La Diputación, primera administración en reservar presupuesto para Monumento, la mayor fosa franquista de Sevilla
El presupuesto de la Diputación de Sevilla para 2025 contempla 331.527 euros para políticas de memoria histórica y democrática, especialmente de cara los primeros pasos del proyecto de exhumación de la fosa común de Monumento en el cementerio municipal de San Fernando. Según el historiador José Díaz Arriaza, responsable de los estudios de localización, en este punto descansarían los restos de 7.440 personas, 2.616 de ellas posibles víctimas de la represión militar posterior al golpe de Estado de 1936, lo que la sitúa por encima de Pico Reja como la mayor de Sevilla.
Según la información recabada por Europa Press, esta partida para políticas de memoria supone 181.527 euros más que lo dedicado al mismo apartado en las actuales cuentas de 2024. De esta manera, la Diputación incrementa un 121% en su presupuesto de 2025 el dinero destinado a estas políticas.
La fosa de Monumento es el siguiente objetivo en materia de memoria histórica tras la excavación de la fosa de Pico Reja, saldada con la recuperación de restos óseos de 1.786 personas asesinadas durante el golpe de Estado de 1936 y la posterior represión militar bajo el mando del general golpista Gonzalo Queipo de Llano. Así lo pactaron en marzo los gobiernos central y andaluz, la Diputación y el Ayuntamiento hispalense, aunque la corporación provincial es la primera administración que ha reservado partida presupuestaria para ello.
Según la Real Academia de la Historia, sólo en el periodo de mando de Queipo de Llano, “las estimaciones más fiables cifran en alrededor de 40.000” las personas “ejecutadas en el territorio dominado” por el mismo tras el golpe de Estado de 1936, señalando que “sólo en la ciudad de Sevilla se han contabilizado 4.200 ejecuciones y otras 9.000 en la provincia”.
La fosa Monumento
La memoria de la intervención inicial de investigación arqueológica y delimitación de la fosa común de Monumento, por cierto, considera “muy probable” que sean superadas las expectativas del historiador José Díaz Arriaza.
El documento, titulado Búsqueda, indagación, localización y delimitación de la Fosa Monumento del cementerio municipal San Fernando de Sevilla, bajo la coordinación de Carmen Romero Paredes, refleja el resultado de los trabajos iniciales encargados por el Ayuntamiento hispalense a la empresa TCA Geomática, respecto a dicho espacio del camposanto municipal.
Este informe explica que este enclave de enterramiento “fue proyectado en agosto de 1936, cuando la fosa de Pico Reja estaba próxima a llenarse”, usándose para el depósito de personas “asesinadas entre septiembre de 1936 y enero de 1940”. Se trata, así, de “la segunda de las fosas clandestinas utilizadas por los golpistas para ocultar los restos de las víctimas, además de ser utilizada como fosa común para enterramientos de caridad o beneficencia”.
Sobre ella, como precisa este documento, fue levantado “un monumento recordatorio a los represaliados inaugurado el 14 de abril de 2003”, fruto de lo cual viene siendo conocida como “fosa Monumento a los fusilados” o “monumento a los republicanos”. No obstante, recuerda que “según las investigaciones del experto José Díaz Arriaza, contaría con 7.440 cuerpos enterrados por distintas causas, siendo 2.616 víctimas de la represión”.
Restos de represaliados
El informe explica, en ese sentido, que “una vez finalizada la intervención arqueológica de búsqueda, indagación, localización y delimitación de la fosa” y una vez estudiados los restos recuperados, ha sido posible “corroborar tanto las noticias escritas como orales sobre la existencia de una fosa común en el lugar indicado, con restos de personas represaliadas tras el golpe militar de 1936”.
Y es que como se detalla en este documento, pesan “una serie de evidencias que así lo ratifican”, pues las excavaciones iniciales acometidas en un sector de la fosa han revelado que la misma contiene “un depósito colectivo y no individual” de restos humanos, enterrados sin ataúd.
Los cadáveres localizados entonces, según se precisa en el informe, “no presentan ningún patrón que apunte a un enterramiento canónico o a rituales funerarios habituales presentes en el cementerio de San Fernando”. Es decir, que “la disposición de los cuerpos es ajena a los rituales funerarios habituales” al haber sido depositados los mismos sin “seguir procedimientos normalizados de inhumación”.
“La forma en que nos encontramos dispuestos los restos, sin duda, hay que ponerla en relación con la falta de cuidado y esmero en colocarlos, así como la falta de intencionalidad de la posición final que adoptan. La única salvedad es la necesidad de adaptarlos a un espacio limitado tanto en superficie como en profundidad”, resume la memoria técnica de esta intervención arqueológica.
“Lesiones por impacto de proyectil”
Además, el documento señala que tres de los cuerpos recuperados, de adultos en todos los casos, presentan “muy probables evidencias de lesiones por impacto de proyectil”. “Todas las lesiones documentadas se concentran en la parte posterior derecha de los cráneos, aspecto relevante a considerar en relación a la tónica general de este tipo de ejecuciones”, asevera la memoria técnica de esta actuación preliminar en la fosa de Monumento.
Y en cuanto a la “densidad de colmatación” de la fosa, la memoria técnica de la intervención recuerda que el historiador José Díaz Arriaza había señalado que la misma contendría “no menos de 7.440 inhumaciones, de las cuales unas 2.616 pueden corresponder a victimas” de la represión militar.
Sin embargo, en uno de los sondeos, “además de los restos de las victimas, han sido documentados enterramientos infantiles en ataúd que se encontraban sobre ellos, lo que corrobora la alternancia de ocupación de la fosa con personas represaliadas y enterramientos de caridad”.
“Atendiendo a lo documentado” respecto a “deposición de los cuerpos, incluso de forma simultánea; forma de ocupación del espacio en la fosa, con un aprovechamiento máximo, y la superficie de la misma, de aproximadamente unos 1.000 metros cuadrados, es muy probable que se cumplan las expectativas a las que apunta el autor e incluso puede que llegaran a superarse”, consideran los autores de esta memoria técnica de la investigación inicial de Monumento.
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