La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Santamaría pide a los españoles un acto de fe en la “rectitud” de Rajoy

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha intentado zafarse en la rueda posterior al Consejo de Ministros de cualquier pregunta sobre cómo afecta el caso Bárcenas al PP y a Mariano Rajoy. Su argumento es que, como portavoz del Ejecutivo, ella no puede pronunciarse sobre lo que afecta al PP y que las explicaciones las ofrecerá Rajoy durante el comité ejecutivo extraordinario que ha convocado para este sábado.

Sáenz de Santamaría se negó a entrar en las consecuencias del escándalo e intentó convencer de que el PP es el partido que sustenta al Gobierno, pero eso no supone necesariamente que los problemas de la formación tengan consecuencias en Moncloa. Lo que sí admitió es que los ciudadanos no hilan tan fino ya que ven que es la misma persona la que preside el partido y el Ejecutivo.

Las prevenciones quedaron aparcadas a la hora de alabar a su jefe. La vicepresidenta aseguró que en los 12 años que llevan trabajando juntos, tanto en la oposición como en el Gobierno, siempre ha apreciado en Rajoy “una conducta ejemplar” y nunca lo ha visto “saltarse una norma”. Su honradez, en su opinión, está fuera de toda duda: “Siempre ha llevado una vida recta”.

Aunque Sáenz de Santamaría insistió en que el presidente dará a conocer mañana su posición sobre la polémica, aún no está decidido cómo lo hará. Las explicaciones “delante de todos los ciudadanos” pueden quedar reducidas a permitir que su discurso a los dirigentes del PP sea retransmitido en abierto. Ni siquiera está decidido que acceda a someterse a las preguntas de los periodistas después de la reunión, fijada para las 12.30h.

El ministro de Economía también quitó hierro al asunto y negó que ningún mandatario extranjero o representante de la banca le hayan trasladado su preocupación. Luis de Guindos defendió que el caso Bárcenas, del que se hacen eco muchos medios fuera de España, “no va a tener ningún impacto importante en cuanto al prestigio y la credibilidad” de nuestro país.