El Gobierno dice que es una medida que “corrige los privilegios históricos fiscales de la Iglesia católica”. Los partidos a la izquierda del PSOE e instituciones como Europa Laica, que es una “barra libre” para las religiones en un Estado laico. Más allá de las interpretaciones, el hecho es que el Ministerio de Presidencia ha alcanzado un acuerdo con los líderes mormones, testigos de Jehová, budistas y ortodoxos (religiones consideradas “de notorio arraigo”, esto es, reconocidas por su implantación en el Estado, pero sin acuerdos firmados como sí tienen la Iglesia católica, evangélicos, musulmanes y judíos) para que dichas confesiones disfruten de los mismos beneficios fiscales que las mayoritarias. Estarán equiparadas a ONG o fundaciones.
La reforma (pactada con PDeCAT y ERC) se articulará a través de una enmienda del PSOE en el Congreso a la modificación de la ley de mecenazgo, que se aprobará este miércoles y que también estará avalada por el PP. Enfrente, Unidas Podemos, Más País, Bildu o Ciudadanos se han mostrado, con distinta intensidad, en contra de la nueva regulación.
El acuerdo es un paso más en lo que el entorno de Moncloa define como “laicidad inclusiva”, que tuvo su primer capítulo hace un mes, cuando el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, firmaban un canje de notas en virtud del cual la Iglesia católica renunciaba a la exención del impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO) y los impuestos especiales y, por su parte, el Gobierno hacía lo propio al exigir el pago del IBI a la institución. Ahora, con este paso, se amplía dicho beneficio a todas las confesiones religiosas.
“La medida, una demanda histórica de estas confesiones y sus fieles, garantizará por ley el mismo trato fiscal que disfrutan el resto de confesiones religiosas con arraigo en España y entidades sin ánimo de lucro”, asegura el departamento dirigido por Félix Bolaños tras una reunión con representantes de la Iglesia Ortodoxa, la Unión Budista, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) y los Testigos de Jehová.
Sobre el papel, todas las religiones reconocidas por el Estado estarán exentas del cobro del IBI para los bienes destinados al culto y sus dependencias o edificios y locales anejos que estén destinados al culto, a la asistencia religiosa y a la residencia de ministros de culto. Esta misma figura fiscal se aplicará a los locales destinados a oficinas de las entidades religiosas y los centros destinados únicamente a la formación de ministros de culto. Al tiempo, se reconocerán otras exenciones fiscales, como el impuesto de sociedades, el impuesto de actividades económicas (IAE) y el impuesto de plusvalía, y los fieles de estas religiones podrán disfrutar de desgravaciones fiscales en el IRPF al hacer donativos, como ya sucede con católicos, judíos o musulmanes.
En la práctica, sin embargo, las exenciones fiscales de las religiones minoritarias no son comparables a las que recibe la Iglesia católica tanto en cantidad como en calidad, según denuncian instituciones como Europa Laica. Su presidente, Juanjo Picó, lamenta que las religiones “son organizaciones privadas de creyentes”, y denunciaba que “los privilegios se combaten suprimiéndolos, no extendiéndolos”, como en su opinión hace la reforma acordada con budistas, mormones, ortodoxos y testigos de Jehová.
Mientras la Iglesia católica cuenta con 22.988 parroquias, a las que hay que añadir otros dos millares de edificios entre catedrales, santuarios y monasterios –sin contar las casas rectorales o propiedades adyacentes a los templos–, la realidad del resto de confesiones es infinitamente menor: 7.726 entre todas, según el Observatorio del Pluralismo Religioso en España (4.322 templos evangélicos, 1.751 mezquitas, 634 salones del reino de los testigos de Jehová, 235 templos ortodoxos, 183 budistas, 156 adventistas –religión no incluida en estos acuerdos–, 114 mormones, 69 anglicanos, 49 bah'ais –tampoco incluidos– o 40 sinagogas). Hinduistas, sijs o cienciólogos, más minoritarios, tampoco estarán exentos de impuestos.
A ello hay que sumar el hecho, incontrovertible para las formaciones a la izquierda del PSOE y los colectivo laicos, de la “ilegalidad” que supone que la Iglesia católica tampoco pague IBI por la ingente cantidad de bienes inmuebles –nadie sabe precisar cuántos– no destinados al culto y por los que obtiene rendimientos dinerarios: desde pisos a garajes, pasando por jardines, colegios o teatros. Una situación que expertos consultados por elDiario.es califican de “casi diabólica” porque el cobro del IBI, salvo en los casos en que está protegido por la ley de mecenazgo, depende de cada Ayuntamiento, y no existe un listado de bienes a nombre de las distintas instituciones (se cuentan por centenares entre diócesis, congregaciones, asociaciones de fieles o movimientos) que conforman el término Iglesia católica en España, por lo que también resulta imposible determinar la cantidad de dinero que la Iglesia católica deja de aportar a las arcas públicas.
Este impago, reconocía en Onda Cero el portavoz socialista, Patxi López, es una realidad que hay que corregir, pero “en diálogo con la institución. No pasa nada por hablar; es mejor negociar que imponer las cosas porque tenemos un concordato”, aducía López. “Somos los primeros que en la historia de España hemos conseguido que la Iglesia pague el IBI por alguno de sus inmuebles y seguiremos avanzando para que paguen todos”, respondía el socialista a preguntas de Carlos Alsina.
La norma acordada no incluye casilla alguna en la declaración de la renta para ninguna otra confesión religiosa que no sea la católica, que en el último ejercicio sumó más de 320 millones de euros por este concepto, la mayor cantidad de la historia. Sin embargo, para Presidencia del Gobierno “se trata de un importante avance en equidad que promueve el ejercicio efectivo del derecho fundamental a la libertad religiosa, ahonda en la igualdad y la neutralidad de nuestro Estado aconfesional y corrige los privilegios históricos fiscales de la Iglesia Católica, que pasa a ser tratada como una confesión religiosa o entidad sin ánimo de lucro más”.
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