La educación lo es todo y, en estos tiempos de desigualdad, la mejor herramienta para la justicia social. Te contamos cada martes desde las políticas nacionales del Gobierno hasta las pequeñas historias del último rincón del país, con especial atención a la pública como garante de la igualdad de oportunidades.
Nuevo curso, viejos problemas
Bienvenidos de vuelta si os incorporáis ahora, con mención especial para el profesorado, que empezó ayer (excepto los directivos, sabemos que muchos lleváis desde agosto cuadrando horarios).
Porque ya empezamos. Esta semana o la siguiente, según la comunidad y/o la etapa educativa, pero ya estamos en la rueda otra vez. Y, aunque parezca complicado en medio de tanta rutina, este curso hay novedades. Por un lado se va a poner en marcha ya mismo el plan de refuerzo que anunció el presidente Sánchez para tratar de mejorar los resultados de pruebas como PISA, que en su última edición nos dejó un poco mal y eso siempre nos pone nerviosos. El proyecto, por si no recordáis, pasaba por reforzar las matemáticas y la lectura en la población escolar que más lo necesita. Veremos en qué se acaba traduciendo, pero ya empieza torcido porque iba a tener 500 millones de euros (y ya se consideraba poco) y se ha quedado, de momento, en 95.
Otra novedad es que en junio debuta la nueva Selectividad. Ya os la contamos en su momento: se supone más competencial, con menos optatividad y más homogénea.
En la agenda de los sindicatos hay una tercera novedad, en este caso deseada: que sea el año del estatuto docente. El profesorado lleva años, décadas, reivindicando una norma que regule la profesión. Está incluida en la Lomloe incluso. Pero, más allá de un documento de mínimos que quedó olvidado, el asunto no se ha abordado. Es ahora, dicen los sindicatos. Lo vamos a poner en marcha, replica el Ministerio. Falta hace.
Las organizaciones sindicales también amenazan con mantener la tensión en la calle. El curso pasado acabó con movilizaciones por cuestiones diversas –las ratios, horas lectivas, leyes autonómicas, ataques al catalán, la imposición del distrito único, según la comunidad– que en su mayoría no se han resuelto. Las mareas verdes se reactivan ante nuevos recortes, sean laborales o ideológicos, y amenazan con seguir.
Otro de los problemas recurrentes en el arranque de curso son los gastos que genera la educación “gratuita” que nos hemos dado, que muestra de nuevo la disparidad de criterios en las comunidades. La semana pasada os contamos el caso de los libros, que pueden costar cero euros o más de 300 en función de dónde estudie uno. Una lotería.
Sobre todas estas cuestiones y alguna más hablamos en la previa del curso que publicamos hoy mismo.
Este verano hemos hablado de...
Por si el verano te ha pillado mirando para otro lado, recupero los artículos más interesantes que hemos publicado estos meses sin boletín.
Cuando el colegio es de los profesores y las familias. ¿Sabías que hay colegios que pertenecen a los profesores? O a las familias del alumnado. En España hay unas 600 cooperativas educativas, una tercera vía entre la escuela pública y la privada. Es formalmente privada, pero con vocación de escuela pública, en la que las decisiones se toman por toda la comunidad con la flexibilidad que ello aporta. En este artículo, que publicamos originalmente en nuestra revista, explicamos en qué consiste este sistema a través del colegio Trabenco de Madrid, una de las cooperativas pioneras de España.
Nadie enseña a estudiar al alumnado, y la mayoría lo hace mal. Parece obvio que una parte importante de los estudios es... estudiar. Más allá de la tautología, resulta que nadie enseña a los jóvenes cómo estudiar. Se da por hecho de alguna manera que saben, pero no eso no está ni cerca de ser cierto. Un estudio en Catalunya determinó que al 78% nadie le ha enseñado nunca técnicas de estudio, de manera que la mayoría de ellos emplea métodos poco útiles. Porque sí, a estudiar también se aprende, hay ciencia detrás.
¿Por qué hay que pagar para tener el título universitario? Ya sabéis: apruebas el último examen del grado y quieres una copia física de tu título, para colgarlo en la pared o por si te lo piden en una entrevista de trabajo. Pero las tasas que has pagado durante cuatro años no lo cubren y tu universidad te cobra por el papelito. Los rectorados explican que es una estimación de lo que cuesta emitir el título, pero que el mismo servicio cueste entre 115 o 218 euros según la comunidad tumba un poco esa excusa. Tampoco se entiende muy bien que supuestamente haya que pagar el tiempo que el funcionario dedica a esta tarea. ¿No tiene una nómina?
Sin inversión no hay inclusión. La inclusión educativa que pretende hacer España –que ha decidido hacer a través de varias leyes– es complicada y requiere fondos. Por eso básicamente no se está practicando. La ONU ya nos ha tirado de las orejas por ello, pero la realidad es que cada vez hay más jóvenes en centros de educación especial, cuando la idea era justamente la contraria. Hemos analizado qué está pasando y por qué retrocedemos en vez de avanzar.
Para subir nota
Universidades permitirá más carga online en el máster del profesorado. El Ministerio de Morant ha rebajado al 40% la presencialidad del máster (estaba en el 80%). La medida, criticada por el sector, está pensada para armonizar la normativa, que se ha quedado obsoleta, con lo que realmente está pasando en las universidades.
Ayuso, el Ramiro y 30 días de caos. El intento de implantar una Escuela Europea Acreditada dentro del colegio Ramiro de Maeztu de Madrid es un pequeño compendio del modus operandi habitual de la Consejería de Educación de Ayuso. Hago un proyecto unilateral sin preguntarle a nadie, lo oculto todo lo que puedo, cuando sale a la luz cuento mentiras y medias verdades a los afectados para finalmente –este fue el giro de guion inesperado– echarlo atrás ante las protestas. Esta es la historia de 30 días de opacidad, medias verdades y unas obras que nadie entendía.
30 entrevistas para repasar un curso. Los compañeros de El Diario de la Educación han recopilado en esta dirección 30 entrevistas sobre el sector a personas con todo tipo de perfil, que se complementan unas con otras. Probablemente no te interesen todas, pero raro será que no te interese ninguna.
Hasta aquí este primer boletín del curso, que ya se ha extendido suficiente. Os reitero la bienvenida a este pequeño espacio y os animo a escribir con vuestras inquietudes o cualquier cuestión que queráis que abordemos. El martes que viene, más.
¡Feliz semana!
Bienvenidos de vuelta si os incorporáis ahora, con mención especial para el profesorado, que empezó ayer (excepto los directivos, sabemos que muchos lleváis desde agosto cuadrando horarios).
Porque ya empezamos. Esta semana o la siguiente, según la comunidad y/o la etapa educativa, pero ya estamos en la rueda otra vez. Y, aunque parezca complicado en medio de tanta rutina, este curso hay novedades. Por un lado se va a poner en marcha ya mismo el plan de refuerzo que anunció el presidente Sánchez para tratar de mejorar los resultados de pruebas como PISA, que en su última edición nos dejó un poco mal y eso siempre nos pone nerviosos. El proyecto, por si no recordáis, pasaba por reforzar las matemáticas y la lectura en la población escolar que más lo necesita. Veremos en qué se acaba traduciendo, pero ya empieza torcido porque iba a tener 500 millones de euros (y ya se consideraba poco) y se ha quedado, de momento, en 95.