La Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso da por finiquitada la estación de esquí de Navacerrada que le sirvió para enfrentarse al Gobierno. Al menos su vertiente madrileña. Pasada la polémica, el Ejecutivo autonómico ha ordenado al fin a la empresa que devuelva “los terrenos ocupados” en los montes de la sierra de Guadarrama cuyo permiso llevaba en realidad caducado desde 2019.
Lo que ha hecho la resolución de la Consejería de Medio Ambiente que ha revisado elDiario.es es, por una lado, “desestimar la solicitud de renovación” del permiso que hizo la empresa el 11 de octubre de 2018 y, por otro, declarar el fin de la ocupación del monte público al estar caducada la autorización desde “el 18 de febrero de 2019”.
La orden está firmada el 4 de julio de 2022. Más de tres años después de que expirara el permiso para ocupar los terrenos lindantes con el Parque Nacional de Guadarrama y de alto valor ecológico.
Además, el escrito le recuerda a la empresa Puerto de Navacerrada-Estación de Esquí que debe desmantelar las instalaciones que ocupan el terreno del telesilla IV de la pista del Telégrafo y la zona debe ser “devuelta a su estado original”. También exige a la sociedad que desmantele y demuela “las instalaciones y edificaciones abandonadas y en mal estado de conservación” de otra parte del monte.
Esa basura, chatarra y ruinas –que formaban parte de otro telesilla al Telégrafo– eran “potencialmente peligrosas” y se le había comunicado a la concesionaria que debía quitarlas en febrero de 2020, según consta en la resolución. El requerimiento no surtió mucho efecto.
Sin embargo, a pesar de esto, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, describió un poco después la estación como una “joya” que, aseguró, “si ponemos interés podemos preservar para el futuro”.
Lo hizo tras la decisión del Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) de no ceder más los terrenos del monte Pinar de Valsaín para que sean pistas de esquí, una vez caducó el permiso de 25 años firmado con ese fin en 1996. El OAPN es el dueño del terreno y, al mismo tiempo, depende del Ministerio de Transición Ecológica, es decir, del Gobierno de España.
Ayuso escogió Navacerrada para chocar con el presidente Pedro Sánchez. Solo unas semanas después de que caducara el permiso de las pistas segovianas, incluso insinuó que estudiaba “la posibilidad de declarar la estación bien de interés cultural (BIC) para evitar su cierre” a pesar de que su propio Ejecutivo había considerado que la dejadez había convertido a la estación, al menos parcialmente, en ruina peligrosa.
Luego se plantó en la estación junto al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en noviembre de 2021 cuando este anunció que no tramitarían el expediente de caducidad de la concesión (justo el tipo de trámite que ha desarrollado ahora la administración que dirige Díaz Ayuso). Aquel día nublado, la presidenta de Madrid decía: “No tiene cabida lógica alguna que Navacerrada, tras tantos años, se cierre por motivos políticos con todo el perjuicio que ello conlleva”.
Una vez judicializado el asunto y todavía sin sentencias, ya en diciembre de 2021, Díaz Ayuso afirmaba: “El Puerto de Navacerrada continuará con su actividad. La justicia avala que las pistas no sean cerradas como pretendía Pedro Sánchez. Madrid y Castilla y León están de enhorabuena”.
Solo siete meses después de aquellas declaraciones y con ese frente de fricción política ya amortizado, el Gobierno de la Comunidad de Madrid le dio a la estación de esquí tres meses para devolver los terrenos restituidos a su estado anterior (exigiendo, eso sí, dejar uno de los telesillas funcional). La empresa ha recurrido esta decisión.
La Consejería de Medio Ambiente de Madrid afirma que quiere “que la estación de esquí de Navacerrada siga abierta” y que “lo único que ha hecho es cumplir con la norma y comunicar de manera oficial que la concesión de la pista no admite prórroga una vez que finaliza la su concesión”. Finalizó en febrero de 2019. Y añade que ha preguntado a los ayuntamientos dueños del suelo si iniciarán una nueva concesión. Finaliza sus explicaciones diciendo que “es una de las estaciones con precios más asequibles. Beneficia a familias con recursos limitados”.
La asociación Ecologistas en Acción apoya el desmantelamiento total “a ambos lados de la sierra”. Su portavoz Mª Ángeles Nieto recuerda que “cualquier infraestructura que funcione allí debería someterse a los procedimientos reglados vigentes” como, por ejemplo, las evaluaciones ambientales.
No es lo único que ha caducado
También en julio de este año, la Confederación Hidrográfica del Duero resolvió poner fin al permiso para que una parte de las aguas del arroyo del Telégrafo fueran utilizadas para hacer nieve artificial. La concesión oficial estaba hecha a favor del Ayuntamiento de La Granja, aunque la nieve era para la empresa Puerto de Navacerrada Estación de Esquí.
El proceso para extinguir este uso comenzó en octubre de 2021 y considera que, si el permiso para ocupar el monte público para las pistas de esquí ha caducado, la autorización para utilizar el agua decae. La decisión también es recurrible ante los tribunales.
En octubre de este año, Parques Nacionales empezó a limpiar la zona de chatarra. El organismo inició el desmantelamiento de otros remontes de esquí de la estación de Navacerrada abandonados en medio de los montes Pinar de Valsaín y Guarramillas (en Segovia). Estas infraestructuras llevaban “décadas” en desuso, según ha contado el Ministerio de Transición Ecológica.