VÍDEO | Àlex Crivillé defiende la evasión fiscal en el deporte: “El que no tributa fuera de España es un burro”

“El deportista español que no tributa fuera de España es un burro”. Estas son las palabras que ha utilizado el bicampeón del mundo de motociclismo, el catalán Àlex Crivillé, para defender que los deportistas españoles tributen fuera del estado. En su opinión se trata de una práctica “lógica” y que practican “todos”, ya que los tipos impositivos que marca España son “muy altos”.

En una entrevista en Catalunya Radio, que se emitirá este sábado, ha argumentado que la fiscalidad en España para ingresos de esta magnitud “es una burrada”, por lo que es “lógico” que un deportista decida trasladarse a un lugar con impuestos más bajos. “Tienes que mirar por tu bolsillo y por el de más adelante”, ha afirmado.

Crivillé ha afirmado que todos los deportistas del mundo del motor tributan fuera de España: “Es una etapa de tu vida muy corta y tienes que mirar por ti. Los del mundo del motor están, lógicamente, todos fuera: en Londres, en Suiza, en Andorra, en Mónaco... es normal. Y el que no lo hace es un burro, así de claro: burro”.

El bicampeón del mundo de motociclismo ha explicado que este tipo de decisiones no se toman de forma individual, sino que recibes asesoramiento para saber “cómo gestionar bien tu patrimonio”. “No lo haces tú, te lo hace el entorno profesional que te asesora y te dice cómo lo tienes que hacer”, ha subrayado.

La evasión no es un tema desconocido para Crivillé. Su nombre apareció entre los miles publicados en la filtración de los denominados Papeles de Panamá. En ellos se ponía al descubierto que el español había cobrado sus derechos de imagen a través de una sociedad offshore tras ganar el mundial.

En los detalles del contrato de unos 30 folios, El Confidencial explica que por los derechos de Álex Crivillé la sociedad pagaba 72.000 euros fijos al año y el 85% de los beneficios una vez se superara esa cifra. Crivillé admitió los hechos y defendió haber regularizado ya su situación.

En la conocida como amnistía fiscal del ministro Montoro afloraron al menos 40.000 millones de euros. La medida, que pretendía impulsar la declaración de rentas no declaradas, aspiraba a recaudar 2.500 millones. Aunque finalmente se recabó menos de la mitad del objetivo inicial: 1.191 millones.