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Un hospital con la UCI al 100% en Madrid: “Ya no nos cogen traslados, y si no se llevan a los pacientes pueden morir”

Urgencias del hospital Príncipe de Asturias.

Sofía Pérez Mendoza

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Este es el relato de un hospital mediano de Madrid en situación de emergencia que ya no puede buscar el apoyo de los grandes para derivar a los pacientes más críticos. La UCI del hospital Príncipe de Asturias, centro de referencia del Corredor del Henares (Madrid) está al 100%. 37 camas ocupadas de 37. Se desocupa una, se ocupa otra. La situación obliga a un triaje salvaje porque desde hace una semana ya no pueden trasladar a ningún paciente grave a otros centros, según denuncian los médicos. Las UCI madrileñas están a más del 80% de su capacidad. “No nos están cogiendo traslados desde la semana pasada, cuando antes podíamos hacerlos. Estamos viendo personas con 20 años de esperanza de vida para los que no hay intubación ni respiradores”, cuenta una médica del centro. “Y si no se lo llevan ese paciente puede morir, ese es el problema”, manifiesta esta especialista. Los esfuerzos ímprobos para convertir las 16 camas iniciales en 37 son insuficientes.

El colapso sostenido –Alcalá de Henares arrastra muchas dificultades desde el inicio de la crisis– ha empujado a un grupo de facultativos a remitir una carta a la gerencia que describía así la situación el viernes pasado: “En nuestro hospital no es posible valorar/triar a ningún paciente crítico por la imposibilidad de ingresarlo para ofrecerle asistencia respiratoria. El desasosiego que nos invade es inmenso”.

La tensión ha pasado de concentrarse en la urgencia (que ha bajado la presión en las últimas 48 horas, según los sindicatos) a instalarse en la atención de los pacientes críticos. “No hay posibilidades de traslado si están colapsadas. Aquí está el problema ahora”, asegura Carlos Castaño, presidente de la Asociación de Facultativos y Especialistas de Madrid (AFEM).

Los facultativos de planta solicitan a los intensivistas una valoración de sus pacientes. Estos especialistas, desbordados por la atención en las UCI extendidas, son los responsables de decidir si los enfermos que empeoran pueden ingresar en la UCI.

Cargan sobre sus hombros dar un sí, en los casos más afortunados, o un no, con los peligros ciertos que eso conlleva para los enfermos. Hace unas semanas contaban con el recurso (bien limitado) de la derivación. Hoy no. Denuncian que no saben cuántas camas disponibles hay en otros hospitales y que eso limita la toma de las “mejores decisiones”. La queja no es solo del hospital, sino que la manifiestan todos los jefes de servicio de las UCI de Madrid en una carta redactada el 22 de marzo. Ahora la situación es peor. “Los que pedimos la valoración consideramos que es porque se necesita por criterio médico. Los compañeros intensivistas, atendiendo al criterio médico, se lo llevarían pero no pueden”, dice una médica de planta.

Fuentes oficiales del hospital aseguran a eldiario.es que “la situación de la UCI es similar a otros hospitales teniendo en cuenta el momento actual en el que nos encontramos con la pandemia del coronavirus”. “Estamos intentando dar la mejor calidad asistencial posible dentro de las actuales circunstancias, adecuando todos los medios materiales y humanos posibles para atender a los pacientes del centro, así como utilizando los recursos disponibles que tiene nuestro sistema sanitario en Madrid”, dice el centro.

Desde el inicio de la crisis han fallecido 248 personas en un hospital que normalmente tiene 507 camas. Este martes había 531 pacientes ingresados, distribuidos en cualquier recoveco de las instalaciones. El pasillo central del hospital, una zona habitualmente de paso, ya es una sucesión de sillones y camas con pacientes. También la biblioteca o el gimnasio. Y la zona fue la primera en ser intervenida por Médicos Sin Fronteras con la instalación de un hospital de emergencia en un pabellón cedido por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, donde actualmente hay 22 pacientes cuando hay capacidad para 80. Otros 64 están en un hotel mediacalizado, el Auditorium, que también está lleno.

Un pabellón sin personal

Estas medidas de apoyo no han sido eficaces, según médicos y sindicatos del hospital, porque la instalación detrae recursos del hospital, como ha pasado en Ifema, y si no está bien dotada “simplemente mueve a los pacientes de sitio pero siguen necesitando estar atendidos por sanitarios”, lamentan. “El lunes uno de los pacientes empeoró y le tuvieron que trasladar en una furgoneta que no sabemos de donde salió al hospital porque no había ambulancias”, cuenta una sanitaria. El pabellón no cuenta con sistema de calefacción y la llegada del frío ha dejado el espacio en una situación comprometida, según CCOO.

El Príncipe de Asturias forma parte de ese grupo de hospitales de referencia medianos –de “complejidad intermedia”, en la jerga técnica– con todas las especialidades, como el Severo Ochoa o el de Getafe. Atiende a una población de 243.000 personas. Pero su capacidad está muy lejos de los grandes buques insignia –los de “gran complejidad”– la sanidad madrileña. Tiene 507 camas frente a las 1.340, por ejemplo, del Gregorio Marañón, el más grande de la capital. En esta crisis, este tipo de centros están sufriendo una presión que no se compadece con su tamaño. Pasa también con el Severo Ochoa de Leganés, uno de los más golpeados y de similares características.

A día 30 de marzo había 339 pacientes ingresados positivos, 41 con sospecha y 90 neumonías “sin filiar; 37 en la UCI, 64 en el hotel, 22 en el pabellón y otras 41 personas pendientes de ingreso en Urgencias”. “Desde hace dos días la presión ha bajado un poquito”, asegura una delegada de Comisiones Obreras que cuenta que han llegado a tener 100 pacientes a la espera de ingreso. Con estos números, muchos pasan varios días en sillas y sillones hasta que tienen una cama.

El desbordamiento de las UCI, que tiene en Alcalá de Henares un ejemplo tipo, es la principal preocupación del Gobierno en esta etapa de la epidemia, cuando los casos de contagio y los fallecidos empiezan a estabilizarse. La Comunidad de Madrid ha multiplicado por tres el número de camas para pacientes críticos en quirófanos y zonas de reanimación en cuestión de semanas. De 641 a 1.745.

Aún así la tasa de ocupación es de las más alarmantes de España, junto con Catalunya. Según datos de Sanidad, el número de pacientes que han precisado estos cuidados en Madrid alcanza los 1.512. La Consejería madrileña no aporta datos sobre cuántas camas tiene disponibles en estas UCI.

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