La Comisión de Salud Pública ha aprobado la vacunación frente a Monkeypox, la viruela del mono. Y ha decidido que “teniendo en cuenta la limitada disponibilidad de dosis” dará prioridad a personas con alto riesgo de gravedad o de exposición. “No se recomienda en estos momentos la vacunación preexposición, aunque podría recomendarse más adelante en función de la evolución del brote y de la disponibilidad de vacunas”, ha señalado el Ministerio de Sanidad.
La Comisión en la que están representados el ministerio y las Comunidades Autónomas se ha reunido presencialmente este jueves para analizar las propuestas de los expertos sobre cómo abordar el creciente número de casos de esta infección, después de que llegaran al país los primeros 200 viales de la vacuna. Hasta este jueves, España ha confirmado 242 casos positivos de Monkeypox, de las 486 muestras sospechosas analizadas por el Instituto de Salud Carlos III.
Falta de vacunas
“Hay antivirales y vacunas aprobadas para la viruela del mono, pero su suministro es limitado”, ha explicado la OMS esta misma semana. Por eso se está desarrollando un “mecanismo de coordinación para la distribución de suministros basado en las necesidades de salud pública y en la equidad”. La agencia de la ONU no recomienda la vacunación masiva contra la viruela del mono. En los pocos lugares en los que se dispone de vacunas, se están utilizando para proteger a quienes pueden estar expuestos, como los trabajadores sanitarios y el personal de laboratorio. Además de las vacunas específicas, también son eficaces las que se diseñaron contra la viruela, un virus relacionado y más peligroso que el mundo erradicó en 1980.
“Algunos países pueden considerar la vacunación posterior a la exposición, idealmente dentro de los cuatro días siguientes, para los contactos cercanos de mayor riesgo, como las parejas sexuales, los miembros de la familia que viven en el mismo hogar y los trabajadores sanitarios”, ha explicado este miércoles el director de la Organización, Tedros Adhanom Gebreyesus.
En el caso de España, al menos hasta que las compras acordadas a través de la UE supongan una mayor disponibilidad de dosis de la vacuna, la dispensación se limitará a aquellas personas que el médico considere que tienen posibilidad de enfermar gravemente por tener un problema serio de inmunidad, una patología previa o una situación especial. Se ha descartado de plano la vacunación general de la población y también la de personas que hayan estado cerca de un caso pero sin un contacto estrecho con el infectado.
El procedimiento, explica una portavoz del ministerio de Sanidad, será que los servicios médicos autonómicos que determinen que un paciente necesita la vacuna pidan esa dosis a la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), que será la que envíe ese vial para aplicarlo al infectado. “Por ahora no sabemos cuántos de los casos comprobados entra dentro de los supuestos de prioridad que se ha determinado la Comisión de Salud Pública”, explican en el ministerio: “eso es algo que decidirán los profesionales”.
Posibilidad de instalarse
La OMS también ha advertido de que el riesgo de que la viruela del mono se establezca en países no endémicos es real, y ha mostrado especial preocupación por los efectos de este virus en grupos vulnerables, “incluidos los niños y las mujeres embarazadas”. Este es un cambio importante respecto de la consideración de esta enfermedad, que hasta ahora se consideraba exclusiva de ciertas zonas del continente africano.
“Este escenario puede evitarse. Pedimos a los países afectados que hagan un esfuerzo por identificar todos los casos y contactos para controlar este brote y frenar su propagación”, explicó Tedros Adhanom Gebreyesus.