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Losantos acusa a Sánchez de “escenificar un golpe de forma más siniestra que Tejero” por permitir las lenguas oficiales en el Congreso
Federico Jiménez Losantos sigue promocionando cada mañana su libro ‘El retorno de la derecha’ pero este regreso no acaba de cuajar. Alberto Núñez Feijóo “tiene un problema”, el Partido Popular “no se entera de nada” y quien mejor lo hizo este martes en el Congreso fue Vox con un “gesto digno” de abandonar el hemiciclo “dejando atrás los pingajos”. Y todo esto ocurrió, además, en una jornada que según Losantos fue “la escenificación del golpe de Estado de [Pedro] Sánchez de una manera todavía más grosera y siniestra que la de Tejero”.
La aprobación del uso del castellano, euskera, catalán y gallego en el hemiciclo fue “infinitamente peor que el golpe de Tejero” porque el de 1981 “al final no fue golpe”. La explicación de Losantos es que “es muchísimo peor” porque “se trata de la legitimación del golpe de estado del 17”. Si el intento de golpe de 1981, que fue “una chapuza” y con el que “querían poner otro gobierno con Felipe [González] de vicepresidente”, por lo menos “no querían cargarse España”. En este caso, según el periodista y presentador, “esto sí”.
Y, ¿cómo va a “cargarse” España el presidente en funciones? En los 10 primeros minutos de ‘Es la mañana de Federico’ caben todas las justificaciones. El “golpista” Sánchez cuenta con unos “secuaces” y “esbirros” que cuentan con una mayoría “escuálida” en el Parlamento, pero ayer “destruyeron, renunciaron y prohibieron que el español sea la lengua del Congreso español” y que cuentan con una presidenta de la Mesa, Francina Armengol, que “chapoteó en la ilegalidad”.
“En cuanto salían de su corral o de su huerto, se entendían en español”
Esta es la interpretación de Losantos del hecho de que cualquier diputado pueda intervenir tanto en castellano como en catalán, euskera o gallego. Este martes se escucharon las cuatro lenguas, pero para el periodista solo el español debería sonar en el hemiciclo porque, “al menos desde hace 500 años, todos los que viven en la Península, aunque no supieran leer ni escribir, se entendían en cuanto salían de su corral o de su huerto, se entendían en español”.
Frente al español como “la argamasa más poderosa que hay” o “el hilo mágico que engarza a todos los españoles”, el resto de lenguas oficiales de nuestro país son lenguas “locales”, que reduce a “la lengua del cacique de turno: aquí será el gallego, allí el catalán, pues eso es una cosa contra España”. Dice Losantos que estas lenguas tampoco son “fablas”, sino que son “son mamarrachadas de analfabetos, hablas locales, modismos que no tienen ninguna relevancia lingüística ni cultural”.
El momento ha acabado por arrancar la risa de Losantos, sentado con sus libros en el estudio de radio, cuando ha puesto en práctica qué es una fabla. “Pronúnciese a lo Paco Martínez Soria y si tiene un garrote, mejor, es decir, hable mal español, pero con acento”. Los ejemplos fonéticos los dejó el presentador a las 7:09 de la mañana, pero si no puede escucharle, esta es su indicación para ponerla en práctica: “Como si llevara mulas”.
Una vez faltado el respeto a las lenguas oficiales, llegaba el turno para los políticos que han impulsado una medida histórica en nuestro país, una “banda de terroristas, golpistas y comunistas” formada por el presidente en funciones del Gobierno junto con “el Cocomocho [Carles Puigdemont], el Otegi, el Ternera y el Junqueras”. Losantos añade ahora a una presidenta del Congreso, Francina Armengol, que “chapoteó en la ilegalidad” y a la que “le faltó orinar en la presidencia del Congreso”.
“Feijóo prefiere estar rodeado de mediocres”
Este miércoles, además, pocos minutos después de las seis de la mañana, Losantos ya había pedido a Feijóo que prescinda de cuatro de sus dirigentes en Génova. Uno de ellos es el “idiota” de Sémper por haber intervenido en euskera en el Congreso de los Diputados —“la primera reacción era tirarle un cenicero”. El portavoz del PP se ha defendido este miércoles y afirma que “me he jugado la vida por ser del PP”. Los otros tres “sorayos”, como identifica Losantos a la cúpula nombrada por Feijóo, son Elías Bendodo, Esteban González Pons y Cuca Gamarra. El periodista hace una mínima concesión al líder del PP. “Cuando en un equipo alguien lo hace mal, echas al entrenador”, justifica Losantos, “porque no vas a echar al presidente, que es quien echa a la gente”.
El presentador de esRadio argumenta que “Feijóo prefiere estar rodeado de mediocres”, la campaña electoral “fue un desastre” y que lo ocurrido estos días, “cuando estás templando gaitas para la investidura, tiene excusa”, pero ahora no. En resumen, al PP se le está haciendo largo el mes de negociaciones antes de la votación de investidura —“en esto han sido bueno, inteligentes, malitos, los del PSOE”— y, “como cuando se alarga la faena en los toros”, dice Losantos, a Feijóo “se le ven las costuras”.
Su equipo no queda mejor parado: Bendodo “es como un pastorcillo de Belén”, González Pons “está en una posición que oscila entre el pastor y el trabajador que escucha a Mao en Shanghái” y Cuca Gamarra debe asumir su responsabilidad por nombrar “al chiquilicuatre de Sémper”. ¿Por qué? se pregunta Losantos: “porque es mediocre como ella. Lo de ayer no importa cuál fuera su intención: bebe del ‘sorayismo’ y su intención de quedar bien”.
Lo de ayer fue que Sémper decidió intervenir en el Congreso tanto en castellano como en euskera y solo 24 horas después de decir que hablaría en castellano para no hacer “el canelo”. Losantos reprocha al PP que se haya puesto “fino” hablando euskera “para demostrar que respeta todas las lenguas”. Y alzando la voz añade: “no hay que respetar más que la lengua española que es la que está perseguida en un tercio de España”. Al final desliza lo que realmente le preocupa. “Si mañana los etarras instalados allí, acampados en una esquina del hemiciclo, se ponen a amenazar y tal de una manera barroca, pues no los entenderemos”.
Eso es lo “verdaderamente humillante”, dice Losantos, y su prueba es “lo contentos” que estaban los diputados de EHBildu, “el partido de la ETA”, y los “del golpe de estado catalán”, en referencia a ERC y Junts per Catalunya, “pero ninguno de ellos sería nada, ni los pistoleros vascos, ni los golpistas catalanes, sin el maldito Pedro Sánchez. Sin el maldito Pedro Sánchez”.
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