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El prior del Valle de los Caídos desafía al Gobierno y la Iglesia y homenajea en misa a los franquistas enterrados allí

Captura del documental 'A la sombra de la cruz', de Alessandro Pugno.

Jesús Bastante

El prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, enrocado en su negativa de que se exhumen los restos del dictador Francisco Franco, ha dado un paso más esta semana en su desafío al Gobierno y la jerarquía eclesiástica, utilizando una misa de celebración para exponer de nuevo sus ideas sobre el significado y futuro del Valle.

Ocurrió durante la oración de consagración del Valle a la Virgen del Carmen. Con este acto, los monjes benedictinos celebraban el martes el 60 aniversario de su llegada a Cuelgamuros para hacerse cargo de la parte religiosa del mausoleo franquista que ordenó contruir el dictador en 1940. Lo levantó para celebrar la “epopeya” de ganar la guerra y por visibilizar “la dimensión de nuestra Cruzada”.

No citó expresamente a Franco, pero dirigió sus palabras a honrar directamente a los combatientes del bando franquista, pese a que los benedictinos han defendido siempre que el Valle es un lugar de reconciliación donde todas las víctimas son tratadas con la misma dignidad.

Cantera, durante la oración de consagración, espetó: “Este lugar en el que se honra la Santa Cruz en la que tu hijo ofreció su vida por nuestra salvación y en el que reposan los restos de tantos hijos tuyos que inmolaron su vida en beneficio de su Patria”. Así concluía Cantera la ceremonia, usando el lenguaje franquista que se refiere a quienes lucharon desde el lado de los golpistas: caídos por España o caídos por la Patria, ambas expresiones usadas por el franquismo para referirse a quienes lucharon contra los antipatriotas que eran los republicanos.

El polémico prior, que apoya a la familia del dictador y a la Fundación del mismo nombre en su tesis de que sacar a Franco del Valle supondría un delito de profanación de tumbas, hasta el momento se ha negado a cualquier solución dialogada (pese a las llamadas a la calma del Arzobispado de Madrid, que considera que se trata de una 'decisión política' y no religiosa). En su oración suplicaba a la virgen “que sigas bendiciendo y protegiendo” a la comunidad religiosa y se despedía con toda una declaración de intenciones políticas: honrando a los enterrados del bando franquista.

“Bajo tu amparo y el de todos los beatos mártires, especialmente los de nuestra Basílica, concede la paz, la reconciliación y la prosperidad a esta nación, España, sobre la que siempre has volcado tus predilecciones”, añadió el martes el prior que, como ya adelantó eldiario.es, ha hecho oídos sordos a todas las peticiones de diálogo planteadas por el Gobierno y que contaban con el visto bueno de la Iglesia española.

Para Cantera, el único criterio válido es el que consta en el acta notarial que le han hecho llegar los siete nietos de Francisco Franco, que se niegan a cualquier traslado de los restos del dictador, y a las tesis defendidas por la Fundación Francisco Franco, que insiste en que la exhumación es “punto de partida para desacralizar el Valle” y “volar o dinamitar la propia Cruz (…). No nos engañemos. Este es el plan”.

Nacido en 1972, Santiago Cantera ya se negó en su día a cumplir la sentencia judicial que le obligaba a permitir la entrada de los responsables de Patrimonio para trabajar en la recuperación de los restos de los hermanos Lapeña. Sólo la intervención directa del presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, logró que cambiase de opinión. También se negó a acudir al Senado y dijo a los senadores que si querían verle que fueran ellos a Cuelgamuros. Algo similar podría suceder en los próximos días, toda vez que parece claro que Cantera carece de apoyos en la jerarquía eclesiástica, y tampoco tiene la ley de su lado. Ahora bien, la persona competente para hacer cambiar de opinión al prior es el abad de la Congregación de Solesmes, monasterio benedictino situado al oeste de París, el francés Philippe Dupont, ya que los monjes benedictinos no están bajo el organigrama de la Conferencia Espiscopal. Por encima de esta primera autoridad está el mismísimo Papa.

Aunque fuentes vaticanas también señalan que se quieren desmarcar de la política de las autoridades españolas, en el día a día Cuelgamuros continúa celebrando misas por la memoria del dictador, que tiene flores frescas, y de José Antonio. El propio Cantera mantiene una relación muy estrecha con la familia Franco. De hecho, fue el encargado de oficiar el responso durante la misa por la hija de Franco, Carmen Franco, en el tanatorio de Carabanchel. Esta misma semana, en plena polémica, ha vuelto a honrar a los “caídos por la Patria”.

El actual prior del Valle, que no logró los apoyos suficientes para convertirse en abad tras la renuncia de Anselmo Álvarez en 2014, estudió Geografía e Historia en la Complutense, especializándose en Historia Medieval. Ejercía como profesor en la Universidad San Pablo-CEU cuando, a los treinta años, después de una relación fallida, sintió la llamada al monasterio. E ingresó en la abadía, primero como postulante y, posteriormente, como religioso benedictino.

Según explicaba el propio Cantera en una reciente entrevista, el Valle de los Caídos es un lugar de oración y reconciliación, donde “reposan los restos de casi 34.000 caídos de ambos bandos en la guerra según el registro (pero muy posiblemente haya entre 50.000 y 70.000): los que cayeron enfrentados están hermanados hoy aquí de cara a la eternidad”.

Entonces, y ahora, Santiago Cantera sostenía que “es una lástima que algunos prefieran seguir hoy enfrascados en venganzas del pasado y no quieran comprender el sentido de la reconciliación, que sólo se puede alcanzar bajo los brazos redentores de la Cruz”, en referencia a las políticas memorialistas.

“En este lugar tenemos encomendada una tarea particular, que es orar por las almas de todos los caídos de nuestra guerra de 1936-39, tanto los sepultados aquí como en otras partes de España, e interceder ante Dios para que Él derrame sobre España la paz y la prosperidad”, afirmaba Cantera, y así también aparece en la web de la Abadía. En la misa de consagración del martes, ese objetivo ha variado.

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