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Ayuso equipara el consumo de drogas con los menores migrantes para acusar al PSOE de enseñar “su verdadera cara”
La presidenta que durante la pandemia hizo del tomar cañas con alcohol su bandera por la “libertad” lleva acuñando en las últimas semanas un discurso contra el consumo de otras drogas, especialmente el cannabis, a las que vincula con la delincuencia y la marginalidad. Este domingo fue un paso más allá durante la II Academia de la Juventud Madrileña organizada por las Nuevas Generaciones del PP y acabó equiparando el consumo de drogas con los menores migrantes y todo ello para atacar al PSOE.
Ayuso hablaba de su rechazo a legalizar el cannabis porque, según ella, no hay nada más que “ver las calles” de lugares como los Países Bajos, EEUU o Canadá para demostrar su falta de efectividad. Justo después, aprovechaba su argumentación para cargar contra la izquierda, todo ello pese a su defensa acérrima del consumo de alcohol y de la “libertad” para tomar cañas.
“Se es muy progre con el discurso de las drogas, como con la inmigración, pero mientras lo tienes lejos. Pero cuando la droga entra en una familia las cosas cambian mucho. Cuando la droga enseña la cara, como pasó en el Madrid de los 80 con las madres de la droga, como pasó con una generación entera con la que acabó en Madrid, las cosas cambian”, aseguró Ayuso en una conversación con el líder de NNGG de Madrid, Ignacio Dancausa.
Justo después, realizó una conexión extraña con los niños migrantes que llegan a Madrid. “Y lo mismo pasa con la inmigración, puesto que nosotros que somos una región de acogida –estamos haciendo un trabajo excepcional con la integración–, pero en cuanto traes a 96 menores, los traen y nosotros les damos cobijo por ejemplo en un municipio del PSOE [en alusión a Fuenlabrada], el PSOE enseña su cara verdadera y empieza a perseguirlos y estigmatizarlos”, apuntó, sin clarificar a qué se refería.
“Eso es lo que me fastidia del discurso de las drogas, que intenta revestirlo de modernidad, de no sé qué progresismo porque no hay nada más regresivo y destructivo que las drogas. Tiene una cara muy simpática hasta que la droga engancha tu vida”, zanjó.
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