nadie lo toma en serio. Relacionarse con él genera más descrédito.
“El señor Sánchez no tiene límites. Es capaz de pactar con los que escupen al Gobierno de España”, dijo Rivera, que utilizó una y otra vez el presunto escupitajo de un diputado de ERC a Josep Borrell que ninguna cámara captó y que monopolizó la atención esta semana. Una y otra vez, se refirió al suceso como si fuera un hecho clave en la historia de España que requiere una respuesta a la altura de tamaña ofensa.
Es el efecto que quería conseguir Gabriel Rufián con el espectáculo ofrecido en la sesión de control del miércoles. También encaja como un guante en el discurso de Ciudadanos y de ahí que Rivera no parara de emplear las palabras 'escupir' y 'escupitajo'.
El sello de Aznar
¿En qué medida es nacionalista el discurso de Ciudadanos? Un rasgo habitual en ese tipo de programa suele consistir en denunciar un estado de postración y decadencia que se resolvería con mayores dosis de orgullo nacional. Indudablemente, luego se presentan medidas concretas para resolver problemas específicos, pero lo importante es agitar las conciencias para despertar a la nación.
“Este país tiene que perder los complejos”, dijo Rivera en una frase que suscribiría José María Aznar sin problemas, es decir, sin complejos. “No quiero pedir perdón por llevar la bandera de mi país o por hablar español” (lo que sorprenderá a los españoles que hablan todos los días su idioma, también en Cataluña, sin pensar que están haciendo algo fuera de lo normal).
“A este país le sobran tópicos y complejos”, insistió Rivera. “Nos falta recuperar el respeto por nosotros mismos”. El líder de Ciudadanos necesita que cale entre la población un mensaje terriblemente pesimista sobre su vida y el estado de la nación para que se decidan a votar a su partido, y no al PP.
Su problema es que Pablo Casado ha dado señales sobradas de que invertirá su tiempo en ese mismo discurso, con lo que los votantes conservadores y liberales van a quedarse dudando hasta el último minuto.
Ahora que Sánchez se pregunta si no tiene más alternativa que adelantar las elecciones en los próximos meses –y si es así, cuándo debe dar ese paso– Rivera no tuvo inconveniente en mostrar sus cartas. Le conviene mucho que se celebren antes del juicio del procés. Ese será otro de sus temas fundamentales. “En mi programa me comprometeré a respetar lo que digan los jueces”, dijo, incluyendo ahí la posibilidad de la absolución. Sus seguidores estaban más interesados en la frase siguiente: “Si los condenan, esos señores cumplirán su condena”. “Hasta el último día”, añadió uno de los asistentes.
Ciudadanos pretende presentar al PSOE como 'el partido del indulto' dando por hecho que perdonarán a los condenados del procés cuanto antes. Por eso, retó a los socialistas a “que lleven en el programa electoral que van a indultar a los golpistas”. Es probable que Pedro Sánchez tenga otras prioridades.