Rodrigo de Santos reconoce “insinuaciones” a una de sus presuntas víctimas pero niega las violaciones
El exteniente de alcalde de Palma Rodrigo de Santos, acusado de agredir sexualmente a dos presos durante los permisos que pasaban en la ONG en la que él trabajaba, ha reconocido este lunes en el juicio las “insinuaciones” que realizó a uno de ellos, pero ha negado que le realizara tocamientos, como defienden el fiscal y las acusaciones particulares. Del otro denunciante, presunta víctima de violaciones por parte de Rodrigo de Santos, el procesado ha dicho que “jamás” ha mantenido ningún contacto físico con él. “Si hubiera querido tener relaciones con él se lo habría pedido de adulto a adulto y si hubiera dicho que sí a lo mejor las hubiéramos tenido”, ha dicho el expolítico del PP.
Las “insinuaciones” admitidas por De Santos constan en el sumario a través de los whatsapp que se intercambió con el joven, de origen marroquí y que pasaba permisos penitenciarios en los centros de la Fundación Horizontes Abiertos-Padre Garralda para suplir la falta de arraigo. “La verdad es que me encantarías que fueras mío', 'si fueras bisexual como yo tendrías un 100%', 'me voy a dormir Rachid, si quieres bajar a dormir a mi cama te dejo abierto', 'prometo tratarte con mucho mimo y respeto, como si fueras mi hijo… mi casa es tu casa y mi cama es tu cama, que sepas que me encantaría que estuvieras aquí a mi lado para dormir abrazado a ti, te quiero mi Rachid'”, recogen esos mensajes.
Según el escrito del fiscal, Rodrigo de Santos habría llevado en coche al recluso de permiso a su domicilio particular y allí le habría realizado tocamientos. De Santos ha declarado que las “insinuaciones” se produjeron en ambas direcciones. “Fue un error gravísimo mezclar mi vida personal con mi vida profesional. Era una relación de afecto mutua”, ha dicho el acusado. A continuación ha asegurado que lo llevó a su casa para que pudiera llamar a Marruecos a su familia, lo que no estaba permitido desde la casa de acogida de la ONG, pero que en ningún momento se le insinuó allí ni le realizó tocamientos. Una vez fue consciente del error, ha añadido, no volvió a encontrarse con el usuario de la ONG fuera de las casas de acogida.
Respecto de la acusación más grave, las siete violaciones al otro recluso, un joven de origen dominicano, Rodrigo de Santos la atribuye a un deseo de venganza de la presunta víctima por haber informado en contra de su permanencia en las casas de la ONG por incumplimientos constantes de las normas. Esa amenaza, informar a Prisiones en contra del aval al preso y que éste perdiera sus permisos penitenciarios, era utilizada por el acusado para conseguir los favores sexuales, según la acusación. La Fiscalía pide veinte años de prisión para el que fuera promesa de la regeneración del PP balear por las agresiones sexuales a los dos reclusos.
De Santos ha narrado un supuesto ambiente de hostilidad contra él por parte de los otros trabajadores desde que fue contratado y ha acusado a dos de sus antiguas compañeras de llenar los buzones del barrio donde estaba la casa de acogida de fotocopias con noticias por su condena por abusar sexualmente de dos hermanos, amigos de sus hijos. Según Rodrigo de Santos, el joven dominicano se inventó las violaciones después de haberle amenazado con difundir su pasado. Para entonces, las noticias sobre la condena por abusar de menores de De Santos ya habían circulado por los grupos de whatsapp de las casas de acogida.
Rodrigo de Santos niega haber llegado a la ONG del Padre Garralda, con un patronato copado por políticos del PP, por su pasado en la formación. Ha asegurado que estudió Trabajo Social en la cárcel y que cuando salió pidió ser voluntario en la Fundación Padre Garralda porque sus hijos residen en Madrid. También ha declarado que no conocía a ninguno de los miembros del PP que integraban el Patronato al tiempo que ha renegado de su paso por la política, que ciño a los “cuatro años” como teniente de alcalde de Palma.
En su negación de las relaciones sexuales con el joven dominicano, Rodrigo de Santos ha especificado que no se pudieron dar porque, en contra de los que recogen los escritos de acusación, él es “sexualmente activo” y ha adelanto que presentará colonoscopias para acreditarlo.
Rodrigo de Santos ha restado relevancia a su poder en las casas de cogida y con los avales de los presos y ha defendido que se trataba de decisiones adoptadas por un equipo de siete personas. Un usuario de las casas, a quien el joven dominicano habría confesado las agresiones sexuales, ha asegurado que quien mandaba en la casa era De Santos. Este testigo también ha dicho que la presunta víctima le dijo que al principio las relaciones sexuales con el acusado eran consentidas, a cambio de “favores”, como permisos para pasar noches fuera de las casas de acogidas, e incluso pequeñas cantidades de dinero. Pero que cuando se negó a continuar con los encuentros sexuales fue cuando de Santos le empezó a extorsionar con informar en contra de sus permisos.
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