El Gobierno va a cambiar las normas que rigen el polémico trasvase Tajo-Segura. Planea modificar la cantidad de agua que tiene que haber almacenada en los embalses de la cabecera del Tajo para realizar bombeos automáticos a los regantes del Levante y el volumen obligatorio por ley que debe enviarse. El cambio responde a las directrices recogidas en un estudio encargado al centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) que ha investigado sobre las causas de que el trasvase haya pasado el 50% de su vida en “situación excepcional” por el nivel de agua acumulado.
Las dos modificaciones a las que este jueves ha dado el visto bueno la Comisión Central de Explotación del Acueducto son aumentar las aportaciones que deben acumularse en los embalses de Entrepeñas y Buendía para establecer el nivel I, el que más agua bombea de manera automática (60 Hm3) y reducir la cantidad que se trasvasa cuando todo el sistema está en el denominado nivel II: de 38 Hm3 al mes actuales a 27 Hm3. El Ministerio de Transición Ecológica calcula que el trasvase medio anual será así de 326 Hm3 que, aseguran, es muy similar a la media que se ha bombeado desde que funciona este acueducto que envía las aguas de la cuenca del Tajo a la cuenca del Segura para abastecer hogares, pero sobre todo regadíos en Alicante, Murcia y partes de Almería.
Transición Ecológica pretende que, con esta fórmula, el trasvase pase más tiempo en ese nivel II que realiza envíos automáticos (en este caso serían menores con lo que los recursos bajarían menos con cada envío) y que no se llegue tanto a la situación excepcional en la que el envío de agua es una prerrogativa “discrecional” aunque “de manera motivada” del Ministerio. Traducido, cada vez que el Tajo-Segura está en ese nivel III excepcional, es el Gobierno el que decide si manda o no agua (hasta 20 Hm3). Campo abonado para la sempiterna guerra del agua y protestas por parte de la zonas cedentes y receptoras. Lo que las normas que regulan este acueducto llaman excepcional, se ha convertido en la situación más habitual.
Guerra política del agua a la vista
Con todo, esta modificación que ahora se incia y que necesita un real decreto, reponde a la necesidad de mejorar ambientalmente la cuenca del Tajo al tiempo que empuja a una planificación del uso que se da al agua cuando llegue al Segura. Aún así, el proyecto de Transición Ecológica, tras el informe técnico dle CEDEX y la aprobación de la Comisión, augura tormenta política. El solo encargo del trabajo al Centro satisfico a la Asociación de Municipios Ribereños de la cabecera del Tajo que consideraba que se accedía así a una de sus reivindicaciones al revisar el funcionamiento del Acueducto. En la Región de Murcia, el Partido Popular vaticinó que este proyecto sería “un hachazo” al trasvase.