El Supremo ve “episodios de complicidad” y “casi connivencia” entre los Mossos y los votantes durante el 1-O
La responsabilidad del que fuera máximo responsable de los Mossos d'Esquadra durante el otoño soberanista, Josep Lluis Trapero, no era objeto del procedimiento seguido en el Tribunal Supremo, si bien la sentencia hecha pública este lunes sí ha analizado algunas actuaciones de la Policía autonómica, especialmente durante el 1-O. Los jueces del Alto Tribunal avalan la crítica al dispositivo de la policía catalana que formuló el exalto cargo de Interior Diego Pérez de los Cobos y mantienen que hubo “episodios de auténtica complicidad” y “casi connivencia” con los ciudadanos que estaban apostados ese día en los centros de votación.
Sí reconocen, no obstante, que los mandos de los Mossos, con Trapero a la cabeza, advirtieron a los miembros del Govern de los riesgos para la seguridad que podrían producirse durante el día de la votación. Eso ocurrió durante una reunión de la Junta de Seguridad celebrada el 28 de septiembre a instancias de los mandos policiales con el objetivo de informar a los miembros del ejecutivo del “importante riesgo para la seguridad que podía derivarse de la constatada presencia de colectivos radicales y de la movilización de una cifra de personas próxima a los dos millones”.
El tribunal considera probado que los Mossos d'Esquadra –que dependían administrativa y políticamente del exconseller Joaquin Forn, condenado a diez años y medio de prisión– no interfirieron la emisión de votos, más allá de alguna actuación aparente y en un mínimo número de centros, y que en algunos casos llegaron incluso a “recoger, hacerse cargo y trasladar material electoral”. También destaca que los binomios de Mossos comisionados en los centros de votación, siguiendo las instrucciones que tenían, desistían de su objetivo de impedir la entrada en esos locales “ante la obvia imposibilidad de vencer la resistencia” ejercida por los ciudadanos convocados.
Además, el Supremo explica que la inhibición de la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la “ocupación” de centros educativos bajo la iniciativa conocida como «Escoles Obertes» durante el día de referéndum se produjo porque las autoridades estatales creyeron en la previsión de “normalidad” afirmada por el exconseller de Interior Joaquim Forn.
Trapero, a juicio en 2020
La sentencia que ha condenado a entre nueve y 13 años de prisión por delitos de sedición y malversación a los líderes del procés tendrá efectos en el procedimiento que se sigue en la Audiencia Nacional contra Trapero. El exjefe de la Policía autonómica será juzgado en enero de 2020 por un delito de rebelión por su actuación entre el 21 de septiembre y el 1 de octubre de 2017 con motivo de la organización del referéndum de independencia.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional acusa a Trapero de ser miembro destacado de la rebelión que el Gobierno autonómico habría organizado con la celebración de esa consulta. En concreto, por plantear unos mecanismos de actuación que impidieron que los Mossos pudieran cumplir con las instrucciones dadas por la Fiscalía y con las resoluciones del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para evitar la celebración del 1-O.
El pasado marzo, su declaración como testigo en el Supremo se convirtió en uno de los momentos álgidos del juicio. Cerró su interrogatorio con un alegato de defensa de los Mossos, de los que aseguró que habían emplazado al Govern al “cumplimiento de la legalidad” y manifestaron que no pensaban acompañar “el proyecto independentista” en una reunión mantenida el 28 de septiembre de 2017 con Puigdemont, Junqueras y Forn. “Les dijimos que no se equivocasen con nosotros”, declaró.
Trapero también reveló que tenían previsto un dispositivo para detener al president Carles Puigdemont y los consellers del Govern si así lo ordenaba la Justicia tras la declaración de independencia en el Parlament. Dijo que esas acciones estaban diseñadas desde el 25 de octubre de 2017. Es decir, dos días antes de la declaración unilateral de independencia (DUI) aprobada por el Parlament. Por otro lado, trazó una línea clara entre la actuación de la Policía que él dirigía y su responsable político en aquel momento, Joaquin Forn, al que el mando acusó de actuar “con un punto de irresponsabilidad”. Por contra, los Mossos, dijo Trapero, tuvieron como único fin “cumplir con los mandamientos judiciales”.