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Antigua Tabacalera de Sevilla: un proyecto de patrimonio industrial bloqueado desde hace 12 años

Ya han pasado 12 años desde que la antigua tabacalera cerró sus puertas en Sevilla. A partir de ese momento y aunque desde Altadis, la multinacional que dirige la fábrica, se sigan produciendo cigarrillos, la intención es reformar este espacio y ofrecer una alternativa para los sevillanos.

La Real Fábrica de Tabacos, que funcionaba en lo que hoy es la sede del rectorado de la Universidad de Sevilla, se encuentra en Los Remedios desde 1954. En 2007 la industria tabacalera, con más de 400 años de historia, echó el cerrojo por el descenso de este tipo de producciones.

Desde entonces, el futuro de unos terrenos 40.000 metros cuadrados en total, ha pasado por dimes y diretes políticos, y hasta la fecha los ciudadanos desconocen y están a la espera de lo que se hará en un lugar emblemático por su historia fabril e industrial, pero también por su ubicación, estratégica para un proyecto urbanístico de envergadura.

Tiempos de crisis

En 2008, el entonces alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín asomaba propuestas al Consistorio para la remodelación de la antigua fábrica de tabacos, que fueron rechazadas con contundencia por parte de sus opositores, además por ser inviable cualquier reforma ya que la recesión económica se hacía cada vez más fuerte y no era una prioridad para la ciudad en ese momento.

Después, en el Gobierno de Juan Ignacio Zoido (2011-2015), se escuchó al alcalde hablar y proponer el desbloqueo de los suelos. La intención era que la zona fuera aprovechada para uso comercial, cultural y un centro de día para los vecinos. Para ello necesitaba la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y la aprobación o permiso de uso de los suelos que la Junta de Andalucía le negó.

Ya en el 2015, en el primer periodo del socialista Juan Espadas, anuló los acuerdos firmados entre el Ayuntamiento de Sevilla y Altadis por considerarlos contrarios a las necesidades de la ciudad.

Culminando el primer período de Espadas, concretamente en el mes de febrero de 2018, se firmó el Protocolo de Intenciones para la Recuperación del Complejo de la Fábrica de Tabacos, conocido como protocolo de actuación.

Desbloqueo

Este acuerdo, después de tres meses de diálogo entre representantes de la alcaldía y la multinacional, representa el primero de muchos pasos para lograr desbloquear la situación de la vieja tabacalera de la calle Juan Sebastián Elcano.

Además las buenas relaciones entre representantes de ambas instituciones alejan por completo la posibilidad de expropiación, medida que le corresponde al Ayuntamiento de Sevilla, pero que está descartada según fuentes municipales.

En el documento se estableció que el proyecto debe ser arquitectónicamente atractivo, “patrimonialmente respetuoso y enfocado desde criterios de sostenibilidad urbana, revitalización económica y social de esta margen de la dársena urbana del Guadalquivir. Así, ambas partes acuerdan en este protocolo que el convenio y la modificación del PGOU deben integrar el complejo de la fábrica de tabacos en la ciudad y especialmente en Los Remedios, abriendo al río la fachada urbana, articulando zonas verdes, espacios libres de uso público y garantizando la continuidad peatonal y acceso público a la ribera fluvial, en un ámbito hasta ahora inaccesible para la ciudadanía”.

En este protocolo también se garantiza, “los usos sociales vinculados a la capilla y los espacios asociados de la Hermandad de Las Cigarreras y la cesión a la ciudad de Sevilla de los terrenos y edificaciones destinados a equipamientos públicos, espacios libres de dominio y uso público y las superficies destinados a viarios, así como el edificio de la capilla y la edificabilidad lucrativa correspondiente”.

Otro paso igual de importante e imprescindible para el avance de cualquier proyecto o iniciativa que se pudiera dar en los terrenos de la antigua tabacalera ha sido el Informe sobre los Valores Patrimoniales de la Antigua Fábrica de Tabacos Altadis en Sevilla, elaborado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), en el cual se ha instado a la multinacional a proteger el 87 % de estos espacios.

Ya los vecinos del sector fueron convocados a mesas de trabajo y se escucharon las diversas propuestas que surgieron en jornadas especiales para ello, esto como una de las fases a cumplir en el protocolo de actuación.

¿Qué falta ahora? La respuesta de fuentes municipales es muy concreta: “La modificación del PGOU ya que es una zona industrial y la única propuesta de negocio que se puede desarrollar allí es industrial. Por eso se prevé cambiar y con ello que el uso de los suelos o de las tierras sea terciario”.

Espadas busca un proyecto de firma

Espadas explica que el avance con Altadis va en la línea de concretar “qué tipo de proyecto constructivo se puede hacer allí. Y avanzó que no será ni la edificabilidad ni las características de proyecto constructivo que se concibieron en el convenio urbanístico firmado por el Gobierno del anterior alcalde, por tanto no estamos en esa hipótesis. Hay que ir por algo más pequeño y más ajustado a una realidad de preservación del parque, la accesibilidad y el paseo al río. Esto sólo se podrá saber si hay inversores interesados en comprar a Altadis lo que se puede hacer allí”.

“Hasta que no tengamos garantía de qué y cómo se puede hacer ese tipo de proyecto, nosotros no vamos a llevar una modificación de planeamiento al pleno. Los concejales deben conocer lo que se va a realizar allí, todos los sevillanos queremos conocerlo”, indica.

El uso de las tierras debe ser terciario y como indica el gobernante, dentro de lo terciario caben muchas cosas. “Lo mismo que hemos dicho que allí no haya viviendas, tampoco un gran centro comercial, porque no es el proyecto que necesita la ciudad”.

Destaca el primer edil que no sólo se quieren desbloquear los suelos, sino que lo que haya ahí “debe ser emblemático para Sevilla. Debe ser un proyecto de referencia para la ciudad. Que haya una construcción acorde con el patrimonio industrial y con la máxima calidad en el mundo arquitectónico e incluso con un nombre de referencia en el mundo de la arquitectura”.

Cerrar el convenio

Lo cierto es que desde la multinacional Altadis S.A., hay la intención de hacer de la antigua tabacalera un espacio útil y de provecho para los sevillanos.

“Ahora lo que nos corresponde es cerrar el convenio, que debe debatirse en el Pleno Municipal. Después de que esto ocurra y se firme, será el Ayuntamiento de Sevilla el que decida y dé el visto bueno en las obras a ejecutar en la antigua tabacalera”, manifiesta fuentes de Altadis, pero además no confirman que la propuesta esté asociada a un espacio comercial u hotel: “no vamos a comentar los proyectos que manejamos. Pero a Altadis no nos concierne construir”.

Tampoco hubo respuestas concretas sobresi ya están recibiendo esas iniciativas por parte de posibles inversores y si pasarán un abanico de propuestas, o si elegirán una entre varias, que será la que se debata en el Pleno Municipal.

Lo que queda ahora por parte de la empresa es trasladar las propuestas que reciban de los inversores a la alcaldía de la capital andaluza.

Proyectos en los que inspirarse

La Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico y Artístico de Andalucía (Adepa) ha publicado un documento en su portal web, el cual titulan Ideas para Altadis.

En este documento analizan cuatro proyectos que pueden servir de referencia y punto de partida en cuanto a propuesta, para la utilización de las tierras y de los bienes inmuebles de la antigua fábrica de tabacos.

Los cuatro precedentes de transformación de arquitectura industrial son: la fábrica de cerámica de Pickman en La Cartuja, convertida en Pabellón Real durante la Expo '92; la fábrica de cervezas El Águila en Madrid; una antigua central eléctrica de Londres y el complejo SESC Pompeia en Sao Paulo (Brasil).

Una biblioteca, un museo de arte moderno, un centro de ocio y factoría, son ejemplos de éxito urbanísticos y arquitectónicos en los cuales el foco de atención está en los ciudadanos más que en las estructuras.

Así lo explica Joaquín Egea, representante de Adepa, quien agrega sobre la situación de la antigua factoría que “el sitio es interesante porque se encuentra pegado al río. Pero ha sido un tema parado incluso por la crisis. Apoyaría la transacción que se pueda hacer, siempre que se piense primero en la ciudadanía”.

Indica además que cualquier construcción que se quiera hacer allí, afecta directamente al río y eso se debe cuidar. De igual forma se debe conservar la vegetación natural: “Estamos en pleno Siglo XXI y todos los avances tecnológicos que se puedan hacer para ello serán bienvenidos”.

Sobre la traba en la antigua fábrica de tabacos manifiesta que “no hay definición de uso. No hay nada especificado. Y cuando eso pasa en Sevilla, se termina construyendo viviendas pero no espacios culturales. Al final esto sólo lo beneficia a los propietarios”. Destaca que el lugar es un patrimonio industrial e histórico. Y explica que Los Remedios no tienen espacios culturales, no hay cines, ni salas de reuniones o conferencias y tampoco teatros. Pero que el plan director y la propuesta deben estar definidos por el Ayuntamiento de Sevilla y Altadis.

“La propuesta debe servir además para que la ciudad recupere un espacio icónico. Sevilla es la ciudad de los proyectos que nunca culminan. Lo que al sevillano no le gusta es la venta de humo. Queremos saber qué uso se le dará, con qué dinero se realizará esto y cómo se va a mantener en el tiempo. Hasta ahora interrogantes sin resolver en el caso de la tabacalera”, destaca Joaquín Egea.

Porque, aunque el asunto parece que tiene visos de haber sido desbloqueado, lo cierto es que no hay plazos ni fecha para ver en qué se convierte la antigua tabacalera.