Tambores y barriles en honor de Gregorio Ordóñez en el día grande de San Sebastián

San Sebastián, 20 ene (EFE).- Una tamborrada compuesta por integrantes de seis compañías ha unido este sábado en San Sebastián los sonidos de sus tambores y barriles en homenaje al expresidente del PP de Gipuzkoa, Gregorio Ordóñez, asesinado en enero de 1995 por ETA.

Este acto de recuerdo se ha celebrado en la Casa de Cultura de Aiete, donde estos días está instalada la exposición “Gregorio Ordóñez. La vida posible”, en presencia de su viuda, Ana Iribar, quien ha acudido con el barril y los palillos que el político asesinado utilizaba en la tamborrada de la sociedad El Sauce.

Entre los integrantes de la tamborrada de homenaje se encontraba el edil del PP en San Sebastián Borja Corominas y el delegado del Gobierno en el País Vasco, el socialista Denis Itxaso, quien ha asistido ataviado de cocinero, con barril, pero sin palillos.

El despiste del delegado ha sido paliado por Ana Iribar, quien ha prestado a Itxaso los palillos de Gregorio Ordóñez para que pudiera interpretar, con el resto de los miembros de la tamborrada, las marchas compuestas por Raimundo Sarriegi para el día de San Sebastián.

El barril de Gregorio Ordóñez

Entre el público asistente se encontraba el expresidente del PNV y actual consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz.

El acto se ha desarrollado en el interior de la casa de cultura, aunque ha finalizado en los jardines anexos, donde la propia Ana Iribar se ha sumado a la tamborrada y ha tocado el barril de Gregorio Ordóñez.

Tras finalizar el acto de homenaje, Ana Iribar ha expresado, en declaraciones a los periodistas, su agradecimiento a los ciudadanos donostiarras que han participado, al tiempo que ha lamentado que su hijo no haya podido asistir “por culpa de una intempestiva nevada en Madrid”.

Ha recordado que esta próxima semana se cumplen 29 años del asesinato de Gregorio Ordóñez, apenas tres días después de que utilizara el barril y los palillos que ella portaba hoy a modo de homenaje.

“Mi principal emoción y recuerdo es para él y para todas las ´victimas de ETA”, ha afirmado Iribar, quien ha evocado cómo San Sebastián quedó “conmocionada después de aquel asesinato”.

Ha hecho extensivo su reconocimiento a una ciudadanía donostiarra que 29 años más tarde “sigue recordando” a Gregorio Ordóñez. “Sigue recordando al hombre, al ciudadano, al político que tanto hizo por todos nosotros, por devolvernos la libertad, por devolvernos la dignidad, que nos dijo que no hay que tener miedo, que hay que seguir adelante y que hay que vivir y hay que sacar lo mejor de cada uno de nosotros”, ha rememorado.

Ha destacado que Ordóñez vivía a fondo la fiesta de San Sebastián y desfilaba en la tamborrada de la peña del Sauce de San Sebastián.

Falta de empatía con las víctimas

“Vivía, pensaba y latía en blanco y azul, esta era su ciudad, era la gente por la que trabajaba, emocionado y lleno de entusiasmo, para sacar adelante esta ciudad, este proyecto de ciudad tan maravillosa”, ha concluido Ana Iribar.

Por su parte, Denis Itxaso ha admitido que en San Sebastián, y en general en Euskadi, ha faltado “recuerdo, empatía y cercanía” con las víctimas del terrorismo, mientras que “históricamente han sido otros los que se han llevado el cariño y las muestras de amor”.

Itxaso no conoció a Gregorio Ordóñez, pero sabe que fue “un político del PP que luchó por sus ideas, pensando y soñando en un país en libertad”.

“El no lo consiguió pero lo que él sembró, lo que él trabajo, tuvo un fruto. Su vida y su lucha tuvieron sentido, su muerte no”, ha añadido.

Ha explicado que hoy se ha dado cuenta de que no tenía palillos para tocar el barril y ha llegado “agobiado” esperando que algún otro integrante de la tamborrada tuviera dos de repuesto, pero ha sido Ana Iribar la que le ha prestado los que pertenecieron a Gregorio Ordóñez.

Un préstamo que en un primer momento le ha “impresionado” porque lo ha sentido “como algo sagrado” que “seguramente su viuda guarda con mucho cariño”.

“Me ha emocionado tocar la marcha de San Sebastián con los palillos de Gregorio Ordóñez, me ha impuesto un cierto respeto”, ha admitido el delgado del Gobierno.