Pedro Sánchez ha reconocido que se han podido cometer fallos en la crisis de la COVID-19, porque según ha recordado es una situación “extrema” que nunca antes se había vivido. “En la gestión de la pandemia no hay aciertos absolutos, pero sí puede haber errores absolutos y levantar el estado de alarma ahora sería un error absoluto”, ha advertido en su intervención inicial durante el debate de la prórroga, que ha salido adelante con 178 votos a favor, 75 en contra y 97 abstenciones. Para lograrlo, el Gobierno se ha comprometido con Ciudadanos a buscar la fórmula para que las medidas económicas puestas en marcha en la emergencia sanitaria vayan más allá del estado de alarma y con el PNV a dar mayor protagonismo a las comunidades en la gestión de la desescalada.
El Gobierno negoció in extremis el apoyo a la prórroga del estado de alarma hasta el próximo 25 de mayo. Salió adelante con menos votos favorables que en las tres ocasiones anteriores. Sánchez logró el respaldo en el último momento a Ciudadanos y PNV que se suman a PSOE, Unidas Podemos y varios partidos minoritarios, como Más País, Compromís, PRC, Coalición Canaria -que pasó al 'sí' tras una llamada de José Luis Ábalos-, Teruel Existe y Nueva Canarias. Las cuentas están mucho más ajustadas desde que ERC anunció su 'no' y de que Pablo Casado decidiera no secundar la prolongación de la medida de excepcionalidad, aunque ha guardado con celo el sentido de su voto hasta anunciar desde la tribuna la abstención. En blanco también votaron Bildu y BNG mientras que el bloque del rechazo lo volvieron a protagonizar Vox, JxCat y la CUP. A ellos se añaden los diputados republicanos -a excepción de Josep Nuet, que ha roto la disciplina y se ha abstenido- y el de Foro.
El presidente ha reconocido que da mayor protagonismo a las comunidades del previsto inicialmente en el proceso de transición a la nueva normalidad. Así, ha asegurado que el Gobierno trabajará por alcanzar las medidas de forma “preferentemente consensuada” con los gobiernos autonómicos a los que permite hacer propuestas que no estén reflejadas en el plan de desescalada: “Añadirán las que consideren oportunas, siempre con la debida justificación”. “Las comunidades tendrán capacidad interpretativa de las órdenes ministeriales”, ha agregado. Los partidos que sustentan al Gobierno han votado a favor de la propuesta de resolución del PNV que planteaba la toma de decisiones “conjutamente” así como la vía libre para la celebración de las elecciones vascas en julio.
Sánchez ha insistido en que el estado de alarma es el único instrumento jurídico que permite restringir la movilidad dentro del territorio español, que ha dicho que es “evidente” que se tiene que mantener aún unas semanas. El plan de desescalada no prevé la circulación interprovincial hasta la nueva normalidad. Además, Sánchez ha recordado que numerosas medidas económicas y sociales que se han puesto en marcha durante este periodo decaerían automáticamente porque están vinculadas al “paraguas” del estado de alarma.
“Unidad o sálvase quien pueda”: “Una opción moral”
“Levantar el estado de alarma de manera precipitada sería un error absoluto, total, que el Gobierno no va a cometer y que exhorto a sus señorías a que no lo hagan”, ha dicho sobre la posibilidad de que el estado de alarma quedara suspendido suponiendo “desproteger a los ciudadanos frente al virus”. “No hay propósito político noble que justifique dar ese paso”, ha dicho sobre el posible voto en contra del PP. “El estado de alarma no es un recurso retorcido. Es un escudo frente a la propagación de la epidemia”, ha afirmado Sánchez en referencia a quienes le acusan de intentar aglutinar el poder con el mando único: “El estado de alarma no es ningún ardid, como se dice por parte de algunos grupos de la oposición, para limitar las libertades. No lo es. Todas las libertades están intactas”. “No hay una sola libertad vulnerada, solo limitadas las de circulación y de reunión para impedir el contagio”, ha dicho Sánchez, que ha reclamado el apoyo para “el arma jurídica y constitucional imprescindible para completar la victoria frente al virus”
Sánchez ha subrayado que, en esta ocasión, la votación se trata de una cuestión moral y ha advertido a los diferentes partidos de la oposición así como habituales aliados parlamentarios -aunque no ha citado a ninguno- que persigue salvar “vidas extremeñas y catalanas, vidas de izquierdas y de derechas”. “Ya no es momento de reproches. Es el momento de tomar una decisión trascendental que nos va a marcar para siempre. Lo que hay que votar es si descendemos gradualmente o rompemos filas, esta es la cuestión, señorías; si impera la unidad o si se impone el sálvese quien pueda. Y eso es también una opción no solamente política sino también moral”, ha expresado.
Luto oficial en fase 1
El presidente del Gobierno ha defendido el fondo no reembolsable de 16.000 millones de euros que se repartirán entre las comunidades autónomas. “Sería irresponsable cargar en las cuentas ya maltrechas de las comunidades una cantidad como esta -ha expresado-. Lo hacemos asumiendo el coste financiero derivado de ello”. No obstante, Sánchez ha enviado un mensaje a los gobiernos autonómicos a los que ha reclamado “corresponsabilidad fiscal”. Así, ha pedido que no se hagan “regalos” fiscales en referencia a las bajadas de tributos como el de patrimonio, que ha denominado “obsequios a los que más tienen”.
Sánchez ha anunciado, además, que el Gobierno decretará el luto oficial próximamente, en las siguientes semanas, cuando “la mayoría de España” se encuentre en fase 1. Además, ha asegurado que el Ejecutivo trabaja ya en un acto de homenaje a las víctimas de la COVID-19 para cuando llegue la “nueva normalidad” y que así se lo ha trasladado al jefe del Estado, Felipe VI.
El PP habla de “dictadura constitucional”
Esa era una de las reclamaciones de Pablo Casado desde el inicio de la pandemia y ha asegurado que tanto el luto oficial como desvincular las medidas económicas del alargamiento del estado de alarma lo ha hecho Sánchez obligado. En un durísimo discurso, el jefe de la oposición ha acusado al Gobierno de imponer una “dictadura constitucional”. Casado ha anunciado su abstención al final de su intervención, cuando la posición de sus 88 diputados no era determinante tras los pactos alcanzados con Ciudadanos y PNV.
Sánchez ha pedido a Casado que se aleje de la extrema derecha. “Partidos que aspiran a gobernar y que en una situación como esta se abstienen, para mí es como si votaran que no”, ha dicho sobre el sentido del voto del PP, que, a su juicio, obedece a la “política partidista”. “Soy consciente de que hay un movimiento ultraderechista que quiere la ruptura de la convivencia. Es muy ruidoso, las caceloradas son muy ruidosas, pero no las coja. Es un movimiento muy minoritario”, ha proseguido el presidente, que ha reclamado al conjunto de la fuerzas políticas “despolitizar la emergencia”.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha lamentado el apoyo de Inés Arrimadas y la abstención del PP, al que presiona para presentar una moción de censura, a lo que considera “un estado de alarma ilegal”. El jefe de la extrema derecha ha vuelto a culpar al Gobierno de los fallecidos y se ha mostrado convencido de que hay más de los que ofrece el Ministerio de Sanidad a partir de los datos que le dan las comunidades autónomas. Abascal ha anunciado que convocará manifestaciones en coche para pedir la dimisión del Gobierno, a pesar de que el Tribunal Constitucional ha rechazado ese tipo de concentraciones.
“Es muy difícil replicarle porque es difícil entenderle. España está a una cosa y el señor Abascal está a otra”, le ha respondido a Abascal: “Abandone el odio. Si lo hace, le garantizo que se abrirá un mundo nuevo frente a usted”.
“En mente” alternativas a la alarma más adelante
Inés Arrimadas ha advertido a PP y Vox de que esta votación no supone “tumbar al Gobierno” sino “tumbar el estado de alarma”. “Quizás hay gente de buena fe que piense que estamos emitiendo un voto a favor de Sánchez, Iglesias o el Gobierno, no; estamos votando si queremos que este sábado se mantenga el estado de alarma”, ha dicho la portavoz de Ciudadanos, que ha avisado al Gobierno de que, después de esta sesión, sigue teniendo “155 escaños” y que, por tanto, tiene que ir buscando un “plan B” por si el Congreso decide no avalar más prórrogas.
El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha celebrado por su parte que el Gobierno haya admitido las propuestas planteadas por la formación nacionalista en la negociación que ha permitido el acuerdo que hará que el partido vasco vote a favor de la prórroga del estado de alarma. “Nuestras enmiendas van dirigidas a desatascar una situación para todos”, ha remarcado Esteban durante el Pleno de la Cámara Baja.
“En cogobernanza y codecisión vamos a ir de la mano”, ha celebrado el portavoz del PNV, que también ha destacado que con el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo central, el Gobierno vasco podrá convocar elecciones autonómicas en el mes de julio. Esteban ha pedido, no obstante, a Sánchez que “vaya preparando el futuro” permitiendo “un buen entendimiento con las comunidades autónomas”. También ha considerado que “quizá no todas las fases de desescalada necesiten del estado de alarma”.
En su turno de réplica, Sánchez ha agradecido el apoyo a ambas formaciones y ha asegurado que tiene “en mente” herramientas alternativas al estado de alarma, aunque ha advertido que serán para más adelante, cuando no sea necesario restringir los movimientos interprovinciales: “Ahora no puede ser otro que el estado de alarma porque necesitamos restringir la movilidad”.
Los aliados avisan: “Sin diálogo no hay legislatura”
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha afeado a PSOE y Unidas Podemos que intenten colocarle del lado de Vox por su voto en contra. “Hoy no se constata el 'no' de ERC, sino el 'no' del Gobierno a negociar con ERC la cuarta prórroga. Hoy no votamos en contra de una prórroga del estado de alarma, votamos en contra de su prórroga del estado de alarma”, ha dicho el portavoz republicano, que pone en duda que se mantenga el mando único desde Madrid porque, a su juicio, lastra la toma de decisiones de las comunidades. “Sin diálogo no hay legislatura”, ha advertido Rufián, que no ve con buenos ojos que Sánchez haya virado hacia Ciudadanos antes de negociar con los socios de la investidura.
En esa misma línea, se ha pronunciado Iñigo Errejón: “Si a usted le preocuparan solo los números, la prórroga saldrá adelante. Pero hoy salen de esta Cámara con menos apoyos y con menos plumas”. El portavoz de Más País ha pedido “cuidar los apoyos” que le dieron la investidura: “Tiene que aprender a dialogar, escuchar”. También el diputado de Compromís, Joan Baldoví, ha anunciado su voto a favor a pesar de que “este Gobierno ha negociado muy poco y tarde”. Bildu, que también facilitó con su abstención la formación de Gobierno, también ha cuestionado que el Gobierno mire a la derecha: “Pactar con Ciudadanos es sinónimo de políticas liberales”. También la portavoz de JxCat, Laura Borrás, que ha votado en contra por segunda vez, ha acusado a Sánchez de no haber buscado los apoyos.
Sánchez ha asegurado que ahora que se ha pasado la fase de “agobio” pretende “mejorar” la cogobernanza, aunque ha defendido que en los casi dos meses que se ha prolongado ya la emergencia sanitaria ha mantenido una interlocución constante con las comunidades. “Con toda humildad, nosotros podremos mejorar y mucho; estoy dispuesto a asumir esos errores; pero no se puede decir que el Gobierno de España no está hablando con los gobiernos autonómicos porque creo que es faltar a la verdad”, ha dicho el presidente, aunque no ha hecho ninguna referencia expresa a sus aliados parlamentarios. Sí lo hizo la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra: “El bienestar pasa por que la izquierda de este hemiciclo se entienda”.