El cine Cervantes vuelve a la vida en Sevilla tras un cerrojazo de tres años

El antiguo cine Cervantes de Sevilla capital, localizado en la céntrica calle Amor de Dios, cuyo recinto está protegido como bien de interés cultural (BIC) y cerrado desde el primer estado alarma por la pandemia de Covid-19, ha recuperado este viernes su actividad con la proyección de la película Mamacruz, dirigida por Patricia Ortega. Este espacio, además, se incorpora al Festival de Sevilla, tal como anunció la organización este miércoles.

Segismundo Hernández, responsable de Unión Cine Ciudad, ha presentado junto a otros colectivos la programación especial con motivo de la reapertura y han destacado el “enorme esfuerzo” realizado por la empresa, “tanto de planificación como de desarrollo y ejecución. En concreto, se ha actuado en tres líneas: el edificio, ejecutando reparaciones y mejoras; la imagen y sonido, dotando al espacio de pantalla de alta reflexión y potenciando la proyección y el sonido, y la accesibilidad del cine.

Durante sus primeros días, el cine ofrecerá estrenos, ópera, documentales y clásicos. La recaudación en taquilla de estas primeras proyecciones, hasta el martes 31, irán destinadas a la asociación Autismo Sevilla, organización dedicada a apoyar a las personas con autismo y a sus familias en la comunidad sevillana.

Nuevo equipamiento

“Los cinéfilos podrán disfrutar de una experiencia de audio superior gracias a la actualización del sistema de sonido, garantizando una calidad de sonido excepcional en todas las proyecciones”, han señalado los responsables de este espacio cultural, con una pantalla de “máxima reflexión”, que ha sido optimizada para ofrecer una visualización óptima desde cualquier punto de la sala.

“El cine Cervantes se enorgullece en ser pionero en España al implementar el innovador sistema DAS, que facilitará la experiencia cinematográfica para personas con discapacidad visual y auditiva, garantizando que el cine sea verdaderamente accesible para todos. Una vez nos concedan las licencias solicitadas, se instalará una plataforma de acceso y un cuarto de baño específico”, señala la empresa en un comunicado.

Durante el acto, Ignacio Camacho, de la Asociación de Defensa del Patrimonio (Adepa), disertó sobre el presente y el futuro del cine Cervantes, subrayando la importancia de la inversión pública en la recuperación de espacios. La exhibición culminó con la proyección de tráileres de próximas películas, “demostrando el sistema de audio y vídeo que se ha implementado en el Cervantes”.

Clausura suspendida a última hora

A mediados del pasado mes de mayo, este icono cultural de Sevilla acogió una rueda de prensa en la que se anunció que la empresa, que inicialmente había desistido de recuperar la actividad cinematográfica por las dificultades económicas inherentes a la actividad cinematográfica actual, había decidido finalmente la reapertura del recinto y la restitución de las proyecciones. Segismundo Hernández marcó entonces el actual mes de octubre para la recuperación de la actividad, pues precisamente estos días el edificio del cine ha cumplido 150 años desde su apertura como teatro, así como 70 años de que la actual propietaria del inmueble se hiciese con la titularidad del mismo.

La aplaudida decisión de reabrir el Cervantes llegaba en un momento en el que el anuncio respecto a su desaparición había provocado un profundo pesar entre los agentes culturales de Sevilla, que tiempo antes había perdido ya el emblemático cine Alameda, convertido en un hotel de cuatro estrellas después de que los antiguos propietarios del inmueble acordasen la venta del mismo a una promotora hotelera.

Poco después del cierre del local durante el primer estado de alarma en marzo de 2020, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acordó protegerlo como BIC, junto a los inmuebles de los antiguos cines Llorens y Trajano. De esta manera, se les reconocía como únicos ejemplos de las salas del siglo XIX que perduran en el centro de Sevilla y huella de los cafés de variedades, cafés-cantante y teatros-circo de la oferta lúdico cultural de la Sevilla de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX.

La declaración del Cervantes como BIC recuerda que su edificio fue proyectado en 1873 como Gran Teatro Cervantes por el arquitecto Juan Talavera de la Vega, y señalaba especialmente que se trata de la sala de proyecciones más antigua de Sevilla. Entre sus elementos más simbólicos se cuenta una antigua máquina de proyectar películas situada en el elegante vestíbulo, revestido de mármol e iluminado con lámparas colgantes.