Descubre a Casey Neistat: el youtuber que era youtuber antes de Youtube

A menudo se tiende a estereotipar al Youtuber como una persona joven a la que le gustan los videojuegos y que se dedica a subir regularmente contenidos a la red. Al margen del abismo cultural que algunos no han sido capaces de saltar para entender que el Rubius es a esta generación lo que pudieron ser Los Beatles a la de los 60, lo cierto es que 'contenidos digitales' los hay de muchos tipos (no solo Youtube) y 'generadores de contenidos digitales' de calidad los hay de todas las edades.

Lo que sí es más atinado decir es que las nuevas generaciones de creadores no necesitan adaptar su narrativa para 'dejar de hacer los contenidos que ya hacían y adaptarlos a contextos digitales'. Muchas de estas personas han nacido y crecido en entornos donde lo digital y todas relaciones y contenidos que esto genera forman parte de su vida. No distinguen entre 'lo real' y 'lo digital'. Todo es lo real y lo digital. Y sobre todo, la vida es narrada a otros continuamente.

Casey Neistat lleva haciendo eso prácticamente 20 años. Hoy es un reconocido Youtuber de éxito con más de 10 millones de suscriptores que genera contenidos continuamente y al que las marcas le regalan productos para que los pruebe o lo invitan a viajar en las más extravagantes secciones de primera clase de algunas compañías aéreas. Detrás de su éxito, además de mucho trabajo, hay algo que está presente en esta forma de contar historias que estamos imponiendo como sentido común hoy y que en el fondo no es tan nuevo: la autobiografía.

La autobiografía es un género muy amplio. Decir “la autobiografía mola” o “la autobiografía no mola” sería tan inútil como decir “Internet mola” o “Internet no mola”. Dentro del género hay de todo: naderías inservibles, personas con vidas poco interesantes capaces de convertir la irrelevancia en épicas narraciones e incluso personas que describen sus extraordinarias hazañas con una pasmosa tranquilidad.

Hoy en día cuesta elegir: vivimos rodeados de autobiografías. El Instagram Stories es la herramienta autobiográfica total: permite añadir texto, foto, video, GIFs y otros elementos gráficos a la narración de nuestro día a día. Pues bien, en 2003, casi tres años antes de que naciera Youtube, Casey Neistat hizo un video autobiográfico que tuvo millones de visitas y que demostraba que él era “Youtuber antes que Youtube”.

En el vídeo, producido junto a su hermano Van y titulado los hermanos Neistat denuncian la obsolescencia programada de las baterías de los Ipod. El vídeo tuvo aproximadamente 6 millones de visualizaciones. Tras los títulos de crédito inicial, podemos escuchar la voz en off de Casey haciendo una llamada y hablando con un operario de Apple mientras que en la imagen lo vemos acercarse con un stencil y un spray de pintura para 'hackear' una publicidad de Apple sobre el IPOD y añadirle: “Las baterías del Ipod solo duran 18 meses”.

Hay varios elementos que hacen del vídeo una pieza muy interesante para reflexionar sobre los orígenes de Casey Neistat. En primer lugar, no es un vídeo complaciente y buenrollero. Es gamberro. Podría etiquetarse como contrapublicidad. En segundo lugar, aunque ninguno de los hermanos Neistat aparece hablando en pantalla, está basada en un hecho vivido en primera persona: la batería de su IPOD murió y quiso hacer algo al respecto. Y en tercer lugar, hay elementos formales que indican que el aunque el vídeo claramente sea una oda al low-cost (de hecho el propio Neistat siempre ha defendido esto) hay una serie de detalles que demuestran que hay un cuidado trabajo formal detrás de ello: la producción de un stencil que encaja a la perfección en los posters de Apple, la canción de fondo “Express Yourself” del grupo N.W.A. (cuna del gangsta rap), el montaje ágil cuando se muestra que no han puesto uno sino muchos stencils por toda la ciudad…

El efecto del vídeo fue increíble. Se viralizó en una época en la que ni siquiera existían Youtube, Twitter, Facebook o Whatsapp. Pero el género autobiográfico e audiovisual siempre estuvo ahí. De hecho, los hermanos Neistat produjeron una serie para HBO en 2008 basada exactamente en la misma idea: narrar su día a día de forma creativa y compartir las inquietudes y quehaceres de una pareja que ha vivido rodeada de artistas, realizadores, etc. De nuevo, en el show de HBO (aunque Youtube ya existiera desde hacía dos o tres años) contiene muchos de los elementos formales y narrativos que Neistat ha seguido usando después.

Como en muchos otros casos de éxito, podríamos cuestionar si y el espíritu subversivo y experimental permanecen en Neistat. Actualmente el realizador ha alcanzado el éxito es muy probable que muchos vean en él como una celebración acrítica de una versión actualizada del 'self-made man' o el 'american way of life'. Sin embargo, resulta innegable reconocer algunas cuestiones que son muy interesantes de cara a analizar cómo ha afectado y está afectando Youtube y las redes sociales a nuestras vidas.

Casey Neistat es un adulto de 37 años que ha comprendido que uno de los códigos comunicativos que hoy manejan millones de personas en su día a día a menor o mayor escala es el de compartir su vida a través de pequeñas historias audiovisuales. Lleva practicando con distintos formatos y soportes el género autobiográfico más de 15 años y por tanto lo que lo hace 'especial' no es ni mucho menos nuevo. Lo cual no quiere decir que no trabaje continuamente por actualizar su forma de contar historias y qué historias cuenta. Y por supuesto, reduce el misterio y la incomprensión que a veces producen muchas de estas (aparentemente nuevas) formas de comunicarse.

A menudo se tiende a estereotipar al Youtuber como una persona joven a la que le gustan los videojuegos y que se dedica a subir regularmente contenidos a la red. Al margen del abismo cultural que algunos no han sido capaces de saltar para entender que el Rubius es a esta generación lo que pudieron ser Los Beatles a la de los 60, lo cierto es que 'contenidos digitales' los hay de muchos tipos (no solo Youtube) y 'generadores de contenidos digitales' de calidad los hay de todas las edades.

Lo que sí es más atinado decir es que las nuevas generaciones de creadores no necesitan adaptar su narrativa para 'dejar de hacer los contenidos que ya hacían y adaptarlos a contextos digitales'. Muchas de estas personas han nacido y crecido en entornos donde lo digital y todas relaciones y contenidos que esto genera forman parte de su vida. No distinguen entre 'lo real' y 'lo digital'. Todo es lo real y lo digital. Y sobre todo, la vida es narrada a otros continuamente.