La lista de espera quirúrgica del sistema sanitario se ha disparado en seis meses: de los 83 días que había que esperar de media en junio de 2016, se ha pasado a 115 a finales el año pasado, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad.
12 meses antes, la espera se había colocado en 89 días y había experimentado un ligero retroceso en el primer semestre del años pasado. De hecho, es la primera vez que la lista supera los 100 días de demora desde que se empezó a registrar en 2014. Esta lista está compuesta por aquellos pacientes que tienen programada una intervención no urgente que precisa del uso de un quirófano y “cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles”, según lo define el Ministerio.
De esta manera, el número de personas que aguardaban a ser intervenidos al acabar el diciembre pasado llegó a 614.101. Se habían añadido más de 45.000. Además, la cantidad de pacientes cuyas esperas se prolongan más allá de los seis meses supone ahora el 18,9% del total cuando a mitad de 2016 estaba en el 8,8%.
La estadística ministerial muestra que las listas más largas se registran en Canarias con 182 días, Castilla-La Mancha con 162 días de espera y Cataluña con 173. Por encima de los 100 días, bastante más de tres meses, también están Extremadura, Comunidad Foral de Navarra, Castilla y León. En la parte baja están País Vasco y La Rioja con 50 días o menos.
La especialidad con más embudo en los quirófanos públicos es la cirugía plástica con 189 días de media, seguida de la neurocirugía y la traumatología. También rebasan los 100 días acumulados de retraso la cirugía general, la maxilo-facial y la pediátrica. A la hora de ser operado, los que más deben aguardar son aquellos que precisan una artroscopia o corregir unos juanetes. Están en el grupo de intervenciones más atestadas la extirpación de amígdalas y la implantación de prótesis de cadera.
Además, el retraso en la atención también se ha dejado notar en las consultas con el especialista. Para obtener una primera consulta, hay que esperar, de media en España, 72 días. Seis meses antes eran 52. Es decir, prácticamente dos meses y medio para pasar por el especialista.