ENTREVISTA
José Luis Sanz, candidato del PP en Sevilla: “La única opción que tiene Muñoz de ser alcalde es un pacto de perdedores”

José Luis Sanz, senador y candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla.

Antonio Morente

9

La pelea por el Ayuntamiento de Sevilla se plantea de partida como un pulso entre el actual alcalde, Antonio Muñoz (PSOE), y el aspirante del PP, José Luis Sanz, senador y exalcalde de la localidad sevillana de Tomares entre 2007 y 2021, que parte de la idea de que “en la política municipal hay muy poca ideología” porque lo que se trata es de gestionar el día a día y el futuro de la ciudad. Considera que “el gran problema de Muñoz es que el electorado del PSOE no le valora”, abomina de los pactos electorales municipales (“son un chantaje permanente”) y se apunta sin ambages a que votarle a él es votar a Juan Manuel Moreno, el presidente de la Junta de Andalucía.

Tras casi año y medio en precampaña, ¿cómo aborda los últimos cien días antes de las elecciones?

Yo estoy convencido de que voy a ser el alcalde de Sevilla, y de que el PP va a ser la primera fuerza política en las próximas elecciones municipales. Cada día se me acercan más sevillanos por la calle para decirme que me van a votar, recordando entre otras muchas cosas la gestión que hice en Tomares. En este momento hay tres variables que influyen positivamente en mi candidatura. La primera, la ola nacional, es evidente: lo de Pedro Sánchez es insostenible. La segunda, el efecto Juanma Moreno en Andalucía, que en esta provincia y en esta ciudad es muy importante, y la tercera que si hay una palabra que define la situación actual de Sevilla o lo que ha sido el balance del PSOE en estos ocho años es dejadez.

Insiste mucho en la idea de que votarle a usted es votar a Juan Manuel Moreno. ¿No se está escondiendo demasiado detrás de la figura del presidente andaluz?

Qué va, qué va. Yo lo que digo es que hay tres motivos para votar al PP el 28 de mayo. El primero es la gestión, porque tras ocho años de PSOE Sevilla es una ciudad que no funciona y que ha perdido muchísimo espacio con respecto a otras capitales españolas. Yo tengo un proyecto, tengo un modelo de gestión que he puesto de manifiesto durante muchos años en Tomares y sé cómo hacerlo. El segundo motivo es que votar al PP es votar a Moreno. Lo he dicho muchas veces: el cambio político de Juanma Moreno le ha ido muy bien a Sevilla, porque ha significado el desbloqueo de proyectos vitales como el Metro, la Ciudad de la Justicia y el Hospital Militar. Y tercero, votar al PP en las municipales es votar a Feijóo. Sólo hay dos formas de hacer política a nivel nacional, la que representa Pedro Sánchez y la que representa Feijóo, un señor que ha demostrado una gestión solvente en una comunidad autónoma y que también es capaz de gobernar para todos. Pedro Sánchez ha demostrado todo lo contrario, que es un señor bastante sectario que sólo ha pretendido gobernar para unos pocos y que se planteó como objetivo desmantelar con sus socios la España que conocemos todos. 

¿Para usted tiene más fuerza la marca Moreno que la marca PP?

Las dos cosas. La marca Juanma Moreno tiene ahora un peso brutal en Andalucía, y en la ciudad de Sevilla es muy importante. Pero por mi parte sería absurdo renunciar a que en este momento me avala, me abandera y me respalda una marca como es el PP, que está en alza. Siempre digo que lo que ha traído el PP a este país se llama crecimiento económico, se llama riqueza y se llama empleo. Evidentemente, a esa marca no voy a renunciar.

El PP de Sevilla ha vivido años de fuertes tensiones internas, ¿a usted le ha perjudicado que no fuese nombrado candidato por Moreno sino por la anterior dirección nacional de Casado?

En aquel momento había otro presidente nacional en el partido y tuvo que tomar la decisión una persona, pero esa decisión la ratificó luego el actual presidente nacional. Ahora no hay ningún problema: tengo el respaldo al cien por cien del presidente Moreno, del presidente Feijóo y de mi presidente provincial, estamos todos juntos en un solo objetivo, que es que el PP recupere la capital de Andalucía.

¿Cómo es su relación con Moreno? Cuando aterrizó como presidente del PP andaluz usted aspiraba a ese cargo…

La relación siempre ha sido buena, otra cosa es que aquello quizás no se hizo de la forma más adecuada. Pero bueno, insisto en que ahora tengo su respaldo.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, asegura que le van a votar personas que en las autonómicas votaron a Moreno.

Repito: voy por la calle y me dicen muchas personas de izquierda que me van a votar porque tienen un recuerdo muy positivo de la gestión que hice en Tomares. Me paran también votantes socialistas que me dicen que ya no pueden votar más al PSOE y, por supuesto, menos a un alcalde que ha callado mientras el señor Sánchez asaltaba el Consejo General del Poder Judicial, aprobaba la ley del sí o sí y no pedía perdón, acercaba a los presos etarras y blanqueaba a Bildu. No es un alcalde que esté muy bien valorado en una parte importante del votante socialista. Además, lo que yo planteo es un proyecto transversal que no lo apoye sólo un votante del PP, sino también un votante de Vox, de Ciudadanos y del PSOE que en estos momentos se puedan sentir huérfanos. Porque la política municipal es muy simple y tiene poca ideología, es gestionar el día a día de la ciudad y planificar su futuro.

¿Eso no es contradictorio con que buena parte de su campaña la está haciendo introduciendo temas nacionales?

Si ve lo que se va publicando, yo hablo de proyectos para Sevilla. Tengo 20 proyectos para cambiar y transformar esta ciudad y creo que he presentado ya 12, pensando en la Gerencia Municipal de Urbanismo, en el gran espacio museístico que se necesita, en los aparcamientos, en la limpieza... Ahora, yo no tengo la culpa de que Muñoz tenga una marca que pesa más que una piedra de molino y de que Pedro Sánchez se haya convertido en su mayor lastre, porque él mismo se ha ganado a pulso ser el presidente más sectario de la historia de nuestra democracia.

Yo no tengo la culpa de que Muñoz tenga una marca que pesa más que una piedra de molino y de que Pedro Sánchez se haya convertido en su mayor lastre

¿Le interesa entonces que las municipales se lean en clave de plebiscito a Pedro Sánchez?

A mí me interesa que los sevillanos piensen en estos menos de 100 días que faltan, si piensan que Sevilla es una ciudad limpia, segura, en la que el tráfico funciona bien, en la que se aparca bien y en la que las zonas verdes están bien cuidadas, eso es lo que yo quiero que piensen los sevillanos. Pero también le digo que los sevillanos tenemos derecho a saber, de cara al próximo 28M, lo que piensa el alcalde socialista sobre la ley del sí o sí, del asalto al Consejo General del Poder Judicial, del acercamiento de presos etarras o del blanqueamiento de Bildu. Con respecto a muchas cosas que está haciendo Pedro Sánchez, Antonio Muñoz tiene un silencio cómplice, un silencio que da a entender que antepone siempre los intereses del PSOE o de Pedro Sánchez a los intereses de los sevillanos. Con no reclamar y con no reivindicar, con su silencio, Antonio Muñoz está respaldando las políticas de Pedro Sánchez.

¿Cuenta con quedarse directamente con los cuatro concejales que tiene Ciudadanos en Sevilla?

Y con muchos más. Aspiro a ilusionar a ese votante huérfano de Ciudadanos, pero insisto en que aspiro también a ilusionar a un votante socialista que en este momento no quiere votar al PSOE por Pedro Sánchez, porque ve que el PSOE no es el partido en el que él creía y que a él le ha ilusionado toda la vida. Y que piensa también que la papeleta del PSOE en Sevilla la va a encabezar un señor que, mientras que Pedro Sánchez ha llevado a cabo todas esas tropelías, estaba callado.

¿Baraja incluir en su lista a alguien que estuviese en Ciudadanos como guiño a estos votantes? Y le pongo el caso del que fue su candidato en las últimas municipales, Álvaro Pimentel, que ha dejado el partido.

Bueno, no es el momento todavía de elaborar las listas, pero evidentemente si estoy diciendo que mi proyecto es transversal eso tiene que tener un reflejo en la lista. Estamos estudiando muchas posibilidades.

El PP viene de una victoria histórica en las elecciones autonómicas en Sevilla y su provincia, ¿le asusta no mantener esa línea? Porque hubo muchos que dijeron que votaron a Moreno, no al PP. 

No se pueden hacer extrapolaciones, pero con las cifras que se dieron sacaríamos 15 concejales [la mayoría absoluta en Sevilla está en 16], y evidentemente aspiro a sacarlos y a tener una mayoría suficiente para gobernar en solitario. Los resultados de las autonómicas son un aval, pero es verdad que también tengo una responsabilidad especial, la de mantener el resultado que sacó Moreno en Sevilla.

A diferencia de otras campañas, el PSOE por ahora no está ni asustando con Vox ni poniendo el acento en que la única forma de que usted gobierne sea pactando con ese partido. ¿Va a agitar usted el miedo a la izquierda del PSOE?

No me gusta hablar de agitar el miedo, pero sí creo que hay que hacer un poquito de memoria política. Todas las encuestas dicen hoy que el PP va a ser la primera fuerza política, así que la única opción que tiene Muñoz de ser alcalde es un pacto de perdedores, como ya ocurrió en esta ciudad en la etapa de Monteseirín y Torrijos. Y los sevillanos tenemos que recordar lo que supuso para nuestra ciudad esa etapa. La única opción del PSOE es unirse a una amalgama de partidos que no sé cuántos serán.

El pacto entre PSOE e IU fue una época de inestabilidad política total en Sevilla, con una crispación social que había en la ciudad como pocas veces se había conocido anteriormente, no es comparable a las etapas de Alejandro Rojas Marcos y Soledad Becerril

El PP ya gobernó en coalición con el Partido Andalucista en la época de Soledad Becerril…

Pero aquella fue una etapa de estabilidad política en el Ayuntamiento de Sevilla.

Habla de un pacto de perdedores, pero usted también puede no ganar las elecciones y que le salgan las cuentas con Vox.

Hombre, digo un pacto de perdedores, pero es perfectamente legítimo, vamos, que no es ilegal, pero lo que quiero es que los sevillanos recuerden lo que fue aquel pacto entre socialistas e Izquierda Unida. Aquello fue una época de inestabilidad política total en Sevilla, con una crispación social que había en la ciudad como pocas veces se había conocido anteriormente, que no es comparable a las dos etapas de Alejandro Rojas Marcos y Soledad Becerril. A nivel municipal es muy importante que haya estabilidad política, porque todo lo que sean pactos raros o entre muchos lo único que trae es inestabilidad política y paralización de proyectos.

Hablando de mandatos anteriores, la gran victoria del PP fue la de 2011 con Juan Ignacio Zoido y su mayoría absoluta de 20 concejales. ¿Qué es lo que extrae de aquella experiencia para bien y para mal? Fue el mayor triunfo, pero luego el batacazo fue grande.

Me quedo con que eso de que era matemáticamente imposible que el PP sacara mayoría absoluta en Sevilla era mentira, que cuando decían que Sevilla era imposible para el PP porque es una ciudad de izquierdas y un feudo del PSOE era mentira. Eso significa que es posible que el PP vuelva a conseguir una mayoría suficiente para gobernar en solitario esta ciudad. Para mal, pues que desgraciadamente sólo duró una legislatura porque le tocó vivir el peor momento económico de nuestra historia democrática, no pudo rematar su proyecto político. Pero sobre todo me quedo con que Sevilla no es un feudo del PSOE ni una ciudad de izquierdas.

Estas elecciones se plantean como un choque entre PSOE y PP que quedará en manos de los pactos posteriores, ¿está volviendo el bipartidismo?

Yo soy un defensor del bipartidismo de siempre. Se le ha criticado mucho estos últimos años, pero a mí que alguien me diga algo bueno que ha traído el multipartidismo a este país. El bipartidismo ha traído estabilidad política, económica y social. Y en los ayuntamientos es mucho peor, los pactos municipales son un auténtico desastre, un chantaje permanente. En la política municipal hay muy poca ideología, yo quiero gestionar el día a día y el futuro de Sevilla, ahí no hay ideología que valga. Eso es impulso político y es gestión.

Y hablando de choques, parece que lo es entre dos políticos que, según las encuestas, todavía no son muy conocidos por el electorado.

Bueno, que yo todavía no sea conocido por una parte del electorado tendría hasta su sentido, es mucho más preocupante para el alcalde que se le conozca poco y sobre todo –como dicen todas las encuestas– que no esté bien valorado por su propio electorado, ese es el mayor lastre que tiene ahora Muñoz a sus espaldas. El gran problema de Muñoz es que el electorado del PSOE no le valora.

Si José Luis Sanz es alcalde, ¿en qué se va a diferenciar Sevilla de la actual?

Creo que las tres herencias que nos deja en este momento el señor Muñoz son una ciudad sucia, los mamotretos de La Palmera y una ciudad sin infraestructuras, porque el PSOE durante ocho años no las ha reclamado, es una ciudad castigada todavía desde la Expo 92. A mí me gustaría poner a esta ciudad a funcionar y conseguir que recupere el mucho espacio que ha perdido en estos últimos años. Quiero que los sevillanos recuperemos el orgullo de ser sevillanos. No sólo el orgullo por nuestras fiestas, nuestras tradiciones y nuestra historia, sino también el orgullo por nuestra excelencia, por nuestro potencial, por nuestro talento y capacidad.

Lo digo mucho, pero es que es verdad: el mejor alcalde que tiene ahora Sevilla se llama Juanma Moreno

Resalta proyectos que la Junta de Andalucía ha puesto en marcha en Sevilla, ¿en cierto modo Moreno le está haciendo la campaña a Muñoz?

No, porque verá: me hace mucha gracia ver en las redes sociales que el alcalde va a algunos barrios para conocer su problemática y es curioso, porque es una persona que se ha llevado siete años y medio de delegado de Urbanismo. ¿Cuántos años necesita el señor Muñoz para conocer la problemática de los barrios de Sevilla? Y también me hace mucha gracia cómo se apropia de proyectos de la propia Junta de Andalucía o que ha desbloqueado el presidente Moreno. Muñoz va de foto en foto y parece que es el que desbloquea problemas que ha arreglado la Junta. No ha reivindicado nada y ahora se están apuntando al carro de los proyectos, pero la mentira tiene las patas muy cortas. Y lo digo mucho, pero es que es verdad: el mejor alcalde que tiene ahora Sevilla se llama Juanma Moreno.

A propósito de lo que dice que le hace gracia, defiéndase de ese cartelito de persona demasiado seria que le acompaña.

No sé yo, es que es muy recurrente lo de la seriedad. Primero, el que me conoce sabe que no lo soy. Segundo, sí le reconozco que a mí me gusta tomarme las cosas muy en serio, es un problema que he tenido desde chico. Tercero, creo que esta ciudad necesita también que nos tomemos los problemas en serio. Y cuarto, el que siga teniendo dudas que pregunte en Tomares si soy serio o no. Lo del cartelito de serio no es que me moleste, pero la verdad es que me sorprende porque no lo soy.

Por cierto, usted no va a poder votarse a sí mismo porque sigue viviendo en Tomares, ¿no?

No, en las autonómicas ya voté en Sevilla, tengo aquí un apartamento.

Etiquetas
stats