Una edil de Cs será la primera en el Ayuntamiento de Sevilla que no pierde derechos políticos tras tener un hijo

La concejal Amelia Velázquez (Cs), en los pasillos del Ayuntamiento de Sevilla.

Antonio Morente

21 de septiembre de 2021 20:31 h

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Es una opción muy presente en otros consistorios y parlamentos, pero en el Ayuntamiento de Sevilla no había tenido la ocasión de estrenarse. Hasta este jueves, cuando se celebra el pleno de septiembre y ahí estará presente de manera telemática una concejal de Ciudadanos, Amelia Velázquez, que está de baja maternal tras dar a luz en agosto. La edil será así la primera que no pierde un derecho político tan primario como el de asistir a una sesión plenaria por tener un hijo, algo que le ocurrió a anteriores compañeras de Corporación incluso en fechas recientes, ya que no se corrigió hasta 2019.

El responsable de esta situación es Óliver, que nació el 2 de agosto. Y aunque el pequeño “se está comportando y es muy bueno”, hasta hace poco habría sido el causante indirecto de que su madre no pudiese asistir al pleno. “Por desgracia, varias concejalas antes que yo tuvieron que renunciar a sus derechos políticos para ser madres, lo que es muy injusto”, apunta Velázquez, que entiende que ambas cuestiones son algo “perfectamente compatible y más en estos días”.

En el caso de Sevilla el problema no era tecnológico, sino que esta opción no se incluyó hasta que se aprobó el Reglamento Orgánico de Organización y Funcionamiento del Pleno, en agosto de 2019, nada más arrancar el segundo mandato de Juan Espadas (PSOE) como alcalde. En el mismo se recoge que los ediles en situación de baja prolongada, permiso o situación asimilada por maternidad o paternidad podrán asistir al pleno de manera telemática, con el único requisito de que pueda verificarse de manera electrónica que está presente durante toda la sesión.

Dos pantallas de televisión en el salón de plenos

¿Cómo se va a proceder a ello en este caso? Pues con una aplicación tipo Zoom y dos pantallas, una que se colocará en el sitio que tiene asignado la concejal y otra junto al funcionario encargado de redactar el acta, para que así pueda tomar nota sin problemas de la intervención de la concejal. Amelia Velázquez no solo asistirá desde casa, sino que también intervendrá en dos mociones defendiendo la postura de su grupo en un pleno que presenta otras singularidades: va a ser el primero en este mandato en el que Juan Espadas no se sentará en la presidencia y volverá a la bancada socialista, a lo que se une que los ediles ocuparán sus asientos habituales tras más de un año con otra distribución para aumentar la distancia a cuenta del coronavirus.

Llegado el caso también podría votar, aunque en el pleno es el portavoz el que lo hace en nombre de todo su grupo salvo que algún concejal pida el voto nominativo, algo que solo ocurre cuando quiere votar en sentido contrario al de sus compañeros. En el Parlamento andaluz, en cambio, el voto sí es individual y desde 2009 existe la posibilidad de delegarlo en un compañero de bancada, aunque en cambio el parlamentario de baja no puede intervenir en la sesión de ninguna otra manera.

A unas horas de estrenar este derecho, Amelia Velázquez se declara “ilusionada y muy contenta porque sea una mujer de Cs la primera en compatibilizar sus derechos políticos con ser madre” en el Consistorio hispalense. Que esto no haya sido posible antes le parece “incomprensible”, simple y llanamente.

La única que estará a distancia

Durante los meses de confinamiento los plenos municipales se celebraron de manera telemática, con todos los ediles interviniendo y votando desde casa. La diferencia con lo que ocurrirá este jueves es que el pleno se desarrollará como siempre en el Salón Colón de la casa consistorial con los ediles presentes, y la única que asistirá a distancia será Velázquez, que celebra que el Ayuntamiento de Sevilla “por fin se haya puesto al día” en esta cuestión.

En el resto de órganos y comisiones en los que está presente la concejal no hay necesidad de que asista, ya que siempre se nombra un titular y un suplente que le sustituye, por lo que una baja en realidad a lo que afecta es a la participación en el pleno. Velázquez, que sin esta reforma del reglamento se perdería hasta tres sesiones plenarias, reconoce que intervenir desde casa “es más frío, porque ni puedes ver las caras ni palpar el ambiente”. “No es lo mismo pero bueno, ya me iré acostumbrando”, apostilla.

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