Esta semana nos toca hablar de profes. Y digo que “nos toca” porque si no supiera que es imposible pensaría que varios actores se han puesto de acuerdo para sacar el tema estos días.
En cualquier caso es buen momento para saber dónde estamos, también, justo ahora que se está empezando a negociar de verdad el estatuto docente. Luego vuelvo sobre esto.
Hoy mismo ha publicado un estudio EsadeEcPol desgranando el estado de la profesión docente. La conclusión no es alentadora, pero si os movéis en un entorno más o menos educativo o habláis con docentes creo que tampoco os sorprenderá del todo.
El estudio –aquí está íntegro– viene a decir que el ambiente en clase es cada vez peor por causas diversas, como el aumento de la pobreza infantil o de la proporción de inmigrantes, esto es, de personas que tienen una lengua materna diferente al castellano, y a la vez las condiciones de trabajo también se deterioran o, en el mejor escenario, no mejoran.
Los profesores apenas están recuperando el poder adquisitivo pre Gran Recesión, sufren muchos de ellos una gran temporalidad, tienen menos refuerzos y apoyos que sus pares europeos, cada vez hay más presión para ellos, pero menos reconocimiento.
Y lo notan, cómo no. Otro estudio, de la Fundación SM y Educo en este caso, daba cuenta de que los docentes admiten que su bienestar emocional y laboral es cada vez más precario. Cuatro de cada diez (un 39%) presentan síntomas compatibles con la ansiedad y la depresión, según el Educobarómetro de 2023 de la Fundación SM. También se ha disparado el porcentaje de los que dicen que no le importaría dejarlo si encontraran algo similar, cuando hace pocos años eran residuales.
Este informe complementa al otro, aunque son coincidentes en muchos de los problemas que afrontan los educadores: exceso de responsabilidades, complejidad creciente en las aulas como orígenes de sus problemas, unidos a unas condiciones laborales mejorables –altas ratios en clase, una burocracia aplastante o la falta de reconocimiento de las familias, entre otras–.
“Veinticinco alumnos que vienen de casas diferentes, con medios distintos, con estimulación y motivaciones diferentes en una clase no es viable porque de esos 25, hay cinco o seis con muchísimas necesidades”, resumía un docente de Galicia. Y –esto no es culpa suya, de hecho son víctimas– los planes formativos actuales no les preparan para atender a esta diversidad.
No me alargo más, que hoy vamos con muchas cosas. En este enlace os dejo el análisis más detallado sobre la profesión y las propuestas de mejora que hace Esade.
Decía al principio que toda esta información llega justo cuando –o precisamente llega porque– ministerio y sindicatos negocian el estatuto docente, como os contamos en su momento. De ahí deberían salir (es un gran condicional) soluciones a buena parte de estos problemas, pero hay demasiadas piezas móviles –sindicatos de distinta ideología, comunidades autónomas, Gobierno...– como para ser muy optimista. Lo seguiremos con interés.
Por cierto, antes de pasar a las otras cosas de la semana, información de servicio público: ya se pueden pedir las becas de educación del ministerio. Os hemos preparado una pequeña guía general y te dejo también el portal específico de Educación.
Sobre este blog
La educación lo es todo y, en estos tiempos de desigualdad, la mejor herramienta para la justicia social. Te contamos cada martes desde las políticas nacionales del Gobierno hasta las pequeñas historias del último rincón del país, con especial atención a la pública como garante de la igualdad de oportunidades.
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