España recibirá de aquí a final de año otros 44 millones de vacunas contra la COVID-19. La principal novedad de esta última gran remesa de inyecciones está en su fórmula, que está adaptada a las nuevas variantes de ómicron, que hoy sigue siendo la dominante en España.
Sanidad utilizará estas dosis bivalentes como segundo refuerzo –o cuarta dosis– para mayores de 60 años, vulnerables, internos en residencias de mayores y trabajadores sanitarios y sociosanitarios.
En total, según los datos del INE, poco más de 12 millones de ciudadanos están llamados a ponerse esta segunda dosis de refuerzo. Esto significa que, de no ampliarse la estrategia vacunal, al excedente de vacunas actual se sumarán más de 30 millones de dosis adicionales.
Los expertos consultados creen que el rango de edad solo llegaría a ampliarse en el caso de que el frío y ómicron hicieran variar el escenario epidemiológico. “En principio, no debería ampliarse tal y como está en estos momentos la situación epidemiológica”, opina Amós García Rojas, presidente de la Asociación Nacional de Vacunología y representante español del Comité Permanente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa. “Estamos en una fase muy positiva, tal y como ha definido la propia OMS. Una situación en la que afortunadamente la incidencia ha bajado mucho y el impacto más duro y dramático, aquello que se vinculaba a los cuidados intensivos, a los fallecidos y a los vulnerables se ha modulado”, relata el vacunólogo. “En estos momentos, solo tiene sentido la segunda dosis de refuerzo para la población más vulnerable”.
Para Inmaculada Cuesta, secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac) y miembro del grupo de trabajo que elabora la Estrategia de Vacunación en España, que se amplíe o no la franja de edad de población a la que aplicar una segunda dosis de refuerzo depende en todo caso de la evolución del otoño y de ómicron. “Hay definidos unos grupos de población a vacunar y se podrán aumentar dependiendo de la evolución del virus y de los casos”. Cuesta recuerda también que las vacunaciones no adaptadas se seguirán utilizando para “las personas que todavía no tienen puesta la primovacunación o para las que les haga falta alguna dosis”.
El aviso de la aparición de una nueva variante sigue resonando nueve meses después del desembarco de ómicron, que puso patas arriba las pasadas navidades y nadie se atreve a descartar una nueva mutación que empeore la situación.
Por su parte, la secretaria de la Sociedad Española de Inmunología, Carmen Cámara, piensa que no hay “razón científica” para aplicarle a la población general una segunda dosis de refuerzo. Pero el hecho de que sobren vacunas contra esta infección, matiza la experta, no tiene nada de malo. “No hay que pensar solo en España, tenemos un compromiso con los países en vías de desarrollo”, recuerda la inmunóloga. Tras 20 meses de campaña de vacunación, España ya ha donado 70 millones de vacunas a terceros países a través del mecanismo COVAX, informó este lunes el Ministerio de Sanidad, coincidiendo con el arranque de campaña de la segunda dosis de refuerzo.
“Sabemos que faltan en muchos lugares del mundo, que se envíen. Las compras se fueron a números máximos y van a sobrar. Además, se están desarrollando los modelos bivalentes y las vamos a preferir sobre las monovalentes”, añade Cámara.
Solo el 55,4% de las vacunas se han repartido a las CCAA
En su último informe, el Ministerio de Sanidad indica que, desde el primer cuatrimestre de 2021, España ha adquirido 218 millones de dosis, de las cuales ya han llegado a nuestro país 174 y se han entregado las comunidades casi 97 millones. Esto significa que tan solo el 55,4% de las dosis recibidas por nuestro país han sido repartidas a las diferentes regiones para ser inyectadas. De esos casi 97 millones, ya se han administrado 95,8 millones, esto es, un 98,8%.
“Esto no hay que dirigirlo a quienes no se han vacunado en todo este tiempo porque esas personas ya han tomado su decisión. Hay que dirigirlo a aquellas personas que no la rechazan, que ya tienen dos dosis y que no han acudido a por la tercera por cansancio pandémico”, destaca García Rojas.
Entre las entregadas y las administradas existe una diferencia de algo más de 1,2 millones que, o bien ya caducaron, como pudo saber elDiario.es a principios de este año, o todavía esperan para ser inyectadas.
Los momentos clave de la vacunación
La nueva estrategia para las dosis adaptadas a ómicron llega casi dos años después del arranque de la vacunación en nuestro país. El 27 de diciembre de 2020 se inyectó la primera dosis y, según los registros, el 93% de los mayores de 12 años ya se ha vacunado con la pauta completa. Fue en septiembre de 2021 cuando Sanidad recomendó inyectar una dosis adicional, sin embargo, la tercera dosis –o primer refuerzo- no tuvo tanto éxito como las dosis anteriores. Con datos de este mes de septiembre de 2022, solo el 54,8% de la población se ha puesto la primera dosis de refuerzo, dato que refuerza la idea poco probable de que el segundo refuerzo se vaya a recomendar a toda la población en la próxima campaña de otoño e invierno.
Según las nuevas recomendaciones para el otoño en España, en el segundo recuerdo se van a utilizar “las nuevas vacunas de ARNm bivantentes”. “Estas vacunas generan protección frente a las subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5, así como a frente otras variantes que circularon con anterioridad”. A aquellas personas que no se pusieron el primer recuerdo, que sí que se recomendó de manera general, se les podría ofrecer ahora la vacuna bivalente, aunque el hecho de que te pongan una u otra dependerá, como ha venido siendo habitual, de la disponibilidad de cada centro.
“Como ocurrió con la primovacunación, no lo podrás decidir tú. La que te toca es en función de disponibilidad, en caso de que no te hayas puesto la tercera, y se priorizará la nueva fórmula para personas vulnerables”, explica el epidemiólogo Mario Fontán que, al contrario que Amón y Cámara, sí que ve posible que el Ministerio vaya a ofertar la segunda dosis de refuerzo a más grupos de edad. “Querrán empezar con los más vulnerables, pero entiendo que por el volumen de compra la intención es que en un momento dado se pueda ofertar al resto de la población”.
Fontán reconoce que, de ahora en adelante, sea cual sea la campaña que se inicie, “va a ser muy difícil repetir las cifras de vacunación que se dieron con la primera dosis” y pide buscar nuevas estrategias para llegar a la gente que, queriendo vacunarse, no encuentra el modo. “Se dan casos en que hay personas que no se vacunan no por que las rechacen, sino por cuestiones económicas, que viven del trabajo del día a día y no pueden faltar ni una ni dos veces por temor a que la vacuna te cause reacción. Por no poder estar uno o dos días en la cama”. Pero en España, “la cifra es tan pequeña”, insiste Fontán, que esto se ha descuidado.
En nuestro país, el 92,8% de la población mayor de 12 años tiene puesta la pauta completa y solo el 54,8% se puso la tercera dosis o dosis de refuerzo. Es posible que la llegada de una nueva dosis adaptada anime a un grupo determinado de personas que sí que quiso ponerse las dos primeras vacunas, pero que no vio necesaria ponerse una tercera. En todo caso, Cuesta sigue animando a quienes no lo han hecho a que completen la pauta de vacunación y Amós García Rojas, por su parte, cree que este es un buen momento para que aquellas personas que se pusieron las dos primeras dosis, pero que por “cansancio pandémico” no se pusieron una tercera, se inyecten un primer refuerzo. “Es un momento adecuado para incentivar la necesidad de estar bien cubierto con dos dosis y un refuerzo si tienes menos de 60 años”.
¿Qué pasará cuando llegue Hipra?
Una de las dudas que plantea la llegada de la vacuna española Hipra es si habrá más espacio para dosis nuevas, teniendo en cuenta la cantidad de inyecciones que ya hay disponibles. “Con 44 millones de dosis ya compradas, difícilmente hay espacio para una dosis más, salvo en situaciones de dosis de refuerzo”, reconoce García Rojas. “En cualquier caso, en nuestro país solo tendría sentido Hipra como dosis de refuerzo o en forma de donación a países en vías de desarrollo”, apunta. A nivel logístico, esta vacuna responde a tecnología clásica y se conserva entre 2 y 8ºC, la temperatura habitual, por lo que sería más fácil que llegase a más rincones del planeta.
Los expertos, y también algunos ciudadanos que prefieren las vacunas ‘clásicas’, siguen pendientes de la llegada la vacuna española contra el coronavirus de Hipra. Esta podría entrar a formar parte de la estrategia de refuerzo contra la COVID-19 en España una vez que la Agencia Europea del Medicamento autorice el fármaco. Sin embargo, todavía falta tiempo para que esto suceda, asegura la inmunóloga Carmen Cámara. “En el mejor de los casos su aprobación sería para noviembre. Habría que esperar a diciembre o a enero para implementarla”, apunta Cámara. Para entonces, la actual campaña de vacunación estará ya muy avanzada.