El Ayuntamiento de Sevilla contabiliza 444 personas sin hogar y busca “los mejores medios para dar respuesta”

Un recuento realizado por el Ayuntamiento de Sevilla sobre el colectivo de personas sin hogar de la ciudad hispalense se ha saldado con la contabilización de un total de 444 personas en esta situación, según ha anunciado este lunes el concejal de Bienestar Social y Empleo, Juan Manuel Flores (PSOE), en el marco de las jornadas Retos en la Intervención en Personas Sin Hogar, celebradas en el Hogar Virgen de los Reyes.

Durante la primera sesión de estas jornadas, Flores ha detallado que este recuento fue realizado la noche del 2 al 3 de noviembre, a través de equipos de los servicios sociales que recorrieron “49 rutas” por 12 sectores diferenciados de la ciudad. De estas 444 personas sin hogar contabilizadas aquella noche, 239 de ellas estaban instaladas en alguno de los recursos públicos de asistencia a personas desfavorecidas, como el centro de acogida municipal o el centro de baja exigencia del propio Hogar Virgen de los Reyes, mientras 205 estaban directamente pernoctando en la calle.

El casco histórico, la zona norte y Triana son los entornos de Sevilla donde más personas sin hogar fueron localizadas en este conteo, según Flores, quien además ha expuesto que aunque el perfil de la persona sin hogar que habita en Sevilla es bastante “heterogéneo”, entre este colectivo abundan más los hombres que las mujeres, hay un buen número de inmigrantes y se trata de personas “con problemas añadidos”, como dependencias, depresiones o problemas de salud.

En cualquier caso, Juan Manuel Flores ha señalado que aunque el colectivo de personas sin hogar es “cambiante” y su número “fluctúa”, incluso según las estaciones del año, se trata de la primera “cifra real” de personas sin hogar con la que cuenta Sevilla “desde 2009”. Este conteo de 444 personas, como él mismo ha reconocido, es una “fotografía” del momento concreto de un colectivo de número fluctuante, pero de momento arroja un resultado que “desciende” respecto al conteo realizado en 2009 y que pone de manifiesto que por su población, Sevilla está “por debajo” del indicativo medio de ciudades en materia de número de personas sin hogar.

“LA MAGNITUD DEL PROBLEMA”

En paralelo, el concejal ha manifestado que más allá de contar con una cifra gracias a la cual “ver la magnitud del problema”, las administraciones afrontan el reto de “buscar los mejores medios para dar respuesta” a este problema, sobre todo en aquellos casos en los que estas personas no acuden a los recursos públicos habilitados para las personas sin hogar, principalmente el centro de acogida municipal, el centro Miguel de Mañara o el centro de baja exigencia del Hogar Virgen de los Reyes.

Y es que los recursos municipales en la materia, según ha precisado, suman unas 250 plazas, y la noche en la que se realizó el recuento estaban al 90 por ciento, es decir 205 personas estaban pernoctando en las calles, pero tenían plazas disponibles en los centros municipales, para acudir a las mismas.

Flores ha expuesto que el Ayuntamiento pretende acometer de modo periódico estos recuentos, al objeto de contar con información cada vez más precisa en cuanto a este colectivo. Además, ha defendido que Sevilla cuenta con unos recursos “potentes” para afrontar la problemática de las personas sin hogar, apostando por “buscar una solución dentro de los recursos disponibles” y además “plantear si existen otros modelos de intervención” diferentes al que se aplica en Sevilla.

VIVIENDAS TUTELADAS

Al respecto, ha recordado que el Ayuntamiento ha concertado con dos empresas del tercer sector, una red de 20 viviendas tuteladas, con su correspondiente equipo de profesionales de intervención social, para que las mismas funcionen como alojamientos “temporales” para personas o familias en situación de vulnerabilidad social o en riesgo de exclusión social.

Cada una de estas viviendas contará con capacidad para cinco personas y cinco de ellas estarán reservadas para los casos protagonizados por personas migrantes y sin hogar. La idea, según Juan Manuel Flores, es que las personas acogidas en estas viviendas tengan “un entorno lo más normalizado posible, de modo transitorio”, hasta que cuenten con un recurso definitivo que solucione su situación.