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Hulio, hablemos en serio de los memes de Joaquín el del Betis

Joaquín Sánchez Hernández es un futbolista de 37 años nacido en el Puerto de Santa María que actualmente se ejercita a las órdenes de Quique Setién en el Real Betis Balompié. Ha sido 51 veces internacional con la selección española, con la que ha disputado dos Mundiales y una Eurocopa. Esta es una definición casi calcada de la que se puede leer en Wikipedia. Y el problema es que hay algo que se queda fuera: Joaquín es un meme con patas. La legítima pregunta es…¿Por qué?

Se puede ser gracioso y no ser memético. El mundo de la stand-up comedy está lleno de comediantes que son considerados graciosos por parte del público pero que no generan chistes o momentos que se viralicen y se fijen en la memoria colectiva de una forma tan fuerte como parece suceder en ocasiones con cualquier cosa que dice Joaquín.

Aunque la viralidad rara vez es matemáticamente predecible (clientes e instituciones: dejad de pedirle a las agencias de publicidad y productoras que os 'hagan un viral'), sí hay un primer paso indispensable: estar presente en medios y redes sociales. Esta misma semana hemos tenido un ejemplo: Joaquín subía un vídeo quejándose (en tono jocoso) a Luis Enrique, el seleccionador nacional, de no estar presente en la convocatoria para el próximo partido de España.

Lo que hace Joaquín aquí va más allá del chiste aprendido. La comicidad de su vídeo es múltiple y tiene distintas capas. En todas ellas Joaquín está cuestionando lo normativo con su (en apariencia) inocente broma. Cuando Luis Enrique entra en su puesto tras la polémica destitución de Lopetegui, de él se espera que aporte una renovación generacional pero también en cuanto al estilo de juego. Es por tanto poco esperable que convoque a un futbolista de 37 años como Joaquín. Sin embargo, esa es una norma que el propio Joaquín sigue cuestionando: a su edad sigue siendo competitivo en una de las ligas más exigentes del mundo. Desafía a la lógica. Como lo hace su broma.

La segunda norma que cuestiona Joaquín con su vídeo es la solemnidad que rodea a la selección española. Las convocatorias a la selección siguen siendo algo muy serio. Representar a tu país suele ser descrito por los futbolistas como una de las más importantes responsabilidades que sienten a lo largo de sus carreras. A esto se suma que Luis Enrique es, al menos en su relación con los medios de comunicación, un tipo muy serio. La Federación Española de Fútbol lleva varios años innovando en su comunicación y una de las cosas que están sorprendiendo son la curiosa vía para comunicar los seleccionados: la primera vez fue en una pizarra y esta segunda vez hemos podido ver al seleccionador, con sus correspondientes perchas, a lo largo de un vestuario.

La broma de Joaquín puede entenderse sin contexto. Sin embargo, ver el vídeo de Luis Enrique nos ayuda a comprender que otro de los mensajes que subyacen en el vídeo de Joaquín bien podría ser: con lo importante que es formar parte de la selección, ¿os ponéis a usar unas PERCHAS para dar la lista de convocados? Joaquín, de forma graciosa y aparentemente inofensiva, está criticando la falta de solemnidad de la comunicación institucional de la Federación.

Rubiales, presidente de la FEF, contestó a la broma diciendo que “Joaquín tiene tiempo de venir convocado porque le quedan 10 o 12 años de carrera” para luego subir otro vídeo en el que aparecía en el vestuario del Betis y le comunicaba estar convocado y que “Luis Enrique no se entera de la película”. Joaquín ha cerrado la conversación contestando: “Yo siempre estaré en tu selección, con camiseta o sin ella. Pero también para compensar la leña que me dabas cuando jugabas”. Todo esto forma parte del juego mediático que Joaquín conoce tan bien y es un intercambio de bromas. Sin embargo, Joaquín ya sabe lo que es convertir uno de estos momentos mediáticos en meme. Y si no lo has visto es que no estás en no tienes ni idea, Hulio.

Año 2011. Entrevistan a Joaquín en la Sexta en el estadio del Málaga, equipo en el que militaba en ese momento. En la habitual retahíla de cuestiones absurdas que en ocasiones se da lleva a cabo por parte de un periodista deportivo cuando quieren conocer al futbolista más allá de su faceta deportiva, le preguntan por un hobbie y Joaquín responde seriamente: “el tenis”. De fondo se empieza a oír la risa de Julio Baptista, compañero del portuense. Ante la risa de Baptista, Joaquín replica: “¿Qué quieres que diga, cabrón?”. Baptista, muerto de risa dice: “No ha jugado al tenis en su vida y dice el tenis”. Y Joaquín concluye diciendo: “No sé ni coger una raqueta, Julio”. El momento pasó a la historia. Y el habla sureña de Joaquín aspira la J para convertirla en una H, dando así paso a uno de los memes contemporáneos más sólidos que existen en la sociedad española.

La diferencia entre un chiste y un meme es que el primero puede funcionar entre dos personas y el segundo necesita viajar de forma incontrolada entre muchas para existir. Un chiste se puede convertir en meme si se viraliza. No existe el meme que no se decline en común. Joaquín tiene la capacidad de intervenir en los espacios mediáticos siendo capaz de introducir el humor de forma orgánica e impredecible. Sin embargo, no siempre resulta gracioso a todo el mundo.

A pesar de que el propio Inui (fichaje japonés recién incorporado al Betis) no pareció molestarse y más tarde tuitearía que se lo pasa muy bien en su nuevo club, esta broma en la que Joaquín lo invitaba a abrir los ojos para la foto generó críticas por parte de personas racializadas y activistas antirracistas. Lo que resulta innegable es la capacidad que tiene Joaquín para generar momentos virales a partir de situaciones cotidianas en la vida de un futbolista.

Para el escritor y humorista Julio Muñoz, actualmente CMO de Footers y que lleva 8 años trabajando cerca de futbolistas profesionales, la clave de Joaquín es que rompe el estereotipo de que no se puede trabajar con alegría. Uno de los estereotipos que siempre sobrevuelan sobre los andaluces es el de que solo saben pasárselo bien.

Muñoz añade para completar el cuadro de Joaquín que “es de los pocos jugadores que está labrando su carrera profesional después de la retirada. no muchos lo hacen por vértigo o desconocimiento. Joaquín ha encontrado un sitio el entretenimiento y está utilizando su visibilidad para tener una segunda vida profesional. Eso no lo están consiguiendo muchos, Piqué con la moda y la tecnología y quizás Ramos con el arte y los estilismos”. Joaquín demuestra un conocimiento de la comunicación impropia de un futbolista de élite.

En un mundo dominado por no hacer declaraciones altisonantes y por una inercia tremendamente aburrida, falsamente apolítica y carente en muchas ocasiones de ninguna conexión con el contexto social y cultural en el que se inserta el fútbol, Joaquín se dedica a hacer gamberradas que más allá de la broma demuestran un nivel de entendimiento de lo que le rodea notablemente superior a la media en su profesión. O si no, ¿cómo explicar cuando sale sin pudor en toalla de baño anunciando un falso videojuego FIFA o cuestiona la autoridad de su entrenador entre bromas?

Un sevillista que prefiere no revelar su identidad “por miedo a represalias” afirma a este blog: “Da un poco de coraje no ser bético por Joaquín, por el resto de cosas no”. Joaquín es un gran profesional del deporte que además ha terminado por hacerse un hueco en la escena mediática. Muchos futbolistas son capaces de usar esa plataforma para darse voz. Ser futbolista gracioso, es posible. Ser futbolista y crear memes, está al alcance de muy pocos.

Joaquín Sánchez Hernández es un futbolista de 37 años nacido en el Puerto de Santa María que actualmente se ejercita a las órdenes de Quique Setién en el Real Betis Balompié. Ha sido 51 veces internacional con la selección española, con la que ha disputado dos Mundiales y una Eurocopa. Esta es una definición casi calcada de la que se puede leer en Wikipedia. Y el problema es que hay algo que se queda fuera: Joaquín es un meme con patas. La legítima pregunta es…¿Por qué?

Se puede ser gracioso y no ser memético. El mundo de la stand-up comedy está lleno de comediantes que son considerados graciosos por parte del público pero que no generan chistes o momentos que se viralicen y se fijen en la memoria colectiva de una forma tan fuerte como parece suceder en ocasiones con cualquier cosa que dice Joaquín.