Villarejo dijo a la jueza que “aguantó” a López Madrid por si la doctora Pinto suponía un “riesgo” para Casa Real
El comisario jubilado José Manuel Villarejo aseguró ante la jueza que le acusa del apuñalamiento de la doctora Elisa Pinto que si prolongó el contacto con Javier López Madrid fue porque temía que la situación de acoso que éste le describió por parte de la mujer pudiera terminar perjudicando al rey, amigo del empresario. “Era muy pesado, pero le aguanté por si había riesgo para la Casa Real”, afirmó el comisario ante la magistrada Belén Sánchez, aseguran fuentes jurídicas.
En la misma causa que Villarejo está imputado también el empresario Javier López Madrid, acusado del acoso a la mujer. La víctima asegura que Villarejo es el hombre que la pinchó en el costado el 20 de abril de 2014 y que mientras lo hacía, le dijo: “López Madrid quiere que cierres la boca”. El empresario asegura que es la doctora quien le acosaba y por este motivo la mujer está imputada en otro juzgado de Madrid. Villarejo negó el pasado junio taxativamente ante la jueza Sánchez ser el autor de la agresión y añadió que solo había visto a Pinto, de espaldas y ese mismo día de la declaración.
El policía jubilado declaró que conoció al entonces consejero de OHL Javier López Madrid en septiembre de 2013 por indicación de un amigo suyo, presidente de un banco. Su amigo le trasladó que se trataba de una persona muy importante, amigo del entonces Príncipe Felipe, y que accedió a verle por si el asunto pudiera perjudicar a la Casa Real. Villarejo, siempre según su versión, se habría presentado como antiguo policía, que ya no estaba en activo y que ejercía como abogado.
El comisario, destinado en realidad en la Dirección Adjunta operativa, se limitó a recomendar a López Madrid que hablara con la mujer, supuestamente ofendida porque el empresario había decidido finalizar la relación que mantenían, siempre según el testimonio del policía jubilado. Meses después, y ante la insistencia de López Madrid, Villarejo le ofreció que un abogado que trabaja con él, Rafael Redondo, le acompañara a la consulta de la doctora, relató a la jueza.
La mujer, sin embargo, asegura que el hombre que acompañó a López Madrid fue el propio Villarejo. Una grabación de audio del encuentro terminó publicada en El Español y, según el trabajo de investigación V. Las cloacas del Estado, antes fue manipulada. El pasado 29 de junio, Villarejo declaró a la jueza Sánchez que si pidió a Redondo que acompañara a López Madrid fue solo para que este letrado diera “fe” del encuentro.
Rafael Redondo es el hombre que recibió a Victoria Álvarez en la estación del AVE cuando ésta viajó a Madrid para declarar ante la Policía sobre supuestos hechos delictivos del hijo mayor de los Pujol. Como consta en el sumario del caso Pujol, el juez Pablo Ruz se interesó porque fuera un abogado ajeno al Cuerpo y no un agente quien se encargara del traslado de la mujer hasta dependencias policiales. Redondo es asimismo secretario general de Transparencia y Justicia, la asociación que, bajo la apariencia de la lucha contra la corrupción, es utilizada por el comisario para acceder a distintos sumarios y maniobrar en las causas.
Villar Mir y el rey emérito
Durante la declaración, el policía destacó que el suegro de López Madrid, Juan Miguel Villar Mir, es “muy amigo” del rey emérito, según le dijo el propio empresario, y que el caso también necesitaba atención porque OHL es una empresa “muy importante” para los intereses de España.
Enfrentado abiertamente al CNI, el comisario Villarejo se refiere al servicio de Inteligencia en su declaración. Esta vez para asegurar que el abogado de la doctora en aquel entonces se dirigió a él para ofrecerle un pacto y advertirle que habían sido “unos amigos” de la mujer, antiguos miembros del Centro Nacional de Inteligencia quienes le habían indicado que debía mezclar en el contencioso al comisario Villarejo.
Antes de adoptar la medida de la orden de alejamiento, la jueza Sánchez escuchó también a la doctora, a la fiscal, a la defensa de Villarejo y a la de la doctora Pinto. Tanto la defensa del policía como la fiscal, Rosa Mayoral Hernández, se opusieron a la medida.
La fiscal defendió que la propia doctora había reconocido que no sufría ningún acoso desde 2015 y que, por tanto, no tenía sentido la medida. La abogada de la doctora alegó que la mujer temía represalias después de haber identificado a Villarejo en la rueda de reconocimiento. En un momento de su intervención, la fiscal Mayoral Hernández llegó a decir: “Si quiere ponerse seguridad privada es problema suyo el poder pagarla”. La jueza Belén Sánchez dictó finalmente orden de alejamiento al policía, que no puede acercarse a menos de 500 metros de la mujer.