Madrid, 7 sep (EFE).- La contaminación atmosférica, el “mayor riesgo ambiental para la salud humana” y “una de las principales causas evitables de enfermedades”, causa hasta 6,5 millones de muertes anuales en el mundo, según ha recordado hoy la ONU con motivo del día internacional del aire limpio por un cielo azul.
La efeméride ambiental, que se celebra este martes por segunda vez desde que la Organización de las Naciones Unidas la instituyera como tal el año pasado, hace hincapié en la actual edición en los aspectos relacionados con la salud de la contaminación atmosférica sobre todo en lo que se refiere a la crisis sanitaria generada por la covid-19.
Esta jornada sirve para “hacer un llamamiento a la acción para aunar esfuerzos y reclamar aire limpio para todas las personas”, una necesidad relacionada, según la ONU, con “otros grandes problemas como el cambio climático, la salud humana y del planeta y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
En España, “el efecto de las medidas adoptadas el año pasado para luchar contra la pandemia fue muy relevante”, ha asegurado el portavoz y experto en calidad del aire de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Ceballos, al registrarse “reducciones muy significativas de la polución por la mayoría de contaminantes”.
Además, “no ha habido un repunte importante en la contaminación” tras finalizar el segundo estado de alarma el pasado mes de mayo y, a consecuencia de las restricciones a la movilidad, “se ha producido una mejora muy significativa de la calidad del aire en España” que “se mantiene hasta el momento actual”.
El futuro dependerá de si la recuperación económica “vuelve a basarse en las energías fósiles o, en cambio, somos capaces de alumbrar un nuevo período en el cual ahorro, eficiencia energética y energías renovables sean los tres polos fundamentales que permitan sostener la civilización que conocemos”, añade Ceballos.
En su comunicado de este martes, la ONU anima a no subestimar los beneficios de invertir en el control de la contaminación atmosférica, ya que “existe una justificación económica para actuar y disponemos de soluciones eficaces” para hacerle frente.
La mala calidad del aire es también un problema para el desarrollo sostenible, sobre todo de los países menos favorecidos donde los niveles de contaminación atmosférica son superiores a los límites establecidos en las directrices sobre calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud.
Este último organismo estima que 9 de cada 10 personas en el mundo respiran un aire que no cumple los estándares de salud y, en el caso de España, la población afectada es del 35 % según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.
El Foro para la Electrificación, plataforma asociativa que promueve la electrificación como mejor manera de descarbonizar la economía española, ha contribuido al debate indicando que reemplazar los combustibles fósiles por energías limpias es “la palanca para revertir la situación y aumentar sustancialmente la esperanza de vida”.
Por ello, reclama impulsar “de forma decidida” la electrificación del transporte ya que “la mayor parte de la contaminación en áreas urbanas procede del tráfico”.
Sin embargo, para Ceballos esta medida “es indispensable pero no suficiente” porque considera que “no es posible migrar de un sistema de transporte fósil a un parque móvil eléctrico a corto plazo, antes de 2030” debido a la “falta de materiales y de energía renovable” necesarios..
De momento, el portavoz de Ecologistas en Acción recomienda como primer paso del proceso “electrificar el transporte colectivo y el de mercancías de larga distancia”.
Aún así, reconoce que la calidad del aire en España, sin ser completamente satisfactoria, “está alineada con la de los países de nuestro entorno socioeconómico”, que cuentan con niveles de contaminación “muy inferiores a los del sureste asiático, China o a los de ciudades iberoamericanas gracias a la legislación europea”.