El Ayuntamiento de Zaragoza será una institución aconfesional de modo que la Corporación no tendrá que acudir de forma obligatoria a los actos de carácter religioso y el miembro que lo haga lo hará a título individual.
Se trata de un acuerdo que este viernes ha aprobado el Gobierno de Zaragoza, que exigirá la modificación del Reglamento de Protocolo, Ceremonial, Honores y Distinciones del Consistorio, ha explicado en la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno su portavoz, Fernando Rivarés.
No obstante se trata de una propuesta que será sometida a pleno, que sólo requiere mayoría simple para su aprobación, y que el Gobierno, ha asegurado Rivarés, quiere consensuar con todos los grupos municipales.
La intención del Gobierno de Zaragoza en Común es garantizar con esta modificación del Reglamento de Protocolo de garantizar la aconfesionalidad de la institución que recoge la Constitución Española.
Con este acuerdo, el Gobierno municipal muestra su voluntad política de establecer los criterios normativos precisos que permitan separar claramente la presencia de la Corporación en las celebraciones populares de la ciudad de lo que constituyen actos religiosos, para garantizar la aconfesionalidad de las administraciones públicas.
Sin representación en la misa del Pilar
Para ello se establece como criterio esencial para este tipo de actos que la asistencia de los miembros de la Corporación será libre y voluntaria, excepto a los actos religiosos, a los que podrán asistir exclusivamente a título individual.
En los actos culturales y populares, como es el caso de la Ofrenda de Flores del día del Pilar, que a su juicio trasciende el carácter confesional, no así la misa, está previsto que los concejales que deseen asistir puedan hacerlo en representación del ayuntamiento portando las insignias institucionales.
No obstante, Rivarés ha precisado que los detalles serán debatidos en el pleno del próximo día 27 con el fin de alcanzar un acuerdo lo más consensuado posible.
El concejal se ha mostrado contrario no obstante a retirar los símbolos religiosos del Ayuntamiento porque son obras de arte y forman parte de su patrimonio.
Con la modificación del reglamento de Protocolo se da cumplimiento al acuerdo plenario aprobado en el pasado mandato municipal a propuesta de CHA y que salió adelante con los votos de PSOE, IU y el grupo proponente.