La Guardia Civil abre una investigación al agente que firmó el manifiesto antifranquista

La Guardia Civil ha decidido investigar el apoyo del agente que se adhirió al manifiesto antifranquista elaborado como respuesta a la Declaración de respeto y desagravio al general Francisco Franco Bahamonde, en la que varios centenares de oficiales ensalzaron al dictador.

Fuentes oficiales del Instituto Armado confirman que han abierto una “información reservada” para analizar “la posible responsabilidad disciplinaria” en la que habría podido incurrir el “guardia civil en activo” – así se presentó en el escrito– Maximino Bardio. Van a analizar si podría haber cometido una falta grave o muy grave por vulnerar la neutralidad política.

Con este anuncio la Guardia Civil procede de la misma manera que el Ministerio de Defensa tras la adhesión del cabo Marco Antonio Santos, al que también abrieron una investigación alegando que “un militar en activo no puede hacer ninguna declaración política”.

Santos fue el primer profesional vinculado actualmente a las Fuerzas Armadas que suscribió el escrito, más tarde se sumó Bardio y dos militares más: un subteniente y otro cabo. Esta semana se acaba de unir un cabo primero de la Armada que también asegura que se encuentra “en situación de activo”. Por ahora, el departamento de Margarita Robles no ha emprendido acciones contra estas últimas adhesiones. “Defensa no tiene conocimiento de que se hayan producido nuevas firmas”, responden desde el Ministerio.

Los rubricantes destacaron en este documento su “rechazo total” al comunicado en el que centenares de oficiales ensalzaron al dictador y plantearon que los militares no tienen “derecho a presionar como colectivo al Estado”. “No somos portadores de una moral superior, ni sostenemos ninguna sagrada herencia histórica. Nos debemos simplemente a la soberanía nacional que reside en el pueblo español”, aseguraban. Entre la veintena de apoyos que se recibieron en el primer momento destacaron el del exJEMAD, diputado de Podemos y general de Aire Julio Rodríguez, así como capitanes y cabos retirados.

Podría ser multado o expulsado

A pesar de que el código disciplinario de la Guardia Civil es más garantista que el de las Fuerzas Armadas, también prohíbe que los agentes abandonen la neutralidad política. Realizar manifestaciones con voluntad política o partidista está tipificado como falta grave, mientras que hacerlo en acto de servicio está considerado muy grave. El castigo para los guardias no incluye en ningún caso el arresto, como sí recoge el régimen disciplinario militar, pero por contra contempla sanciones económicas más graves, la pérdida de puestos en el escalafón y la expulsión.

Una vez que el Instituto Armado ha abierto la información reservada, un instructor y un secretario tendrán que determinar si la firma del agente vulnera su régimen disciplinario. Si fuese así, “se iniciaría el procedimiento sancionador”, explican fuentes oficiales. Una vez que se abriese esta segunda etapa del procedimiento, el agente tendría derecho a declarar en la investigación. eldiario.es ha intentado ponerse en contacto con Bardio en reiteradas ocasiones, sin que haya sido posible por el momento.

Franco, “traidor y criminal”

El guardia civil acompañó su nombre con una pequeña contribución al texto, en ella aseguraba que “es preocupante” que los oficiales que ratificaron el manifiesto franquista estén blanqueando a “un traidor y criminal”. El cabo investigado por Defensa también realizó una aportación en la que afirmaba que “los que apoyan el escrito a favor del dictador genocida son los que han hecho de las Fuerzas Armadas su jardín particular desde el 36”. En una entrevista con esta redacción este militar aseguró el franquismo “está bastante generalizado, sobre todo entre los altos cargos”.

Los promotores del manifiesto antifranquista han habilitado una página web para recabar más apoyos. Ya cuentan con una treintena, la mayoría son oficiales retirados. Por su parte, entre los profesionales en activo, además del de Bardio y los tres militares que figuraban la semana pasada, se acaba de adherir un cabo primero de la Armada que asegura que se encuentra “en situación de activo”.

Arturo Maira Rodríguez, capitán de navío de la Armada también retirado e impulsor del comunicado, lamenta que Defensa y la Guardia Civil hayan abierto un expediente a estos dos firmantes. “Han mostrado su asentimiento a una manifestación que pide que el franquismo esté fuera de las Fuerzas Armadas y que los militares no pueden imponer líneas rojas al Gobierno [en alusión a la declaración ensalzando a Franco]. No es un manifiesto partidista, no creo que incumpla la ley”, apunta Maira.

Defensa también está investigando a los cinco militares en la reserva que firmaron el manifiesto que exalta a Franco. Según informó la semana pasada el Ministerio, tendrán que declarar ante el instructor de la información reservada “para ver si se ratifican o no en el contenido del escrito, tras lo cual se elevará a la ministra” la propuesta de resolución oportuna.