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Vox renuncia a entrar en gobiernos y condiciona los pactos en Madrid y Murcia a negociar sobre su programa

Macarena Olona e Iván Espinosa de los Monteros en una comparecencia en el Congreso

Laura Galaup / Sofía Pérez Mendoza

Vox recula y repliega su estrategia. Tras semanas en las que insistieron en que no iban a aceptar un “trágala”, en las que incluso llegaron a amenazar con no apoyar a la coalición de derechas y contribuir a que Manuela Carmena revalidase la Alcaldía y en las que repitieron que “sería razonable” que sus representantes formasen parte de los gobiernos del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, este martes han decidido desdecirse de esas reivindicaciones.

El portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha anunciado que renuncian a ocupar concejalías en los consistorios en los que no se han cumplido estas pretensiones. Sobre las negociaciones autonómicas, se ha limitado a condicionarlas a su programa electoral, eliminando la exigencia de formar parte de los equipos de gobierno. 

A partir de ahora, Vox priorizará en las negociaciones autonómicas para que la derecha mantenga el poder en la Comunidad de Madrid y en Murcia “el cumplimiento de los programas e ideas que Vox viene defendiendo”. Ante esta exigencia, el PP tendrá que ver qué hace con algunos asuntos en los que Ciudadanos y el partido de extrema derecha no coinciden, como ya quedó patente en los acuerdos bilaterales firmados en el Ayuntamiento de Madrid. Mientras los de Albert Rivera se comprometían a “erradicar la lacra social de la violencia machista”, los de Santiago Abascal hablaban de “violencia en el ámbito intrafamiliar”

Para justificar su nueva posición, el partido de extrema derecha ha hecho público el acuerdo nacional que firmaron los secretarios generales de los dos partidos, Teodoro García, por el PP, y por Vox, Javier Ortega Smith, para formar gobiernos municipales. En este documento se certifica lo que llevaban días reivindicando. Los populares se comprometieron a conformar “gobiernos de coalición” tripartitos, el texto señalaba además que “en el plazo máximo de 20 días naturales” desde las investiduras de los alcaldes “se nombrará a las personas indicadas por Vox en cada ayuntamiento en distintas concejalías de gobierno”.

Vox sobre el PP: “Sencillamente no son de fiar”

Ante el incumplimiento de estos puntos diez días después de su ratificación, el partido de extrema derecha ha decidido renunciar a este pacto. “Ante la constancia de que quienes parecía que iban a ser socios de gobierno, con los que se había llegado a un acuerdo sensato, sencillamente no son de fiar, el Comité Ejecutivo Nacional de Vox ha decidido renunciar a ocupar ningún cargo de responsabilidad de ningún tipo en ninguna entidad en todos aquellos lugares en los que se haya incumplido ese acuerdo”, ha anunciado Espinosa de los Monteros, que ha comparecido junto a otros dos miembros del comité negociador del partido, la diputada Macarena Olona y el vicesecretario Enrique Cabanas.

A partir de ahora, en los municipios en los que no han entrado en el Gobierno, Espinosa de los Monteros ha reseñado que su partido “pasa a la oposición” para “controlar y fiscalizar a los ejecutivos que estarán en minoría”. Esta decisión y sus efectos sobre las negociaciones en la Comunidad de Madrid se han transmitido desde el partido de extrema derecha con múltiples contradicciones. 

Contradicciones en Vox sobre las negociaciones 

La formación ha informado a través de fuentes oficiales de que se rompían “las relaciones con Díaz Ayuso”. Una afirmación que horas después desmentía el propio Espinosa de los Monteros. “No se han roto porque no se han abierto nunca”, aseguraba, pese a que la candidata regional, Rocío Monasterio, hizo público hace dos semanas un “preacuerdo” que comprometía al PP a la cesión de “entes” de la Comunidad de Madrid. Hoy nadie en Vox mencionaba dicho pacto.

Como ha sucedido a nivel nacional, en esta autonomía también han modificado su postura. Hace una semana la formación de extrema derecha condicionaba las negociaciones con Isabel Díaz Ayuso a que se cumpliera el pacto con el PP en el Ayuntamiento de Madrid para ocupar concejalías. Este martes, sin embargo, la vinculación entre uno y otro acuerdo ha desaparecido.

Tras el fracaso de la estrategia en el Ayuntamiento –Vox permitió la investidura de PP y Ciudadanos sin lograr obtener nada a cambio–, el partido trata de tomar las riendas de la negociación haciendo valer su programa y publicará este miércoles las medidas de base para negociar. Entre las exigencias ya no se mencionan los sillones, solo el programa: “impuestos”, “libertad educativa”... “Nunca hemos pedido entrar en gobiernos, sino el cumplimiento de los acuerdos firmados”, ha justificado Espinosa de los Monteros ante la rebaja de demandas.

Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado llevan semanas dibujando por su cuenta su Gobierno de coalición sin contar con Vox, que dice que ahora “se abre una nueva ventana”. Sus 12 escaños en la Asamblea de Madrid son necesarios para que el Gobierno PP-Ciudadanos salga adelante. “No va a haber reuniones con el PP de la manera en que se ha hecho en el Ayuntamiento porque lleva al incumplimiento”, indican fuentes cercanas a Rocío Monasterio, que admiten que la forma de negociar ha cambiado. 

Puntos conflictivos: LGTBI y violencia de género

Aún no hay confirmada, no obstante, ninguna reunión entre los dos partidos. Pese a que Vox lo niega, el PP ya ha mantenido varios encuentros con la formación para “avanzar” en el programa. Fuentes del partido conservador confirman a eldiario.es que hace varias semanas ya se habló de impuestos, aunque no se entró en otras cuestiones que el PP ya prevé espinosas, como la ley LGTBI o las medidas contra la violencia de género. En pocas horas se conocerá ese documento de máximos sobre el que Vox pretende hacer girar las negociaciones.

La candidata del PP asegura que una vez reciba el texto, su partido tendrá que estudiar “la manera de transaccionarlo si hay algo en lo que no estamos de acuerdo”. Por su parte, fuentes de esta formación reconocen a eldiario.es que el anuncio de Vox “ha cambiado todo”. “Desde el inicio de las negociaciones ha habido etapas diferentes: primero era un condicionante entrar en el Gobierno y ahora parece que no”, afirman

En Murcia estos temas también están sobre la mesa. Espinosa de los Monteros reconoció que se mostraba “más pesimista” ante estas negociaciones. En esta autonomía, PP y Ciudadanos ya han firmado un acuerdo de Gobierno y el reparto de las diferentes consejerías que sustentarán al Ejecutivo de Fernando López Miras durante los próximos cuatro años. Fuentes del partido de extrema derecha, cuyo apoyo será necesario en la sesión de investidura, ya sea con un voto favorable en primera vuelta o con una abstención en la segunda, también plantean que los puntos sobre “ideología de género” o de “libertad de los padres a educar a los hijos como les dé la gana” dificulta el apoyo. “Lo único que nos importa son los puntos programáticos”, insisten.

De esta forma, con la reivindicación programática, Vox vuelve a la casilla de salida en sus negociaciones. Apuestan por una fórmula similar a la andaluza –que tanto han criticado en las últimas semanas– donde el partido de extrema derecha se limitó a apoyar el nombramiento de Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente de la Junta, aunque meses después sí consiguió incluir algunos de sus ejes programáticos sobre violencia machista –convertirla en intrafamiliar– e inmigración –combatirla– en los presupuestos. Finalmente, en estas negociaciones sí que consiguieron estampar su firma, su discurso y su logo junto a los de Ciudadanos y el PP.

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