Digitalizar con sentido: claves para aplicar la tecnología en los negocios turísticos

De izquierda a derecha: Mario Martínez, Eduardo Mellado, Francisco Javier Melero, Antonio Jurado y Eduardo Caro

Guillermo Albarrán

Sevilla —

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“Si no mejora la experiencia, no estás digitalizando nada”, comenta Francisco Javier Melero Rus, profesor universitario y fundador de Aumentur, en relación a las transformaciones tecnológicas innecesarias que “gastan recursos pero no solucionan ningún problema”. Para discutir este y otros temas, profesionales de perfiles muy distintos se dieron cita en el parque Dehesa de Valme, en Dos Hermanas (Sevilla), para compartir experiencias y desafíos comunes. Lejos de buscar soluciones mágicas a problemas que se demostraron “muy complejos”, la jornada 'Los buenos usos de Tecnología y Digitalización del Turismo', organizada por el Ayuntamiento de Dos Hermanas en colaboración con elDiario.es Andalucía, sirvió para poner sobre la mesa una idea tan evidente como poco aplicada a veces: “la digitalización debe tener sentido”.

El evento, presentado por María Iglesias, periodista, escritora y colaboradora de este medio, reunió a responsables públicos, empresas tecnológicas y emprendedores con un enfoque compartido: usar la tecnología como herramienta para “mejorar procesos”, “comprender al visitante” y “enriquecer la experiencia”. Pero, sobre todo, hacerlo desde “la realidad del día a día”.

Innovación o gasto innecesario

Uno de los mensajes más repetidos fue que digitalizar “no consiste en tener más pantallas, sino en hacer preguntas mejores”. Así lo advirtió Melero, y basó su ponencia alrededor de la idea de “conocer, de verdad, el negocio que se quiere cambiar”. Para él, “muchos empresarios se lanzan a implementar tecnologías que consumen mucho tiempo y dinero y que, en realidad, pretenden solucionar un problema que se resolvería más fácil con un acrcamiento más tradicional”. Melero puso ejemplos concretos de lo que no es, para él, digitalización: “webs que no funcionan en móviles”, “apps que nadie descarga”, “redes sociales sin estrategia”. “Eso no es innovación. Eso es un gasto innecesario”, sentenció.

Tras su intervención, se celebró una mesa redonda que reflejó bien la diversidad del ecosistema turístico andaluz. Un hotel familiar de playa, una startup de software para restaurantes, una empresa de ocio infantil y un responsable institucional de datos públicos ofrecieron miradas complementarias sobre un mismo proceso: digitalizar con sentido.

“No digitalices por moda, hazlo por necesidad”

Desde Matalascañas, Mario Martínez, gerente del Hotel Victoria, narró el camino de transformación de su negocio familiar: “Empezamos sin saber mucho, pero sabíamos que necesitábamos cambiar cosas”, dijo. Poco a poco implementaron un motor de reservas, automatizaron tareas y aprendieron a interpretar sus propios datos para tomar decisiones clave, como cuándo abrir habitaciones o lanzar ofertas.

Martínez fue también muy crítico con la dependencia que ciertos negocios sufren de plataformas como Booking o Expedia, que concentran la mayoría de las reservas: “No podemos competir en volumen con las grandes cadenas, pero sí podemos competir en calidad de la experiencia. Y la tecnología nos ayuda a conocer mejor al cliente para hacer que vuelva”, afirmó.

Desde otra vertiente del sector, Eduardo Mellado, de CoverManager, explicó cómo su herramienta ayuda a restaurantes a automatizar reservas, evitar cancelaciones, gestionar turnos y personalizar el trato al cliente. “La digitalización no es solo vender más, sino organizarse mejor, medir y fidelizar”, apuntó. También defendió que “el sistema debe adaptarse al negocio, no al revés”: “Escuchar al cliente es tan importante como escuchar al restaurador”.

El enfoque más institucional lo trajo Daniel Caro, Chief Data Officer de la Oficina del Dato Turismo y Deporte Andalucía. Aclaró que el papel de esta oficina no es almacenar datos sin más, sino convertirlos en información útil. “El dato tiene que estar al servicio de las personas, no al revés”, remarcó.

Caro insistió en que la clave está en “interpretar bien los datos” para diseñar políticas públicas y estrategias empresariales más eficaces. Anunció que, desde la Junta, se están desarrollando paneles de inteligencia turística y formaciones específicas para ayuntamientos y pymes: “No sirve de nada tener dashboards si nadie los entiende”, advirtió.

Personalizar actividades

Antonio Jurado, director de transformación de Minifunkids, empresa dedicada al turismo familiar y experiencias para personas con necesidades especiales, abordó la digitalización desde el propósito. Es decir, no como un cambio técnico, sino como una herramienta para ser más fiel a los valores de la empresa: “La inclusión no debe ser un añadido. Debe estar integrado en el diseño de la experiencia desde el principio”, defendió.

Explicó cómo en Minifunkids la tecnología se utiliza para personalizar actividades, anticiparse a las necesidades específicas de cada familia y formar al equipo en atención inclusiva. Para él, el reto es que las herramientas digitales no desdibujen la misión de la empresa, sino que la refuercen. “El éxito está en integrar la tecnología sin perder el foco”, concluyó.

La jornada cerró con la sensación compartida de que no existe una receta única para digitalizar, pero sí hay algo común a todos los casos: sentido común, escucha activa y objetivos claros. “No digitalices por moda, hazlo por necesidad”, fue una de las frases más repetidas en un evento donde la tecnología dejó de ser el centro para convertirse, por fin, en un medio.

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