El Ministerio de Educación va a darle una vuelta a la Secundaria. En su desarrollo normativo de la Lomloe, el departamento que dirige Pilar Alegría ha enviado una primera propuesta de organización de las enseñanzas a las comunidades autónomas que contempla cambios en la estructura de los cursos y las etapas, especialmente en la etapa Secundaria, tanto en la obligatoria (la ESO) como en la postobligatoria (Bachillerato).
En relación a la ESO, la propuesta, adelantada por El País, adapta la etapa a la Lomloe, en la que deja de tener una vía aplicada y otra académica y por ello “obliga a actualizar las materias, hacerlas amplias y polivalentes”: se crean nuevas asignaturas, como Formación y orientación personal y profesional, se modifican otras, se establecen las obligatorias para todos los cursos, las optativas y las que las comunidades podrán colocar un año u otro según les convenga. El alumnado tendrá más capacidad de crearse su propio Bachillerato eligiendo vías y asignaturas.
El Bachillerato es quizá la etapa que más cambios va a sufrir en este sentido. Las actuales tres opciones van a pasar a ser cinco con la Lomloe: Ciencia y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, Artes (que se desdobla a su vez en Música y Artes Escénicas y Artes Plásticas, Imagen y Diseño) y un Bachillerato General para quien no tenga clara la elección a los 16 años.
El documento consagra la idea, ya conocida desde la redacción de la propia ley, de que un alumno podría acabar su periplo por la Educación obligatoria sin recibir una materia puramente de Filosofía, que sin embargo sí aparece en el Bachillerato para quien llegue: obligatoria en 1º como Filosofía y obligatoria en 2º como Historia de la Filosofía. La asignatura Educación en Valores Cívicos y Éticos, que el profesorado de Filosofía no considera equiparable, sí aparece tanto en 5º y 6º de Primaria como en la ESO.
La nueva estructura arranca a partir del año próximo en los cursos impares y el siguiente en los pares.
Nueva materia en la ESO
En la ESO, el alumnado tendrá al menos siete asignaturas obligatorias por curso (Biología y Geología y/o Física y Química, Educación Física, Geografía e Historia, Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera y Matemáticas) más “al menos” una por curso entre Educación Plástica, Visual y Audiovisual y Música, que tendrán que ubicar las comunidades. Entre las principales novedades de esta etapa está que ahora Tecnología, que añade el apellido “y Digitalización”, tendrá que ser obligatoria en al menos un curso entre 1º y 3º de la ESO.
También aparece en esta etapa, ya en el cuarto curso y como una “materia de opción” a elegir (hasta ahora no era obligatorio ofertarla), la materia Formación y Orientación Personal y Profesional que, explica el ministerio, propone una “aproximación a lo humano a partir de disciplinas como la psicología, la antropología y la sociología, que lo analizan y enfocan desde perspectivas complementarias. Esta materia contribuye a conocer y entrenar habilidades personales y sociales necesarias para participar, crear y desarrollarse en los grupos humanos, tanto en el ámbito personal como social y académico con una proyección vocacional y profesional hacia el futuro”.
Dos Bachilleratos de Artes
Es en el Bachillerato donde probablemente estén las mayores novedades. La Lomloe cambia los tres tipos que existían con la Lomce por cinco vías posibles, incluida una general para quién no tiene clara su vocación todavía.
De esta etapa, que presenta cuatro asignaturas comunes a todos los itinerarios en su primer curso (Educación Física, Lengua Castellana y Literatura y, si la hubiere, Lengua Cooficial y Literatura, Lengua Extranjera y Filosofía), más una obligatoria característica de la vía elegida y otras dos optativas generales más las que ofrezcan las comunidades autónomas. En 2º se repiten las cuatro obligatorias (Lengua Castellana y Literatura II, más la correspondiente de lengua cooficial donde la haya, Historia de España, Historia de la Filosofía y Lengua Extranjera II), otra obligatoria de la rama y dos a elegir, más las optativas autonómicas.
El Bachillerato General, la vía intermedia entre las científicas y las artísticas, se configura “incorporando de forma equilibrada materias de carácter científico, humanístico, socioeconómico y artístico (...), proporcionando a los estudiantes una educación integral, dotándoles de los conocimientos, las destrezas y las actitudes que les permitan acceder de manera eficaz a la vida social como ciudadanos comprometidos; a estudios superiores, tanto universitarios como profesionales, que no exijan una especialización concreta”, según se lee en el documento enviado por Educación a las comunidades. El ministerio especifica que “dado que las materias comunes del Bachillerato tienen un perfil más humanístico”, las asignaturas obligatorias de esta rama se centran más en la formación científica.
En la modalidad de Ciencias y Tecnología se modifican las denominaciones de algunas materias (Biología y Geología añade “y Ciencias Ambientales” a su denominación; Geología hace lo mismo) y ofrece dos tipos de asignaturas de Matemáticas: “Matemáticas aplicadas a las CCSS II (Ciencias Sociales) ofrece una orientación en la que tiene más peso el análisis e interpretación de datos, que se adecúa al alumnado que pretende cursar titulaciones con asignaturas de Estadística y ciencia de datos (ciencias de la salud); Matemáticas II incluye conocimientos de Geometría, más idóneos para la orientación tecnológica o puramente científica. Matemáticas I en el primer curso proporciona la base suficiente para cursar ambas materias”, explica el documento.
En Humanidades y Ciencias Sociales el alumnado podrá escoger entre Latín o Matemáticas aplicadas a las CCSS según vayan por la vía de Humanidades o de Ciencias Sociales, o podrá hacer ambas, una como obligatoria y otra como optativa.