La campaña electoral acaba de arrancar y la igualdad aparece como uno de los ejes que pueden marcar la diferencia entre los bloques. Con los programas electorales de PSOE, PP, Sumar y Vox en la mano, hemos analizado cuáles son las líneas generales en algunos de los temas más relevantes.
Violencia machista
El PSOE centra parte de su apuesta en reforzar y renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y propone: un cribado universal en la atención primaria de salud, crear unidades de valoración forense en todos los juzgados especializados y aprobar medidas para atender a la violencia digital. Hablan también de mejorar la atención a los huérfanos de la violencia machista, por ejemplo, extendiendo las ayudas económicas hasta que cumplan 26 años. El programa socialista propone elaborar un plan de intervención contra la violencia machista en el medio rural, mejorar la inserción laboral de las víctimas, garantizar recursos para atender a las mujeres que sufran violencia sexual y ampliar la dotación del sistema VioGen.
Sumar incluye la coeducación como estrategia “para eliminar estereotipos de género y prevenir la violencia machista”. Incluye para ello diferentes medidas, como garantizar una coordinación en igualdad en los centros educativos y personal técnico especializado para impartir educación sexoafectiva. El programa habla de tipificar la violencia económica (por ejemplo, el impago de pensiones) como un tipo de violencia machista, de elaborar un protocolo para detectar y combatir la violencia institucional que sufren muchas víctimas y de promover la reparación, por ejemplo, mediante un sistema de indemnizaciones. Sumar propone desarrollar varias medidas ya existentes en la actual norma de libertad sexual o en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, como incluir en el sistema de vigilancia VioGen a las víctimas de todo tipo de violencias machistas. Pero probablemente la medida que más ha llamado la atención ha sido la creación de un servicio de atención telefónica “para hombres en crisis” cuyo presupuesto no se detraiga de los recursos para mujeres, una iniciativa que se tanteó durante los gobiernos de Zapatero.
El PP menciona varias veces en su programa el concepto “violencia machista”. Habla de evaluar, actualizar y cumplir el Pacto de Estado, así como de reforzar las unidades de atención de la familia y de la mujer de la Policía Nacional y la Guardia Civil y de dotar suficientemente las oficinas de atención a las víctimas en los juzgados y las unidades de valoración forense integral, encargadas de hacer informes técnicos en los juzgados. El partido de Feijóo incluye medidas ya establecidas por el Pacto o por otras normas aprobadas durante esta legislatura, como atribuir a los juzgados de violencia sobre la mujer todos los delitos de violencia machista, y no solo los que se den en la pareja o expareja, o la tipificación de la violencia digital.
Vox apuesta por renegar del marco legal y de recursos actual. Propone derogar la ley de violencia de género “y toda norma que derive de la teoría de género, que atente contra la presunción de inocencia o establezca tribunales de excepción según el sexo del agresor o la víctima” y planea eliminar los juzgados especializados de violencia sobre la mujer. Su propuesta es aprobar normas que reconozcan la violencia doméstica y endurecer las penas de cárcel a los agresores sexuales. El partido de extrema derecha quiere publicitar “la nacionalidad de los atacantes”. Entre las derogaciones propuestas, también está la ley del solo sí es sí.
Derecho al aborto
Mientras que los programas de PSOE y Sumar incluyen referencias a salvaguardar y reforzar el derecho al aborto, PP y Vox restringen o directamente eliminan el aborto como derecho. El partido de Núñez Feijóo vuelve a poner por escrito lo que ya hizo en su momento el Gobierno de Mariano Rajoy: exigir el consentimiento paterno para las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) de las mujeres de 16 y 17 años. En el caso de Vox, la apuesta es aún más dura, aunque en su programa aparecen algunas contradicciones. Por un lado, el partido de Santiago Abascal habla de derogar la actual ley del aborto, y por otro menciona, de manera más concreta, sacar las interrupciones voluntarias del embarazo de la cartera de servicios de la sanidad pública. Vox habla de un “protocolo de información permanente” sobre todas las ayudas disponibles “para la manutención, educación y cuidado de los hijos”. Ese protocolo incluirá “la posibilidad” de acceder a escuchar “el latido fetal y la realización de una ecografía 4D”. El partido ultra también habla de eliminar ayudas públicas a las organizaciones “que promuevan prácticas contrarias al fomento de la vida desde su concepción”. En lo que también coinciden los programas de PP y Vox es en hablar de regular la objeción de conciencia del personal sanitario, sin especificar cómo, algo que la ley del aborto aprobada por el Gobierno de coalición ya contempla.
Sumar, por su parte, habla de “desplegar” la nueva norma, especialmente los registros de objetores de conciencia que recoge la norma actual y que la alta inspección garantice su cumplimiento, “gobierne quien gobierne”. El programa también habla de tomar medidas para que los espacios cercanos a los centros que practican abortos sean seguros. En 2022, el Congreso ya aprobó una iniciativa para incluir en el Código Penal el acoso y hostigamiento a las puertas de las clínicas.
También el PSOE habla de crear “zonas de seguridad” alrededor de las clínicas para evitar coacciones y de garantizar el acceso a esta prestación en las zonas rurales. “Debemos garantizar la IVE en igualdad de condiciones en todas las comunidades así como la información y garantía de la elección y la disponibilidad de acceder a los dos métodos mediante los cuales se lleva a cabo la prestación: el método quirúrgico y el farmacológico”, menciona el programa socialista.
El partido de Yolanda Díaz es el único que menciona expresamente la violencia obstétrica, “un tipo de violencia reproductiva no reconocida en la actualidad en nuestro país y cuyo abordaje será también un reto de futuro”.
Cuidados y empleo
El partido de Pedro Sánchez propone seguir avanzando en las infraestructuras de cuidados, un Plan Nacional para el Trabajo Flexible, promover “la colaboración público privada en el marco de la negociación colectiva” para que haya servicios de cuidados, ludotecas o centros de día asociados a los centros de trabajo. El PSOE plantea ampliar los permisos por nacimiento de las 16 semanas actuales a las 20 semanas, avanzar en nuevos permisos retribuidos para cuidar y reconocer a madres y padres un año cotizado por cada hijo. Mencionan también una ley de usos del tiempo, cuyos trabajos se iniciaron esta legislatura, y un pacto nacional por la racionalización de los horarios.
Tanto PP como PSOE hablan de universalizar la educación de 0 a 3 años, mientras que Sumar promete “asegurar” una oferta que responda a la demanda y que sea gratuita, así como flexibilizar horarios de las escuelas infantiles. Vox habla de “combatir la brecha maternal” y de facilitar la reincorporación laboral de las mujeres después de la maternidad.
El programa de Sumar combina la apuesta por atajar las brechas laborales y salariales con la inversión en “infraestructuras sociales”, con mención a la atención a la infancia y a la dependencia. El partido de Yolanda Díaz plantea ampliar y remunerar el recientemente aprobado permiso parental y ampliar a 32 semanas el permiso por nacimiento de las familias monoparentales, tal y como están reconociendo muchos juzgados, algo que también incluye el PSOE. En cuanto a la brecha salarial, la propuesta apunta a utilizar un algoritmo para detectarla: las empresas estarán obligadas a volcar toda la información laboral y salarial en un sistema.
El PP apuesta por un pacto de estado por la conciliación que aumente la cuantía de la prestación por hijo a cargo, promueva la contratación indefinida de mujeres que han sido madres, combata la brecha salarial, amplíe los permisos de maternidad de las monoparentales, potencie la flexibilidad laboral y cree un banco de horas que trabajadores y trabajadoras podrán usar sin detrimento de su salario. En cuanto a las familias monoparentales, el partido de Núñez Feijóo también menciona la ampliación de su permiso de nacimiento, aunque sin especificar a cuántas semanas.
Vox también habla de conciliación: facilitar el teletrabajo y apoyar a las familias con el transporte escolar o las actividades extraescolares. “Aumentaremos la inversión del Estado en las familias y fomentaremos las condiciones para el fortalecimiento de estas, promoviendo la natalidad y la conciliación”, dice su programa.
Gestación subrogada
Ninguno de los cuatro partidos mayoritarios se muestran favorables a regular la gestación subrogada en España, un debate polémico, también para la izquierda, que cada cierto tiempo se inflama a golpe de titulares a pesar de estar prohibida en nuestro país. Sumar y el Partido Popular no dedican ni una línea de sus programas a hablar de ello, ni lo nombran, mientras que el PSOE y Vox coinciden en posicionarse en contra.
Los socialistas son los que lo hacen con mayor amplitud bajo el epígrafe “las mujeres no son mercancías. Ni prostitución ni vientres de alquiler”. Así, considera que estos “vulneran los derechos de las mujeres”, especialmente las más vulnerables, y se compromete a actuar “contra las agencias que hacen negocio” con la gestación subrogada con “las medidas legislativas necesarias”, así como a “seguir apoyando” a nivel europeo su consideración como delito y una forma de violencia de género y a facilitar la adopción nacional e internacional.
Sin embargo, no especifican qué medidas concretas llevarán a cabo. “Abordaremos los cambios legislativos necesarios asegurando el interés superior del menor y los derechos de las mujeres”, se limitan a afirmar sin nombrar qué harán con la instrucción que permite la inscripción como españoles de los bebés nacidos mediante gestación por sustitución en el exterior. Sí cita la instrucción la extrema derecha, pero solo para asegurar que aunque es una práctica prohibida en nuestro país “de facto se encuentra permitida” al permitir la inscripción. “Rechazaremos prácticas como los vientres de alquiler y toda actividad que cosifique y utilice como producto de compraventa a los seres humanos”, afirman sin concretar más.
Prostitución y trata
En materia de prostitución, el PSOE se posiciona explícitamente y afirma que tiene como objetivo abolirla, para lo que promete desarrollar una ley “para prohibir el proxenetismo en todas sus formas” y perseguir la tercería locativa. Eran estas las medidas contenidas en la iniciativa socialista que quedó en el aire en el Congreso con la convocatoria electoral tras dejarlas finalmente fuera de la ley ‘del sólo sí es sí’, que en principio las incluía.
Entre otras medidas, los socialistas prometen políticas públicas para “articular una salida” a las víctimas de trata y prostitutas “fomentando” asistencia en todos los ámbitos y “acompañamiento psicológico” así como “mecanismos de coordinación” con las ONG. Además, impulsarán la regulación del “estatuto de víctima de prostitución” con especial atención a menores y otras situaciones de vulnerabilidad. El PSOE se compromete también a aprobar una ley integral contra la trata con fines de explotación sexual, cuyos trabajos han quedado a medias.
El impulso de esta norma es también lo que propone en este ámbito el PP, que añade la persecución de los proxenetas sin detallar más y la protección “de mujeres y menores” con un estatuto de protección integral.
Asimismo, Sumar tramitará una ley integral contra la trata, pero no circunscrita únicamente a la explotación sexual sino “que cubra todas y cada una de las distintas formas” aunque sí prestando especial atención a las que “constituyen formas de violencia machista”. La coalición promete “consolidar” el Plan de Inserción Sociolaboral para mujeres víctimas de trata y prostitutas que diseñó el Ministerio de Igualdad.
Vox, por su parte, no nombra la prostitución ni la trata a lo largo del programa.