Medios de comunicación, cuentas de redes sociales y políticos de extrema derecha corrieron una vez más este miércoles a vincular el asesinato de un taxista el pasado martes en la localidad madrileña de Alcalá de Henares con una persona de nacionalidad marroquí pese a que el autor de los hechos, un menor de 16 años y nacido en Miranda de Ebro, tiene nacionalidad española.
Los hechos se produjeron en la tarde del martes 16 de octubre, en la localidad complutense, cuando el menor cogió un taxi en la céntrica Avenida de los Reyes Católicos y, tras más de hora y media de viaje por la localidad, hizo al taxista ir hasta el hospital de Alcalá donde le propinó hasta cinco puñaladas. El hombre falleció como consecuencia de las heridas a primera hora del miércoles.
La víctima, un taxista de 62 años de nombre Isidro, contaba con un equipo de grabación en el interior de su vehículo, lo que provocó que a última hora del martes comenzaran a hacerse públicas las imágenes del autor del crimen. Estas imágenes fueron difundidas primero por parte de compañeros del hombre apuñalado e incluso por programas de televisión como La tarde AR, a pesar de que se trataba de un menor de edad.
Una vez iniciada la difusión de las imágenes, comienzan a aparecer en distintas redes sociales, especialmente en x (antes Twitter), publicaciones que identifican al presunto homicida como “moro”, “mena” o “jovenlandés”. La Policía Nacional ha confirmado a distintos medios, entre ellos Europa Press, que el detenido este miércoles 17 de octubre efectivamente es menor de edad (tiene 16 años) y de nacionalidad española.
Pese a ello, representantes políticos como el ex vicepresidente de la Junta de Castilla y León, el líder de Vox Juan García-Gallardo Frings, no dudó en afirmar que Isidro había sido asesinado “por otro moro”. También ha actuado así el digital dirigido por Javier Negre, EDA TV, que daba por hecha la nacionalidad marroquí del presunto autor de los hechos.
Algunos de ellos, como el pseudomedio Herqles, ya han comenzado a eliminar sus publicaciones ante las informaciones que contradicen el discurso de culpar a la inmigración marroquí de cualquier delito que se comete en España antes siquiera de conocer a fondo sus detalles, como ya ocurriera con el crimen de Mocejón en el que falleció un niño de 11 años.