El Defensor del Pueblo catalán (Síndic de Greuges), Rafael Ribó, ha asegurado ante el juez que investiga el llamado caso del 3% en la Audiencia Nacional que no sabía que un constructor pagó su viaje a Berlín, así como el de su pareja e hija, para ver la final de la Champions de 2015 entre el FC Barcelona y la Juventus, hasta que tuvo conocimiento de las actuaciones judiciales al respecto, informan fuentes jurídicas. También ha dicho que desconocía que el avión privado en el que volvió gratis con su acompañante de otro partido en Roma en 2009 hubiera sido abonado por ese mismo empresario imputado por la financiación irregular de CDC: Jordi Soler.
El juez José de la Mata le ofreció declarar voluntariamente antes de decidir si emite una exposición razonada para que Ribó sea investigado ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) -instancia ante la que está aforado por razón de su cargo- sobre la invitación por parte del empresario. La Fiscalía pidió su imputación al entender que podría haber incurrido en un delito de cohecho impropio.
En esta derivada del caso 3% sobre las supuestas mordidas a CDC a cambio de obra pública se investiga el viaje que habría sufragado Soler a 14 autoridades públicas de las que el empresario quería “obtener un trato favorable”, según un informe en poder de la Audiencia Nacional citado por El País. Ante el juez, Ribó ha negado contraprestación alguna por estas invitaciones y ha argumentado que la institución que dirige desde 2004 no hace contratos públicos, pues estos dependen de la Generalitat.
Pese a sostener que no sabía quién pagó esos viajes sí ha reconocido a preguntas de su defensa y de la Fiscalía Anticorrupción que después del viaje de 2009 invitó al empresario a comer en un restaurante a comer y que ambos también se vieron en un domicilio privado en La Cerdanya junto a Ramon Camp, histórico diputado de CDC que también estaba invitado en los viajes, y sus respectivas parejas tras el partido de 2015.
Además, Ribó ha anunciado que va a aportar al juzgado un email enviado desde su correo corporativo en el que expresa a Camp su voluntad de pagar su parte del viaje de 2015 y ha asegurado también que se ofreció a pagar las furgonetas que llevaron a la expedición desde el aeropuerto al hotel en Berlín en el que se alojaron.
El pasado septiembre, en una comparecencia en la comisión del Síndic de Greuges en el Parlament, dijo que había sido un “error y un exceso de confianza” aceptar la invitación a viajar a la final de la Champions con investigados por la financiación irregular de CDC.