La planta de Seat en Martorell (Barcelona) está a la espera de que la Agencia del Medicamento dé el visto bueno definitivo a su prototipo de respirador para poder empezar a fabricarlo en serie después de que este haya sido testado con éxito, un tiempo de espera que exaspera a los trabajadores.
El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, ha lamentado este jueves la lentitud del proceso de homologación y, en especial, el obstáculo que supone el “cambio constante de directrices técnicas”, lo que llevó ayer a paralizar las pruebas a la espera de que se realicen hoy las últimas verificaciones pendientes en un laboratorio.
“Ayer nos pidieron unas certificaciones que hasta entonces no nos habían solicitado. Nos enfrentamos a mucha burocracia y eso provoca mucha desesperación e impotencia entre los trabajadores, que llevan días dedicando muchas horas a este proyecto”, ha asegurado a Efe Carnero.
En concreto, el certificado que falta es uno sobre electromagneticidad que garantice que el respirador no interfiere en otros aparatos de las UCI.
El dirigente sindical ha apuntado que ha hablado con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, para pedirle la máxima celeridad en las pruebas que quedan por hacer para que el respirador pueda empezar a producirse, después de que se haya testado ya con éxito, según ha explicado, en el Hospital Can Ruti.
Carnero confía en que en 24 o 48 horas el Ministerio de Salud pueda dar luz verde definitiva a este respirador, que se distribuiría entre centros sanitarios para tratar a los afectados por la pandemia del coronavirus.
Una vez cuente con este visto bueno, Seat podría fabricar a un ritmo de 300 respiradores al día.
Por su parte, la compañía automovilística ha asegurado que están a la espera del visto bueno de la Agencia del Medicamento para poder iniciar la fabricación en serie, ya que no es posible hacerlo sin contar con la homologación pertinente.
“Nosotros hemos hecho el trabajo. Hay un prototipo y está a punto para la producción en serie”, ha dicho un portavoz de la empresa.
Para llegar al prototipo final, más de 150 profesionales de Seat implicados en el proceso, desde personal del departamento de calidad hasta el servicio médico, han desarrollado trece modelos.
El modelo final de respirador, que se ensamblará en la línea 1 de Martorell, utiliza el motor adaptado de los limpiaparabrisas, además de engranajes impresos y ejes de cajas de cambios.