Para alguien que practica skate, es normal tener el cuerpo lleno de heridas y rascazos. El espacio público y el mobiliario urbano cambian su percepción para ser todo “patinable”. El calzado reduce a pocos meses su vida útil a medida que se desliza por la lija y se acuñan términos coloquiales nuevos al lenguaje como planchar (caer encima de la tabla) o engorilarse (motivarse). Esto sucede así independientemente del género de quien patine, pero en colectivos como Asíplanchaba piensan que no siempre se valora igual si quien lo vive es una mujer.
Este colectivo de skate femenino fundado en 2009 busca visibilizar la labor de las mujeres en el mundo del patín. Lo han hecho a través de Dolores Magazine una revista pionera en Europa de skateboarding femenino que ha cumplido esta semana tres años desde su primer número.
Viendo la cantidad de material gráfico que tenían, Raisa Abal y Verónica Trillo decidieron autofinanciar el primer número de la revista. “Todos nos decían: '¡Qué fotos más buenas!', pero nadie apostaba de verdad. Entonces decidimos hacerlo por nosotras mismas e imprimimos los primeros 300 ejemplares”, explica Raisa, quien se encarga de la maquetación y diseño del impreso cuatrimestral.
Lleva habiendo chicas que patinan en España desde, por lo menos, los años 90. “El problema es que no se les daba el reconocimiento y la visibilidad pertinentes”, asegura Verónica Trillo, miembro de la comisión de igualdad de género de World Skate. La skater recuerda que fundó este colectivo de patín con la idea de “crear eventos, tours femeninos, acciones para dinamizar la escena y, en definitiva, animar a más chicas a que no tengan complejos para subirse encima de una tabla”.
Sobre el nombre del colectivo, Asíplanchaba, Trillo explica que su origen “viene de la desafortunada canción de Los Payasos de la Tele” a la que le dan un nuevo sentido, ya que en el mundo del skateboarding “planchar un truco es realizarlo con mucha contundencia y precisión”. “Le damos la vuelta a una forma arcaica para darle un significado positivo, el de algo que nos divierte como mujeres”, apunta. “Hoy nos gusta pensar en Asíplanchaba como una comunidad, un lugar donde todas las chicas tienen un espacio para expresarse y encontrar referentes e inspiraciones”.
“Nunca vas a patinar como un chico”
Todas las patinadoras entrevistadas aseguran haber tenido que vivir situaciones o comentarios fuera de lugar mientras practicaban este deporte. En concreto, eso de: “nunca vas a patinar como un chico”. “Ha habido chicos que me aconsejaron dejarlo mucho antes de comenzar a patinar, cuando solo intentaba subirme a la tabla. ¡Con 22 años! Como si fuesen alguien a quien debiese escuchar”, critica Raisa Abal. “Muchas chicas hacemos trucos que otros chicos no. No es algo que dependa del género”, destaca por su parte la portuguesa Leticia Nogueira, que reside en Barcelona desde 2015.
Para la también fotógrafa Raisa Abal hay un problema de paridad en la forma de representar a las mujeres. “No puedo entender que todavía se sigan creando vídeos largos y proyectos de skate en los que no hay representación femenina, porque naturalmente todos los humanos –sean hombres, mujeres, o ninguno de los anteriores– se relacionan entre sí”, reclama.
Por este motivo, una revista femenina como Dolores Magazine era necesaria en la escena del patín. En las de revistas de skateboarding tradicionales “a lo mejor en 70 u 80 páginas encuentras una o dos chicas”, expone Abal. “Dolores no pretende ser excluyente ni una protesta, sino un hueco que ha sido rellenado”, detalla Verónica Trillo, fundadora de Asíplanchaba.
Todas las chicas destacan la importancia de tener referentes. Hay ejemplos, como el de Leticia Bufoni, la viral Rayssa Leal o la olímpica española Andrea Benítez, que sirven como ejemplo para otras chicas por su alto nivel encima de la tabla. “Es genial que cada vez haya más”, subraya Nogueira.
“Visibilizar el skate femenino era mi objetivo principal cuando decidí ir a los Juegos Olímpicos”, cuenta la propia Benítez a este diario. “Espero que haya servido también para que los organismos públicos construyan más instalaciones para practicar”, reclama esta joven que en 2021 se convirtió en la primera mujer de la historia en participar en unos Juegos en skateboarding. Ella, que patina desde hace más de 17 años, lamenta no haber tenido mejores lugares donde patinar cuando empezó.
De todas formas, la competición está fuera de lo que se considera “la esencia” del skateboarding. “Lo importante es esa diversidad, esa forma de expresarse y el estilo personal de cada uno con su tabla. Desde fuera parece que no, pero es algo que está al alcance de casi todas las personas”, explica Verónica Trillo.
“Aunque la inclusión de los Juegos Olímpicos sea buena para que se empiece a tener más en cuenta el skate a nivel social, esa competitividad no representa al 100% lo que es el patín”, expone Leticia Noguer. Para la patinadora, aunque el skate sea una disciplina individual, “las conexiones que haces con las personas son únicas. Patinar con gente siempre es más divertido”.
Creación de espacios seguros
Asíplanchaba nació para “crear un espacio seguro”. Porque, según Leticia Nogueira, “aunque el skateboarding sea una cultura subversiva no se escapa del machismo que hay en la sociedad”. “Aquí hay abusos e infravaloraciones igual que en cualquier lado”, subraya Raisa Abal y agrega que “esto pasa de aquí a Estados Unidos”.
“Pese a que todas patinamos también con chicos, necesitábamos una forma de sentirnos cómodas y unidas”, continúa Abal. “Si me dicen cuando me monté por primera vez a una tabla que cinco años después iba a estar patinando con 10 chicas en un mismo spot no me lo creería”, reconoce. Además, para Verónica Trillo, “las chicas se apoyan mucho más entre ellas, se percibe menos rivalidad y más sororidad”. “Cuando estoy a punto de hacer un truco, tener el apoyo de todas consigue darme ese plus de confianza en mí misma”, señala Nogueira.
Las skaters señalan que la falta de motivación que tenían antes de comenzar a patinar, no la tienen ahora cuando se juntan, “reforzando incluso tu propia autoestima”, destaca Nogueira. En este sentido, dar visibilidad a través de las redes sociales lo consideran algo de vital importancia. “Si tienes 14 años y en las redes ves que hay chicas que se juntan a patinar y que para ellas es algo natural, se crean referencias para saber que hay chicas que patinan. Te sientes más identificada”, argumenta Raisa.
“Lo mejor es ver cada vez más niñas en los skateparks”, afirma Trillo. “En el colectivo llevan realizando eventos y quedadas de chicas skaters desde hace años y se va notando la diferencia”, señala por su parte Andrea Benítez. “También es importante que toda skater emergente tenga un buen grupo de compañeras y amigas que la apoyen”, recalca la olímpica.
Bajo esta tarea de normalización, Raisa apunta que “siempre ha habido mujeres, pero no se les daba visibilidad”. En palabras de Leticia Nogueira, “el skate debe ser cada vez más inclusivo, más libre y con más amor, también con las personas trans y LGTBIQ+, cosa que creo que está pasando poco a poco”. Por eso, “en Dolores queremos que se reflejen más países, culturas, idiomas, costumbres, voces y colores. Cosas que van de la mano de lo que para nosotras es el skate”, remata Verónica Trillo.