El pasado mes de junio el Gobierno se anotaba un tanto al aceptar que desembarcara en Valencia una flotilla de barcos, comandada por el Aquarius, con decenas de migrantes rescatados en el Mediterráneo. Pedro Sánchez estrenaba su mandato con un gesto que le diferenciaba no solo del anterior Ejecutivo del PP, sino de los dirigentes europeos que han hecho del racismo su bandera. Una decisión aplaudida por sus principales socios parlamentarios a quienes, además, Sánchez lograba achicar su espacio electoral.
Dos meses después, la política migratoria del Gobierno socialista ha virado. Un giro “a la derecha”, sostienen desde Unidos Podemos y el espacio político que se aglutina a su alrededor, que observa el cambio con “preocupación” y “decepción” y advierten: “El PSOE hace una cosa en la oposición y otra en el Gobierno”.
El acuerdo alcanzado entre varios países europeos, al margen de las instituciones comunitarias, para desembarcar a los 141 migrantes que esperaban un puerto seguro desde el pasado viernes y repartirlos entre cinco países no contenta a Unidos Podemos. A España le tocarán 60. Sánchez se apresuró a situarse como “coordinador” de un “acuerdo pionero” que, en realidad, ya se había producido antes, con protagonistas muy similares, pero con la ausencia de España.
“¿Por qué no utilizaron el argumento de que España no es un puerto seguro en junio?”, se pregunta el diputado de Podemos Txema Guijarro en conversación con eldiario.es. “El Gobierno tenía un compromiso claro y no lo está respetando”, remacha el coordinador del grupo confederal en el Congreso.
Guijarro dice no saber “qué tipo de presiones” puede estar recibiendo Sánchez para modificar el criterio de forma tan rápida. “Si de la derecha española o de la europea”. Pero sí intuye que su principal función en los próximos meses será la de controlar al Gobierno socialista. “Se empieza a manifestar un síndrome muy típico del PSOE: hace una cosa en la oposición y otra en el Gobierno. Cuando llega la hora de actuar, siempre están prestos a la decepción”, sostiene.
La diputada de IU Eva García Sempere recuerda que el pasado 27 de julio el grupo confederal registró preguntas parlamentarias sobre el cambio de política migratoria que ya se intuía. El Gobierno rechaza ahora ofrecer a otros refugiados rescatados en el Mediterráneo las mismas condiciones que ofreció a los refugiados del Aquarius que llegó a Valencia en junio.
García Sempere también ve ese cambio entre lo que el PSOE dice en la oposición y lo que hace cuando llega al Gobierno: “Parece ser la tónica de un partido que, cuando ha estado en la oposición, denunciaba la falta de transparencia, la corrupción y la violación de derechos humanos; pero que al llegar al Gobierno lo ha diluido y reducido a una simple política de gestos”
En opinión de IU, la acogida anunciada a bombo y platillo en junio por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, no pasará de mero gesto “si el PSOE no piensa apostar por una política migratoria basada en los derechos humanos”. García Sempere reprocha al Gobierno por utilizar palabras como “amenaza”. “Es una imprudencia política más propia de discursos racistas como el del PP o Ciudadanos. Desde 2016 se han reducido las salidas desde el norte de África por mar”.
El cambio de criterio de Pedro Sánchez sobre los migrantes rescatados por el Aquarius no llega solo. El Gobierno socialista ha pasado de defender la inconstitucionalidad de las llamadas “devoluciones en caliente” en la frontera entre España y Marruecos a defenderlas frente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos con los mismos argumentos que el PP. También se han planteado dudas sobre el compromiso adquirido por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de retirar las cuchillas (concertinas) que cubren la parte superior de las vallas de Ceuta y Melilla.
Desde Equo, la tercera pata estatal de Unidos Podemos, también se ha arremetido contra la política migratoria de Sánchez. Su coportavoz federal, Juan López de Uralde, cree que el asunto del Aquaruius “es muy sangrante”. “Las mismas razones para darle la bienvenida en junio con toda la parafernalia se mantienen ahora”, apunta en declaraciones a eldiario.es. “El fondo del asunto es que son personas abandonadas en el mar, recogidas por MSF. Y la alternativa es dejarlas morir en el mar”.
Uralde cree “una buena noticia” el acuerdo finalmente adoptado para acoger en Europa a las 141 personas del Aquarius. Pero, apunta, “no puede repetirse esta situación con cada barco”. En opinión del diputado del partido verde, “debe consolidarse un acuerdo sólido que permita resolver la situación de forma definitiva. Un acuerdo que se base en principios como la solidaridad y la capacidad de acogida europea”. “El Gobierno debe impulsar esa política, y no poner obstáculos ante cada caso concreto, como ha ocurrido en este”, zanja.
El dirigente ecologista señala que Sánchez ha puesto en marcha un sistema muy concreto: “Primero hace un posicionamiento y luego se acerca a la derecha. Mira la reacción y luego intenta ocupar una posición de centro. Y a nosotros [por Unidos Podemos] nos ofrece la posición como definitiva, un 'lo tomas o lo dejas'. Una especie de chantaje ideológico”.
Al PSOE ya le salió mal con el techo de gasto y los objetivos de déficit. Y puede no ser la última vez. Guijarro recuerda que en el asunto de las devoluciones en caliente en la frontera con Marruecos “el marco es la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención europea de Derechos Humanos, que es a la que se remite Estrasburgo para condenar a España”.
El dirigente de Podemos cree “fuera de lugar que se emplee el argumento extemporáneo y ridículo de que la frontera no es la concertina, sino la linea policial”. “Cuando lo dijo Fernández Díaz [exministro del Interior con Mariano Rajoy] nos quedamos perplejos”, recuerda. Y zanja: “El Tribunal de Estrasburgo ha dejado claro cuál es la jurisprudencia y ahora toca cumplir los compromisos. Son inaceptables. Una violación de los Derechos Humanos”.
Desde IU, Sempere apunta que “tampoco se pueden denunciar las concertinas mientras se es oposición y que el actual ministro del Interior no las retire”. “Si realmente quiere demostrar que en materia de migración son distintos al PP, tendrán que hacer mucho más que una política de gestos y emprender reformas profundas”, apremia.
Uralde dice ver “muy preocupante el giro de Sánchez” que el dirigente ecologista ve “extrapolable” a toda la política del Gobierno en apenas dos meses. “Pasan de un discurso progresista, de cambio, a hacer lo mismo que estaba haciendo el PP. Se mueve más por el día a día de las encuestas que no por los valores que rigen un Gobierno de izquierdas, aunque no sea lo más popular ni lo más entendido”, concluye.