El joven marroquí con cáncer al que se denegó el asilo en Sevilla ya tiene quien lo cuide
La llamada de auxilio del joven marroquí enfermo de cáncer al que se le había denegado el asilo hace unas fechas ha surtido efecto. Según informan a SevillaelDiario.es fuentes de Accem, la organización que le ha acompañado en los dos últimos años de lucha médica y administrativa tras llegar a España a nado en mayo de 2017 procedente de su país natal, el joven ingresó este pasado miércoles en un dispositivo de atención sociosanitaria para personas sin hogar.
En concreto, de acuerdo a las fuentes, el joven se encuentra ya en el centro de acogimiento temporal y atención sociosanitaria a personas sin hogar, en situación de convalecencia tras alta hospitalaria, que la asociación nacional AFAR dispone en Sevilla Este.
En las últimas semanas, después de que le denegaran tanto la protección internacional como la subsidiaria en virtud de cuya solicitud mientras residía en un llamado 'piso de autonomía' de uno de los programas de Accem, la entidad había tanteado algunos recursos que podrían adaptarse a las difíciles circunstancias personales del joven, de 30 años, cuya enfermedad está avanzada y de la que viene siendo tratado en el área oncológica del Hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense.
No cumplía los requisitos
Tras un breve paso por el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta y por las naves del Tarajal de Cruz Roja, llegó derivado a Sevilla en octubre de hace dos años como solicitante de asilo, momento desde el cual había recibido una “atención integral” por parte de Accem. “Necesito ayuda, por favor”, reclamó en un breve contacto con este diario después de que la resolución de la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior llegara a finales de junio como un jarro de agua fría tras año y medio con el expediente abierto de petición de asilo. Le habían concedido a priori una prórroga hasta octubre, pero ya se le había comunicado formalmente que no cumplía los requisitos para seguir en el programa del que era beneficiario a través de Accem.
La organización había activado la red colaborativa entre entidades públicas y privadas para la búsqueda de un centro de acogida donde se le pudiera atender, también desde el punto de vista sociosanitario. Tiene concedida una ayuda al alquiler pero el avanzado estado de su enfermedad complicaba poder encontrar un recurso dado su perfil “muy vulnerable”. Gracias a Accem, sus necesidades básicas han estado cubiertas en este intervalo de incertidumbre pese a que ya no se encontraba dentro del programa concertado con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Quimio y dos trasplantes de médula
La denegación de asilo podría entrar jurídicamente dentro de lo previsible teniendo en cuenta que cuando llegó a España ya presentaba la enfermedad, si bien desde confiaban en que su delicado estado de salud pudiera abrir alguna puerta después de que no se le tuvieran en cuenta las razones humanitarias que había alegado mientras fue renovando puntualmente su solicitud de protección internacional.
También se le pidió sin éxito el traslado a un centro específico de atención integral, si bien pudo disponer de ayuda a domicilio y de un equipo técnico de apoyo durante varios meses entre 2022 y 2023. Tres ciclos de quimioterapia y dos trasplantes de médula el año pasado, también con la Covid de por medio y con notables efectos secundarios, no pudieron frenar el cáncer que padece y para el que recibe en los últimos tiempos una quimioterapia paliativa.
Accem también pidió recientemente que se tuvieran en cuenta razones humanitarias para poder acceder a una documentación básica. Fuentes de los ministerios mencionados eludieron pronunciarse sobre casos personales o circunstancias individuales. Desde Interior indicaron que “la Oficina de Asilo y Refugio realiza un estudio individualizado de cada petición y resuelve cada expediente atendiendo a la legislación sobre protección internacional”.
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