Ser mecenas del franquismo desgrava: así vende la Fundación Franco las ventajas fiscales de hacerse socio
Hacerse socio de la Fundación Franco sale a cuenta. Como ocurre con cualquier fundación, ONG o asociación declarada de utilidad pública, las donaciones o aportaciones desgravan a la hora de ponerse al día con Hacienda. La sociedad que ensalza la figura del dictador aprovecha el filón y vende con insistencia las ventajas fiscales que tienen sus benefactores en la declaración de la renta. Ser mecenas del franquismo desgrava y Hacienda, por lo tanto, asume el coste de lo que dejan de pagar estos afiliados por las exenciones.
Tiene premio financiar al lobby que actúa contra la Memoria Histórica, que es la cara visible de las fundaciones fascistas de España e intenta cambiar sus estatutos para sortear su ilegalización. Y el ente franquista pone un ejemplo: “Si se donan 150 euros, Hacienda les financiará 112,5 euros, y su coste real será de solo 37,5 euros”, especifica la sociedad en su página web con el objetivo de conseguir apoyos.
Las deducciones anunciadas por la Fundación Franco están recogidas en la Ley 49/2002, que regula el régimen fiscal de las entidades sin ánimo de lucro y los incentivos fiscales al mecenazgo, es decir, “a la participación privada en la realización de actividades de interés general”, especifica la norma. Exenciones que son válidas para “personas físicas o jurídicas tanto residentes en España como no residentes” que hagan donativos o sean socias de fundaciones, ONG, asociaciones declaradas de utilidad pública, federaciones deportivas, universidades públicas o el Instituto Cervantes, entre otros organismos.
Paradójicamente, este interés general que asume la ley choca en este caso con el legado y la actividad de la Fundación Francisco Franco, cuyo “objetivo prioritario” es “la difusión de la memoria y obra” del 'caudillo'. La misma fundación que tras el anuncio del actual gobierno del PSOE de exhumar a Franco del Valle de los Caídos ha llamado a un “nuevo alzamiento” 82 años después del golpe de Estado que dio inició a la Guerra Civil y posterior dictadura. Además, ha lanzado una campaña para blindar la tumba de Franco y frenar la intención de Pedro Sánchez ante el “futuro incierto” que, asegura el ente, reserva el Gobierno para la propia fundación.
“Nos permitimos informarles que para el año 2017 y sucesivos, las deducciones por donativos a fundaciones aplicables al IRPF han aumentado al 75% en los primeros 150 euros”, señala la institución. A partir de esa cantidad “darán derecho a deducir de la cuota íntegra el 30% del importe donado o del valor de los bienes o derechos donados”. La “fidelidad” tiene premio y las donaciones repetidas durante varios años aumentan la deducción “en un 5%”, tal y como señala el actual marco legal y como subraya el ente franquista.
La Fundación Franco como “institución cultural”
Bajo el epígrafe “Colabora” y el llamamiento “que no te roben la historia”, la fundación reserva un aparado específico en su página web para publicitar “los incentivos fiscales” para sus seguidores. En la ficha de adhesión disponible online se fija una cuota mensual que oscila de los 10 a los 150 euros, aunque prevé la posibilidad de establecer una cantidad mayor. Las aportaciones podrán hacerse vía “donativos y donaciones” ya sean “dinerarias o bienes” o mediante cuotas de afiliación.
“Dada la labor benéfico-docente y cultural de la Fundación Nacional Francisco Franco, las aportaciones efectuadas en su favor por los benefactores gozarán de unas interesantes ventajas fiscales”, insiste la entidad, que también anima a apoyar a la fundación “en el futuro dejando tu legado para que ésta prosiga su tarea”.
La Fundación Franco posee personalidad jurídica “como institución cultural sin que su actividad u objetivos sean de adscripción política o partidista” y “defiende la verdad en estos dos frentes: el personaje histórico y su legado”, sostiene en su web sobre el 'caudillo'. Además, apunta a que “no recibe ayudas de las administraciones del Estado, sino que vive de las aportaciones que hacen sus benefactores”.
De lo que no informa la fundación es que durante cuatro años se presentó a subvenciones públicas que acabó ganando para mejorar sus archivos, según contiene su propia memoria y confirmó a eldiario.es la administración pública. El gobierno de Aznar concedió entre 2000 y 2003 un total de 150.845,77 euros a la organización franquista para proyectos de “microfilmación” de documentos además de para adquirir ordenadores, muebles, extintores y una trituradora de papel.
La fundación ultra insiste en las ventajas fiscales de las que pueden disfrutar sus seguidores y hace hincapié en que “el apoyo individual de personas como tú nos permite llevar a cabo nuestro trabajo, ya que la FNFF vive de las aportaciones de sus benefactores”. Constituida en 1976, “apenas un año después de la muerte del Caudillo”, especifica, la organización fascista funciona “a pesar de las dificultades”.