Al empresario del sector de la croqueta José María Tavallo le rondaba por la cabeza realizar algún tipo de homenaje a Olga Carmona. Y lo ha encontrado en los 51 kilos de peso de la jugadora que, con su gol, le ha dado al fútbol femenino español su primer Mundial: su peso en croqueta.
Tavallo, gerente de ‘La croqueta coqueta’, ha tenido la iniciativa “de homenajear no solo a una deportista de su nivel, sino de hacerlo extensible a todas las mujeres que practican deporte y consiguen hitos como este”, a la vez que ha lanzado un mensaje de ánimo a la defensa tras conocer la noticia del fallecimiento de su padre.
Un papel decisivo
Y es que Olga Carmona ha sido, sin duda, una de las jugadores clave en la victoria de España en el Mundial. En semifinales marcó a Suecia el definitivo 2-1 con el que España accedió a la final, y este domingo marcaba el único tanto que dio el triunfo al equipo español.
Por ello preparará en su sede de Castilleja de la Cuesta las croquetas equivalentes al peso de la jugadora. La idea es entregárselas “en el mismo momento en que ella pueda, porque sabemos que estos días van a ser para ella una mezcla de felicidad y duelo, y eso hay que respetarlo”, debido a la muerte de su padre horas antes del partido ante Inglaterra.
José María Tavallo se ha hecho popular en los últimos años tras realizar algunas llamativas innovaciones en el mundo de la croqueta, después de abrir su negocio poco antes de la pandemia, e incluso plantearse cerrar sus puertas por el confinamiento, aunque su idea de hacer un servicio de entrega de croquetas a domicilio ya preparadas hizo que su empresa resurgiera.
Entre otras cosas, elabora en Semana Santa “croquetas cofrades”, llevando la tradicional torrija a este producto en concreto, mientras que en 2021 regaló un año de croquetas gratis por sorteo entre las personas que realizan pedidos online desde cualquier punto de España.
Las croquetas del ‘Perdón’
Una de sus croquetas más conocidas es la del “Perdón”, creada para mediar en el conflicto que Isabel Pantoja tenía hace tiempo con su hijo Kiko, recordando que la toladillera regentó entre 2001 y 2005 ‘La Cantora’, un restaurante en Fuengirola en el que la estrella era el ‘Pollo a la Pantoja’. Ese plato se hizo muy popular el tiempo que el negocio estuvo abierto, y él lo adaptó a la croqueta.
Tal fue la aceptación a estas innovaciones que las croquetas se quedaron en la carta a pesar de terminar las citas para las que fueron concebidas. Ahora, espera que la futbolista reciba las suyas cuanto antes.
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