Vox revolucionó las redes sociales el primer fin de semana de marzo tras el éxito conseguido en la fiesta que organizaron en el Teatro Barceló (Madrid), antigua discoteca Pachá. Los vídeos de Santiago Abascal ejerciendo de DJ, pinchando el himno de España y un aforo a reventar de jóvenes cantando el himno de la Legión se viralizaron. El seguimiento obtenido por ese evento, organizado fuera del calendario de campañas electorales, puso a la formación de extrema derecha en el foco, los periodistas comenzaron a alertar de la gran movilización que les acompañaba en todos sus actos.
Doce semanas, dos campañas electorales y unos comicios generales después, un evento muy parecido no ha cosechado los mismos resultados. La organización ha fallado y los seguidores más jóvenes no han respondido a la formación de extrema derecha. El guion de los promotores del evento era el mismo: terminar la noche con Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith, los candidatos autonómicos y municipales madrileños, en la cabina del DJ pinchando un remix electrónico del himno de España. A ellos también se ha unido el ya diputado electo del partido, Iván Espinosa de los Monteros.
En esta ocasión la fiesta se ha celebrado este jueves en una discoteca más pequeña, el Panda Club, situado en otra de las zonas de ocio nocturno de la capital, cerca del complejo de Azca. El evento estaba organizado por Cañas por España, la plataforma que utilizan los jóvenes del partido para celebrar pequeñas conferencias con miembros de Vox o invitados externos que les interesan.
Teniendo en cuenta el perfil conservador y católico de este partido, llamaba la atención que la sala estuviese decorada con graffitis entre los que se podía leer Hot girls (chicas calientes) o Pussy (vagina). A pesar de que durante el evento desde la organización han repetido en varias ocasiones que habían conseguido llenar el aforo de 1.000 personas, eso no era cierto. A lo largo de la noche, en los momentos con mayor número de gente dentro de la discoteca, la formación de extrema derecha ha podido como mucho cubrir la mitad de capacidad. Los espacios laterales y la parte posterior siempre han estado vacíos.
Pop, himno de la legión y cerveza
En un ambiente distendido, que como en ocasiones anteriores han calentado con cervezas y música variada, desde el ya siempre presente himno de la Legión pasando por Pereza y Taburete o la banda sonora de Grease, los líderes nacionales han tomado la palabra. El primero en intervenir ha sido Espinosa de los Monteros. En mangas de camisa y con un tercio de cerveza en la mano ha tratado de apelar al voto más joven asegurando que actualmente tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid “ha habido un empate técnico” en las encuestas “entre la izquierda más dura y los demás”. Para combatirlo ha asegurado que es necesario que los asistentes acudan a las urnas y vayan acompañados por “padres”, “novias”, “amigos” y “abuelas”. “Estamos a punto de conseguirlo, solo hace falta un esfuerzo final”, ha añadido.
Para ver a los protagonistas del evento, los candidatos a las elecciones del 26 de mayo, los asistentes han tenido que invertir bastante tiempo. El inicio del evento estaba señalado en las entradas a las nueve de la noche. La organización no abrió las puertas hasta más de media hora después de la hora marcada, y ha aprovechado esa espera para alardear en sus redes sociales de la cola que había en la puerta. Algunos seguidores mataban el tiempo opinando sobre política y otros aprovechaban para nutrir de vídeos su canal de Youtube. “¿Cuánto amas a España?”, preguntaba un youtuber que se presentaba como Jauría española, acompañado de su móvil colocado en un palo selfie, mientras grababa a gente que estaba esperando.
Pudieron entrar mayores de 35 años
Tal y como sucedió en el evento celebrado en el teatro Barceló, los organizadores limitaron una edad máxima para poder asistir. En esta ocasión eran los 35 años. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió en la antigua discoteca Pachá, aquí ha terminado entrando todo el mundo para contribuir a que hubiese más gente dentro, ya que estaban lejos de completar capacidad. “Apártense. Pónganse a este lado y esperen a que pasen los jóvenes. Cuando ellos entren, accederán ustedes. No van a tener problemas porque no hay problemas de aforo”, explicaba uno de los agentes de seguridad a una pareja que superaba los 50 años y que estaba haciendo la fila para acceder.
A pesar de que el ticket anunciado era Monasterio-Ortega Smith, el candidato al Ayuntamiento ha sido el que ha llevado la batuta del evento. La cabeza de lista a la Comunidad de Madrid ha aparecido después de que el secretario general de Vox hubiese terminado su intervención, el DJ había vuelto a poner música y sus compañeros de partido se estaban haciendo ya fotos con los asistentes.
Monasterio ha aparecido a falta de tres minutos para que fuesen las once y media de la noche y se ha marchado pasados nueve minutos de la media noche. Entre tanto, ha tomado la palabra durante tres minutos para agradecer a los jóvenes que hayan convencido a sus padres y abuelos de que “Vox es el futuro”. “De aquí al domingo tenemos el sprint final y salir como locos para convencer a los que tenemos alrededor para que la izquierda no entre en Madrid”, ha planteado en su intervención.
Aprovechando que a esas horas el público ya era muy reducido han optado por el cara a cara para seducir a los últimos votantes. Dejando a un lado el enfoque más mitinero y con un toque más cercano a los bolos que organizan personajes televisivos en discotecas, los líderes del partido se han hecho decenas y decenas de fotos y han charlado con los asistentes. “Hay que ir a todas” y “hemos hecho seis entrevistas”, eran algunas de las respuestas de Monasterio para justificarse con uno de los jóvenes organizadores por su retraso.
Ortega Smith ha dedicado más tiempo a explicar las intenciones de Vox en estas elecciones. Con un discurso centrado en el sentimiento nacional y mucho más crítico con la izquierda que con los partidos de derechas ha tratado de convencer al electorado juvenil. Ha asegurado que la gente de izquierdas “solo saben vivir del chiringuito político”, obviando que su presidente trabajó en un organismo público con el Gobierno del PP en Madrid, como los que ahora critican.
“No queremos una España de arribistas, de inútiles, de vagos, no queremos a una España que grita Viva España y mira a otro lado con los compatriotas que lo están pasando mal”, ha asegurado, para criticar a los jóvenes que “son incapaces de cumplir con sus propias obligaciones”. Preguntado sobre sus propuestas para mejorar la situación de la vivienda, ha respondido que les gustaría trabajar para “que se den las condiciones para tener un trabajo digno y puedan comprar” un inmueble. “No queremos entregarle un pescado a cada español, sino darle una caña y que lo pueda pescar”, ha asegurado para presentar la idea anterior.
Combaten la desmovilización
A falta de 24 horas para que acabase la campaña electoral, los candidatos se han entregado al evento. Como ya hiciera la propia Monasterio y Abascal en el mes de marzo, tras las intervenciones se han colocado unos cascos en la cabina del DJ y han pinchado el remix del himno de España.
El aforo en este evento cuadra con la tendencia mantenida tras las elecciones del 28 de abril, en las que consiguieron el 10% del apoyo electoral. La cifra estaba por debajo de las expectativas que se crearon en la campaña. Con este tipo de actos, desde la formación tratan de combatir la desmovilización en sus filas.