Convocar una asamblea constituyente que elaboraría una Constitución homologable a la del resto de países occidentales europeos; restablecimiento de las libertades democráticas y de los derechos humanos; lucha contra la corrupción; reformas socioeconómicas para la mejora de condiciones de vida; reforma de la Justicia Militar; reforma de la Ley del Servicio Militar; y reorganización de los tres ejércitos. Éstos eran los principios fundamentales de la Unión Militar Democrática (UMD).
La UMD se fundó meses después de la Revolución de los Claveles portuguesa, en agosto de 1974, con el fin de democratizar las fuerzas armadas y derrocar la dictadura franquista. Y se autodisolvió tres años después, tras las elecciones de junio de 1977.
Este sábado, uno de los miembros de la UMD, José Fernando Reinlein García-Miranda, teniente coronel de Infantería en la reserva, fue uno de los activistas sociales que participaron en la concentración de Unidos Podemos por la moción de censura.
La Revolución de los Claveles simbolizó la ruptura con la dictadura, impulsada por cargos intermedios del ejército. Por eso se miró en ella la UMD, por la toma de conciencia del papel que podían desempeñar los militares en el derrocamiento de una dictadura militar: había sindicatos clandestinos; partidos clandestinos; asociaciones estudiantiles clandestinas... Pero hasta entonces no existía una organización que aglutinara militares para tumbar el franquismo.
En España esa ruptura no se produjo; no hubo una revolución, sino una reforma legal del régimen, aquel llamado harakiri de las Cortes franquistas, para permitir unas elecciones en junio de 1977 que desembocaron en una Constitución en 1978 pactada: élites políticas, institucionales y empresariales transitaron de un régimen a otro de la noche a la mañana, ley de amnistía mediante.
El camino de la UMD no fue sencillo. Una rueda de prensa del capitán José Ignacio Domínguez, portavoz de la Unión Militar Democrática en París en 1975 evidencia cómo fueron aquellos años. Nueve militares de alta graduación fueron detenidos en 1975 por pertenecer a la UMD, condenados a 43 años de cárcel y expulsados del ejército.En 1987 se les dio la oportunidad de regresar a la vida militar, pero sólo tres de ellos lo hicieron.
Ahora, 40 años después, una voz de la UMD volvió a oírse en Sol.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con Carme Chacón como ministra de Defensa, homenajeó a la asociación en 2010: entregó las Cruces del Mérito Militar y Aeronáutico a 14 antiguos miembros de la UMD por la “valentía” que demostraron al colaborar “decididamente” en el camino hacia la democracia en España y por cuyo papel algunos fueron “encarcelados, juzgados, condenados y expulsados” del Ejército.
Reinlein, aquel día, dijo: “Durante 35 años haber sido de la UMD era un mal don, a partir de hoy es un mérito”. Aquel fue un reconocimiento a la crucial participación de estos militares en la lucha contra el franquismo, muchos de los cuales fueron “perseguidos” viendo afectadas sus carreras profesionales.